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Los fuegos en Australia, país con una flora y fauna única en el mundo, han puesto en peligro a 272 especies de plantas, 16 mamíferos, 14 ranas, 9 aves, 7 reptiles, 4 insectos, 4 peces y una araña, según un documento emitido por el Ministerio australiano del Medioambiente.
El Ministerio indicó también que 31 especies de las 327 han sido clasificadas bajo las leyes como “en peligro crítico”, otras 110 como “en peligro” y 186 como “vulnerable”. De igual forma, se ha impactado a cuatro especies de aves migratorias que no han sido clasificadas como en peligro, de acuerdo con este estudio preliminar que abarca desde el 1 de agosto de 2019 hasta el 13 de enero de 2020.
Los incendios arrasan más de 80.000 kilómetros cuadrados
Los fuegos, que han arrasado con una superficie de más de 80.000 kilómetros cuadrados (que es más grande que la que ocupa Irlanda) y se han cobrado la vida de 29 personas, afectan a más del 80 % de las áreas donde se distribuyen algunas de las especies.
“El estatus de algunas de estas especies tendrán que ser revisadas por el Comité Científico de Especies Amenazadas una vez que se entienda mejor el impacto”, señala el Ministerio.
(Lea:Casi medio millardo de animales han muerto por los incendios en Australia)
Australia acoge a una gran variedad de animales únicos en su territorio continental, con unas 300 especies nativas incluidos marsupiales como los canguros y los koalas, monotremas como los ornitorrincos y los equidnas, y los placentarios como los dingos. De estas, unas 244 especies o el 81 % se encuentran solo en Australia.
Estos datos oficiales se revelan semanas después de que un grupo de científicos de la Universidad de Sídney calcularan que los incendios forestales habrían afectado a más de mil millones de animales, entre ellos a una gran cantidad de koalas, que están en peligro de extinción en la costa este de Australia.
(Lea: Desde helicópteros lanzan comida a animales afectados por los incendios en Australia)
En el país arden casi un centenar de incendios en el este y sur de Australia, los cuales se agravaron en Nochevieja, y aunque desde el fin de semana se han producido lluvias torrenciales e inundaciones, incluso tormentas de arena y granizo en algunas zonas, estas condiciones meteorológicas no son suficientes para apagar las llamas.