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Las fuertes lluvias, acompañadas de descargas eléctricas, que se registraron el domingo, 18 de junio, dejaron graves inundaciones en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Calles, casas y hasta la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clarence Lynd Newball Memorial de San Andrés, resultaron afectados por las inundaciones. En el centro médico, la emergencia tuvo que ser atendida por la Armada, el Ejército Nacional e Infantes de Marina, quienes, usaron motobombas para evacuar el agua. (Lea: Incendio forestal en Mosquera, Cundinamarca, ha sido controlado en un 95 %)
“A pesar de que la Armada y el Ejército han hecho una buena labor, con el apoyo de los funcionarios del hospital, todavía hay partes como la base del elevador donde hay que succionar agua”, explicó un funcionario de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
De acuerdo con el reporte preliminar de la Gobernación, el cielo raso de la cárcel de San Andrés se averió, y varias vías resultaron afectadas por deslizamientos de tierra. (Lea: Así es la nueva especie de orquídea que descubrieron en Buenaventura)
“En vías de San Luis tuvimos que hacer drenajes para poder secar el agua. En el sector de La Pista ya habíamos hecho varios trabajos, antes de la temporada de lluvia, pero estamos reforzando porque hubo un deslizamiento de un elemento de concreto que taponó uno de los desagües”, informaron desde la gobernación.
Las condiciones climáticas también afectaron la operación del Aeropuerto Internacional Gustavo Rojas Pinilla. Al menos cinco vuelos no pudieron aterrizar durante varias horas. Como alternativa tuvieron que desviarse hacia Barranquilla y Cartagena.
En respuesta a la emergencia, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) envío ayuda humanitaria a la isla, en la que se incluyeron, entre otras cosas, mil colchonetas, kits de alimento y aseo, y sábanas.
La Gobernación, por su parte, continúa con el censo de personas afectadas. Mientras tanto, adelantan labores para despejar las calles que resultaron afectadas por la caída de escombros.