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Dentro de los mamíferos, las aves, los insectos y otras clases de animales, existen especies en las que, en sus rituales sexuales, los machos pelean cuerpo a cuerpo para demostrar cuál de estos es más fuerte. La consecuencia de esta disputa es que se ganan el derecho a aparearse con las hembras. (Le puede interesar: ¿Por qué han aparecido 23 ballenas muertas en las costas de EE. UU desde diciembre?)
Como consecuencia de estos enfrentamientos, las especies garantizan la reproducción de los “buenos genes”, aquellos que porta el macho dominante, y que harían que su descendencia conserve su tamaño, fortaleza, resistencia a las enfermedades, entre otras cualidades genotípicas.
No obstante, las especies en las que se dan estos comportamientos podrían verse afectadas en el largo plazo, según los hallazgos de un estudio publicado recientemente en la revista de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la investigación, los machos, además de causarse daño entre sí, pueden causar daño a la hembra durante el apareamiento, comprometiendo su capacidad de fecundidad en el largo plazo. Algunos ejemplos de estos comportamientos se encuentran en insectos y mamíferos, cuyos machos pueden golpear a las hembras o causarles daño con su pene durante el apareamiento. (Le recomendamos: Continúan negociaciones en la ONU para pactar un tratado que proteja la altamar)
Según los modelos matemáticos propuestos en el estudio, esto podría estar generando que las hembras evolucionen de manera más lenta que los machos. Esto tiene consecuencias en las dinámicas de vida de las especies e incluso puede reducir el tamaño de las poblaciones en el largo plazo.
Los autores afirman que este modelo enfrenta dos elementos cruciales para las especies: los beneficios que tiene la selección sexual en la reproducción de los genes dominantes, frente a las consecuencias que pueden tener los conflictos sexuales en los individuos de la especie. En conclusión, aseguran que en algunas especies la balanza es inclinada en el largo plazo por las consecuencias negativas, pues la reproducción de genes dominantes lleva a que los conflictos sean cada vez más fuertes, así como los daños causados a las hembras. (También puede leer: Casi 3.500 lobos marinos muertos en Perú por presunta gripe aviar)
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