Los casos exitosos de conservación de animales en zoológicos colombianos
Estos lugares cumplen tareas de conservación, educación y cuidado de animales que han sido traficados o sus hábitats desaparecieron. En el país, varias organizaciones trabajan junto con zoológicos para desarrollar proyectos de reproducción y protección de especies en peligro de extinción. El Espectador reunió varios ejemplos.
Aunque los zoológicos suelen recibir críticas, son lugares que también cumplen tareas importantes de conservación. Por ejemplo, para el biólogo y gerente de la Unidad de Bienestar Animal del Zoológico de Cali, Dave Wehdeking, los recintos que han evolucionado se convirtieron en espacios de conservación y protección para animales silvestres, especialmente para aquellos que son producto del tráfico.
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Con eso está de acuerdo Nataly Catelblanco, bióloga experta en conservación de fauna silvestre. “Hay que entender que, por más que no nos gusten los animales en cautiverio, siempre vamos a tenerlos porque sigue existiendo el tráfico ilegal y situaciones de pérdida de hábitat. Todos los zoológicos deben migrar a recintos en donde se tienen animales silvestres en cautiverio en buenas condiciones. Es importante recordar que muchos de ellos son animales rescatados y que es imposible liberarlos. ”, añade.
Adicionalmente, los zoológicos pueden ser embajadores de fundaciones y organizaciones que trabajan in situ, es decir, en el hábitat de los animales, para atraer recursos y poder conservar especies en peligro. “Existe una conexión entre el trabajo que hacemos organizaciones como la nuestra in-situ y los zoológicos. Resulta que los titíes cabeciblancos fueron muy populares en zoológicos de Europa y Estados Unidos y hoy ellos son los que nos apoyan con recursos para conservarlos en libertad en Colombia”, dice Rosamira Guillén, directora ejecutiva de la Fundación Proyecto Tití
También puede ver: Un proyecto de ley quiere acabar con los zoológicos. ¿Buena o mala idea?
Sin embargo, los tres expertos coinciden en que, si bien existen zoológicos que evolucionaron a estas figuras, aún quedan unos rezagados que propician malas prácticas y generan los debates. Para Carlos Lozano, abogado ambientalista, la ciudadanía y la ley pueden ser críticas con estos espacios que tienen en malas condiciones a los animales, pero insiste en que acabarlos podría ser un error por sus funciones de conservación, cuidado y educación.
Estos son cuatro ejemplos de conservación exitosa que ocurrieron y siguen gestándose en el país. Todos son especies amenazadas y los zoológicos son aliados imprescindibles en su desarrollo.
Aunque los zoológicos suelen recibir críticas, son lugares que también cumplen tareas importantes de conservación. Por ejemplo, para el biólogo y gerente de la Unidad de Bienestar Animal del Zoológico de Cali, Dave Wehdeking, los recintos que han evolucionado se convirtieron en espacios de conservación y protección para animales silvestres, especialmente para aquellos que son producto del tráfico.
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Con eso está de acuerdo Nataly Catelblanco, bióloga experta en conservación de fauna silvestre. “Hay que entender que, por más que no nos gusten los animales en cautiverio, siempre vamos a tenerlos porque sigue existiendo el tráfico ilegal y situaciones de pérdida de hábitat. Todos los zoológicos deben migrar a recintos en donde se tienen animales silvestres en cautiverio en buenas condiciones. Es importante recordar que muchos de ellos son animales rescatados y que es imposible liberarlos. ”, añade.
Adicionalmente, los zoológicos pueden ser embajadores de fundaciones y organizaciones que trabajan in situ, es decir, en el hábitat de los animales, para atraer recursos y poder conservar especies en peligro. “Existe una conexión entre el trabajo que hacemos organizaciones como la nuestra in-situ y los zoológicos. Resulta que los titíes cabeciblancos fueron muy populares en zoológicos de Europa y Estados Unidos y hoy ellos son los que nos apoyan con recursos para conservarlos en libertad en Colombia”, dice Rosamira Guillén, directora ejecutiva de la Fundación Proyecto Tití
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Sin embargo, los tres expertos coinciden en que, si bien existen zoológicos que evolucionaron a estas figuras, aún quedan unos rezagados que propician malas prácticas y generan los debates. Para Carlos Lozano, abogado ambientalista, la ciudadanía y la ley pueden ser críticas con estos espacios que tienen en malas condiciones a los animales, pero insiste en que acabarlos podría ser un error por sus funciones de conservación, cuidado y educación.
Estos son cuatro ejemplos de conservación exitosa que ocurrieron y siguen gestándose en el país. Todos son especies amenazadas y los zoológicos son aliados imprescindibles en su desarrollo.