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Lo que ha pasado con el volcán nevado del Ruiz desde que está en alerta naranja

El aumento de los sismos empezó a registrarse desde el 24 de marzo. Si bien, esta actividad ha disminuido en los últimos días, hay otras anomalías que hacen que la actividad del volcán sea muy inestable, de acuerdo con los boletines más recientes del SGC.

22 de abril de 2023 - 04:27 p. m.
Desde el 30 de marzo se declaró alertar naranja en el volcán nevado del Ruiz. /Archivo fotográfico del Servicio Geológico Colombiano​
Desde el 30 de marzo se declaró alertar naranja en el volcán nevado del Ruiz. /Archivo fotográfico del Servicio Geológico Colombiano​
Foto: SGC
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El Servicio Geológico Colombiano (SGC) emitió un nuevo boletín sobre la actividad del volcán nevado del Ruiz durante el viernes 21 de abril. Según el documento, los sismos y las anomalías térmicas continúan y se mantienen en niveles similares a los registrados en días anteriores.

“Algunos de estos sismos se asociaron a la actividad del domo de lava ubicado al fondo del cráter”, informó el SGC. El sismo de mayor magnitud fue de 1,4 y ocurrió a las 3:04 de la tarde, a 2,7 km de profundidad. (Lea: Presentan acciones de prevención ante posible erupción del volcán Nevado del Ruiz)

La institución también dio a conocer que continúa la salida de dióxido de azufre y de vapor de agua en el volcán, motivo por el cual siguen monitoreando constantemente, a través de satélites, la actividad volcánica. La alerta naranja continuará por varias semanas.

Desde el 24 de marzo se registró un aumento en la sismicidad asociada a fracturamiento de roca al interior del volcán nevado del Ruiz, a 4 km de distancia del cráter Arenas. En los siguientes días, este tipo de sismicidad aumentó, alcanzando el 28 de marzo el mayor número de sismos diarios registrados desde 2010 en este volcán: 6.500.

Durante el 29 y 30 de marzo, la cantidad y la magnitud de sismos alcanzaron niveles sin precedentes. Debido a esta situación, se declaró alerta naranja. (Lea: No se deje confundir por la imagen de una supuesta “grieta” en el Nevado del Ruiz)

En la primera semana de abril, la sismicidad asociada a fracturamiento de roca continuó, con tasas diarias de entre 5.000 y 10.500 sismos hasta el 5 abril. La magnitud de estos movimientos también aumentó.

Sin embargo, en esta misma semana empezó a disminuir la sismicidad, pero la salida de gases volcánicos, vapor de agua y ceniza, así como la temperatura en el fondo del cráter aumentó.

“Desde el SGC este fenómeno fue interpretado como una posible migración de magma desde el suroccidente del volcán, hasta un reservorio que ya había a 3 km debajo del cráter. Adicionalmente, durante esta semana se registraron varias emisiones de ceniza confirmadas y se recibieron varios reportes de caída de ceniza en el municipio de Murillo, Tolima”, explica la institución. (Lea: No, erupción del volcán Nevado del Ruiz no es “inminente” como aseguran por redes)

En la siguiente semana, el número de sismos diarios registrados dejó de ser un indicador determinante de la actividad del volcán. Sin embargo, la alerta continúa debido a la actividad sísmica asociada a la salida de gases volcánicos, vapor de agua y/o ceniza, la posible movilización de magma hacia la superficie, y las anomalías térmicas.

A partir del 13 de abril, la sismicidad en el cráter aumentó: allí ocurrieron casi 2.000 sismos pequeños y repetitivos, asociados a la presión que el magma, que se está movilizando a la superficie, ejerce sobre el domo que se encuentra desde finales de 2015 en el fondo del cráter Arenas.

“Continúan las emisiones de dióxido de azufre, lo que indica que el sistema del Volcán no está cerrado completamente; si lo estuviera, los gases al interior de la estructura se acumularían, haciendo que la probabilidad de una erupción aumente exponencialmente”, sostiene el SGC. (Lea: Nevado del Ruiz: son normales los ruidos reportados en la parte norte del volcán)

Habitantes del sector de El Sifón, a unos 7 km al nororiente del cráter, han reportado ruidos provenientes del volcán en horas del amanecer. Este fenómeno está dentro de los parámetros contemplados en el nivel de actividad naranja de un volcán como este y no acelera la condición de que sea probable una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años en término de días o semanas.

Para cambiar de nivel y retornar a nivel Amarillo requiere de varias semanas donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad. Durante este tiempo, si aumenta la actividad que demuestre una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo.

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