Los humanos acabaron con el 60% de la vida
En solo 40 años, los sistemas actuales de producción y consumo han reducido en un 60 % las poblaciones de todas las especies del planeta.
Redacción Vivir
Por decimosegundo año consecutivo, la organización WWF presentó su informe anual sobre el estado de la naturaleza. En él, se confirma lo que ya en ocasiones anteriores se ha demostrado: el impacto de los seres humanos —que apenas representan el 0,01 % de todos los organismos vivos— sobre el resto del ecosistema es poderoso y nocivo. (Lea: La población mundial de vertebrados disminuyó 60% en los últimos 40 años)
Una de las conclusiones más impactantes es que en menos de 50 años (desde 1970), los seres humanos han causado una disminución del 60 % de las poblaciones de especies de aves, peces, mamíferos, anfibios y reptiles. Al ahondar en las causas de estas cifras, la WWF se encontró con que el modelo de desarrollo humano está íntimamente ligado a la destrucción de los ecosistemas.
Y es que actividades como la ganadería o la agricultura de monocultivo han transformado de forma radical el paisaje de todo el planeta. En mayo de este año, una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, y realizado por investigadores de Israel y Estados Unidos, encontró que de todos los mamíferos vivos el 60 % son cerdos y vacas, y el 70 % de las aves son pollos para la alimentación humana. “Espero que este trabajo les brinde a las personas una perspectiva sobre el papel dominante que la humanidad juega en la Tierra”, dijo en su momento Ron Milo, autor del estudio. (Puede leer: Los koalas desaparecen a un ritmo más rápido que la población mundial de animales)
A pesar del panorama, los 50 investigadores que participaron en el informe de la WWF dicen que hay motivos para creer en el cambio. El informe señala que los gobiernos mundiales deberán transformar sus modelos de desarrollo “para combatir el cambio climático, aumentar la ambición de sus compromisos, fomentar un desarrollo sostenible y detener y revertir la tendencia de pérdida de la naturaleza”.
Por decimosegundo año consecutivo, la organización WWF presentó su informe anual sobre el estado de la naturaleza. En él, se confirma lo que ya en ocasiones anteriores se ha demostrado: el impacto de los seres humanos —que apenas representan el 0,01 % de todos los organismos vivos— sobre el resto del ecosistema es poderoso y nocivo. (Lea: La población mundial de vertebrados disminuyó 60% en los últimos 40 años)
Una de las conclusiones más impactantes es que en menos de 50 años (desde 1970), los seres humanos han causado una disminución del 60 % de las poblaciones de especies de aves, peces, mamíferos, anfibios y reptiles. Al ahondar en las causas de estas cifras, la WWF se encontró con que el modelo de desarrollo humano está íntimamente ligado a la destrucción de los ecosistemas.
Y es que actividades como la ganadería o la agricultura de monocultivo han transformado de forma radical el paisaje de todo el planeta. En mayo de este año, una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, y realizado por investigadores de Israel y Estados Unidos, encontró que de todos los mamíferos vivos el 60 % son cerdos y vacas, y el 70 % de las aves son pollos para la alimentación humana. “Espero que este trabajo les brinde a las personas una perspectiva sobre el papel dominante que la humanidad juega en la Tierra”, dijo en su momento Ron Milo, autor del estudio. (Puede leer: Los koalas desaparecen a un ritmo más rápido que la población mundial de animales)
A pesar del panorama, los 50 investigadores que participaron en el informe de la WWF dicen que hay motivos para creer en el cambio. El informe señala que los gobiernos mundiales deberán transformar sus modelos de desarrollo “para combatir el cambio climático, aumentar la ambición de sus compromisos, fomentar un desarrollo sostenible y detener y revertir la tendencia de pérdida de la naturaleza”.