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Los indígenas del Amazonas cazan y comen animales que se alimentan en zonas contaminadas por vertidos petroleros, según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y del International Institute of Social Studies.
El trabajo, que publica la revista ‘Environmental Research’, demuestra que las principales especies que cazan los indígenas de la selva amazónica de Perú ingieren agua y tierra contaminadas por hidrocarburos y metales pesados.
Animales en zonas contaminadas
La investigación muestra por primera vez imágenes de cómo los animales van a beber agua e ingerir tierras (geofagia) contaminada por vertidos o directamente a los pozos petroleros, y alerta del riesgo que supone para la salud de las poblaciones que dependen de la caza para su subsistencia.
La investigación forma parte de un proyecto científico que desarrolla el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental (ICTA-UAB) liderado por Martí Orta-Martínez, que desde hace más de una década analiza los niveles de contaminación por petróleo en una zona remota del Amazonas peruano, cerca de la frontera con Ecuador.
Los científicos han denunciado que la actividad petrolera lleva cuatro décadas contaminando tierras y cabeceras de los ríos, no sólo a través de vertidos accidentales sino por el derrame de las aguas de producción extraídas de los yacimientos junto con el petróleo.
Según el ICTA-UAB, estas aguas tienen altas concentraciones de sales y metales pesados como plomo, cadmio, cromo o bario e hidrocarburos. Los investigadores alertan de que esta contaminación, que afecta a ríos, suelos y sedimentos, se extiende hasta 3.000 kilómetros aguas abajo del río Amazonas, es bioacumulable y pone en riesgo la salud de peces, animales y personas.
Dos ejemplares de tapir beben agua contaminada y Oleoducto contaminante en la selva amazónica. Universidad Autónoma de Barcelona Investigación
En este trabajo, la instalación de cámaras trampa permitió registrar imágenes de cuatro especies salvajes (tapires, pacas, pecaris y ciervos rojos), las más importantes en la dieta de los indígenas de la región, ya que supone entre el 47 y el 67% del total de la carne que consumen.
Según la investigación, estos mamíferos, residentes en ecosistemas pobres en sales como los amazónicos, suelen compensar esta carencia dietética acudiendo a afloramientos minerales naturales para ingerir tierra y ahora visitan los vertidos atraídos por la elevada salinidad de las aguas de producción petroleras.
El hallazgo podría tener relación con los elevados niveles de plomo y cadmio detectados en la sangre de los 45.000 habitantes de las cinco etnias indígenas de la zona.
Esta área de selva amazónica fue declarada por el gobierno peruano en emergencia ambiental en 2013 y en emergencia sanitaria en 2014, pero, según la UAB, todavía no hay registros locales de morbilidad ni mortalidad, pese a que los científicos recuerdan que “estos compuestos son neurotóxicos y cancerígenos”.
En el marco de este estudio, el ICTA-UAB y el Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB han puesto en marcha un proyecto de participación ciudadana para identificar otras especies que puedan aparecer en las más de 8.000 grabaciones de vídeo-trampas que llevaron a cabo en la zona de Loreto (Perú) durante 500 días.
Mediante una plataforma digital interactiva en inglés y español, quieren identificar todas las especies que aparecen ingiriendo aguas y tierras contaminadas, y analizar su conducta.