Los magnates se apoderan del agua
Informe de la revista digital Conexión México cuenta cuál es el precio que está pagando una sociedad indiferente. Multimillonarios y los grandes bancos de Wall Street, están comprando agua por todo el mundo a un ritmo sin precedentes. Tendencia que preocupa.
El Espectador
A medida que aumentan las noticias por poblaciones que se están muriendo de sed, también crece la preocupación por otro fenómeno: grandes conglomerados bancarios como Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Citigroup, UBS, Deutsche Bank, Credit Suisse, Macquarie Bank, Barclays Bank, Blackstone Group, Allianz y HSBC, entre otros, consolidan su control sobre el agua del planeta.
El objetivo es obtener el derecho de aprovechar las aguas subterráneas, los acuíferos y los ríos, la tierra que contiene grandes extensiones de agua (lagos, lagunas y manantiales naturales en la superficie o en las aguas subterráneas), proyectos de desalinización, de purificación y tecnologías de tratamiento, empresas de servicios públicos de saneamiento del agua, mantenimiento y construcción de la infraestructura de suministro, servicios de ingeniería del agua y el sector de agua al por menor, como los que participan en la producción y las ventas de agua embotellada.
De acuerdo con un informe de la revista digital Enlace México, grandes magnates como T. Boone Pickens; el ex presidente George HW Bush y su familia; Li Ka-shing, de Hong Kong; Manuel V. Pangilinan, y multimillonarios filipinos, entre otros, están comprando miles de hectáreas de tierra con acuíferos, lagos, derechos sobre el agua, servicios sanitarios y acciones en empresas de tecnología e ingeniería del agua de todo el mundo. El artículo cuestiona cómo mientras los multimillonarios acaparan las zonas de producción de agua, los gobiernos les facilitan el camino al tratar de limitar la capacidad de los ciudadanos para ser autosuficientes en el suministro.
Y cómo ejemplo, muestra las dos caras de la moneda: mientras en Oregon (EE.UU) condenaron a 30 días de cárcel al ciudadano Gary Harrington por recoger de agua de lluvia en tres estanques situados en su terreno privado, el multimillonario T. Boone Pickens es propietario de los derechos de agua del acuífero de Ogallala (EE.UU), que le permite drenar aproximadamente 245.000 millones de litros de agua al año sin que nadie le condene por ello. “Lo anterior es un ejemplo del extraño nuevo orden mundial en el que los multimillonarios y los bancos pueden poseer acuíferos, pero los ciudadanos ni siquiera pueden recoger lluvia en sus propios patios”, dice el informe.
De acuerdo con un análisis de renta variable de JP Morgan, publicado en 2012, se establece claramente que “Wall Street parece consciente de las oportunidades de inversión en infraestructura de abastecimiento de agua, tratamiento de aguas residuales y tecnologías de gestión de la demanda”. De hecho, Wall Street se prepara para sacar provecho de la apropiación mundial del agua en las próximas décadas
Goldman Group, Citigroup, UBS Investment Research, Credit Suisse y JP Morgan Chase, en sus estudios de inversion han pronosticado que el agua será más importante que el petróleo y por eso se han dedicado a convencer a sus inversionistas y otras empresas en el mundo, que en este negocio estará la mejor inversión en el futuro. Por eso, desde hace una década vienen acaparando el mercado.
Además de estos, existen muchos más y numerosos fondos de inversión y de cobertura centrados en el enorme negocio del agua, como Calvert Global WaterFund, Allianz RCM Global WaterFund, PFW Water Fund, Kinetics WaterIn frastructure Advantaged Fund, Master Water Equity Fund, WaterPartnersFund, etc. A ellos debemos añadir también fondos soberanos que están invirtiendo en el control del agua por todo el mundo.
“El agua es y seguirá siendo indispensable para nuestra vida y es por esa razón que las élites económicas que controlan el mundo confluyen sus esfuerzos en el control de este vital insumo. Hace centenares de miles de años, el agua fluía libremente por valles y llanuras y todos los animales podían disfrutar libremente de ella, pues no era propiedad de nadie. Ahora, gracias al desarrollo de la civilización y a la ignorancia, inacción y falta de dignidad de la sociedad, el agua ya es propiedad de unos pocos y pronto deberemos suplicar por ella, como si fuéramos tristes esclavos. Sin duda, éste es el precio que debemos pagar por no haber actuado contundentemente cuando debíamos y tuvimos la oportunidad de hacerlo”, concluye el informe.
Insumo estratégico
Desde 2008, los bancos empezaron su cruzada, al identificar al agua como un bien fundamental, más crucial que el petróleo. Ya lo había dicho el grupo de inversión Goldman Sachs, que declaró en 2008 que el agua será “el petróleo del próximo siglo”. En una conferencia sobre los cinco riesgos del siglo XXI, una “escasez de agua calamitosa”, fue calificada como la amenaza más grave para la humanidad, que la de alimentos y de energía.
Goldman Group
Su carrera por el agua inició en 2003, cuando se asoció con una de las firmas de capital privado más grandes del mundo “Blackstone Group y Apollo Management” para adquirir Ondeo Nalco, empresa líder en el suministro de productos químicos y servicios de procesamiento de agua, que opera en 130 países. En 2008 adquirió “China Water and Drinks inc”, que suministra agua purificada a proveedores como Coca-Cola y es un importante productor y distribuidor de agua embotellada en China (debido a la escases del líquido, el sector de agua embotellada es el de mayor crecimiento). En 2012 compró Veolia Water, que suministra agua a 3.5 millones de personas en el sureste de Inglaterra.
Citigroup
Afirma que el agua como activo se convertirá en el más importante entre los productos básicos. Una oportunidad lucrativa en el agua reside, en la fracturación hidráulica (fracking), ya que genera una demanda masiva de agua (Cada pozo de petróleo basado en el fracking, requiere de 11 a 18 millones de litros de agua) y por eso este grupo le recomienda a los propietarios de derechos de agua que vendan su agua a empresas de fracking en lugar de a los agricultores, ya que el agua de la fractura hidráulica se puede vender a un precio 60 veces superior.
Citigroup ha invertido agresivamente en la compra de infraestructuras de suministro de agua por todo el mundo. Sin embargo, no ha incursionado solo. Por ejemplo, entró en el inmenso mercado de las infraestructuras del agua de la India, mediante la asociación con el Blackstone Group y dos compañías de financiamiento privado de la India
UBS Investment Research
Una división de la sede en Suiza del UBS AG, el mayor banco de Europa por activos, en 2006 tituló un informe de investigación como “La escasez de agua: ¿La crisis definitoria del siglo XXI?”. En 2007, junto con JP Morgan y el Fondo Challenger de Australia, compraron Southern Water en el Reino Unido por 4.200 millones de libras esterlinas.
Credit Suisse
Publicó un informe en 2008 el que aconsejaba a sus inversores que una forma de tomar ventaja era invertir en empresas orientadas a la generación de agua, conservación, tratamiento, infraestructura y desalinización. Según su informe, la tendencia es al agotamiento de las reservas de agua dulce atribuible a la contaminación, la desaparición de los glaciares (la principal fuente de reservas de agua dulce) y el crecimiento de la población. Y agregaba: dos tercios de la población mundial es probable que vivan bajo condiciones de estrés hídrico para 2025.En vista al enorme negocio, el banco se ha asociado con gigantes industriales de las infraestructuras como General Electric Infraestructure, Cleantech Group y Consensus Business Group.
JP Morgan Chase
Se ha dedicado a comprar infraestructuras de agua por todo el mundo. Ve el financiamiento de la infraestructura del agua como un fenómeno global y sus analistas estiman que la inversión en infraestructuras en los mercados emergentes será de aproximadamente 21.7 billones de dólares durante la próxima década. Ha centrado grandes esfuerzos en la India, uniéndose a Citigroup, Blackstone Group, 3i Group y el Banco ICICI (el segundo banco más grande de la India). Global Equity Research de JPMorgan publicó un informe de 60 páginas llamado “reloj de agua: una guía para la evaluación de riesgos corporativos en un mundo sediento”, el 1 de abril de 2008.
A medida que aumentan las noticias por poblaciones que se están muriendo de sed, también crece la preocupación por otro fenómeno: grandes conglomerados bancarios como Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Citigroup, UBS, Deutsche Bank, Credit Suisse, Macquarie Bank, Barclays Bank, Blackstone Group, Allianz y HSBC, entre otros, consolidan su control sobre el agua del planeta.
El objetivo es obtener el derecho de aprovechar las aguas subterráneas, los acuíferos y los ríos, la tierra que contiene grandes extensiones de agua (lagos, lagunas y manantiales naturales en la superficie o en las aguas subterráneas), proyectos de desalinización, de purificación y tecnologías de tratamiento, empresas de servicios públicos de saneamiento del agua, mantenimiento y construcción de la infraestructura de suministro, servicios de ingeniería del agua y el sector de agua al por menor, como los que participan en la producción y las ventas de agua embotellada.
De acuerdo con un informe de la revista digital Enlace México, grandes magnates como T. Boone Pickens; el ex presidente George HW Bush y su familia; Li Ka-shing, de Hong Kong; Manuel V. Pangilinan, y multimillonarios filipinos, entre otros, están comprando miles de hectáreas de tierra con acuíferos, lagos, derechos sobre el agua, servicios sanitarios y acciones en empresas de tecnología e ingeniería del agua de todo el mundo. El artículo cuestiona cómo mientras los multimillonarios acaparan las zonas de producción de agua, los gobiernos les facilitan el camino al tratar de limitar la capacidad de los ciudadanos para ser autosuficientes en el suministro.
Y cómo ejemplo, muestra las dos caras de la moneda: mientras en Oregon (EE.UU) condenaron a 30 días de cárcel al ciudadano Gary Harrington por recoger de agua de lluvia en tres estanques situados en su terreno privado, el multimillonario T. Boone Pickens es propietario de los derechos de agua del acuífero de Ogallala (EE.UU), que le permite drenar aproximadamente 245.000 millones de litros de agua al año sin que nadie le condene por ello. “Lo anterior es un ejemplo del extraño nuevo orden mundial en el que los multimillonarios y los bancos pueden poseer acuíferos, pero los ciudadanos ni siquiera pueden recoger lluvia en sus propios patios”, dice el informe.
De acuerdo con un análisis de renta variable de JP Morgan, publicado en 2012, se establece claramente que “Wall Street parece consciente de las oportunidades de inversión en infraestructura de abastecimiento de agua, tratamiento de aguas residuales y tecnologías de gestión de la demanda”. De hecho, Wall Street se prepara para sacar provecho de la apropiación mundial del agua en las próximas décadas
Goldman Group, Citigroup, UBS Investment Research, Credit Suisse y JP Morgan Chase, en sus estudios de inversion han pronosticado que el agua será más importante que el petróleo y por eso se han dedicado a convencer a sus inversionistas y otras empresas en el mundo, que en este negocio estará la mejor inversión en el futuro. Por eso, desde hace una década vienen acaparando el mercado.
Además de estos, existen muchos más y numerosos fondos de inversión y de cobertura centrados en el enorme negocio del agua, como Calvert Global WaterFund, Allianz RCM Global WaterFund, PFW Water Fund, Kinetics WaterIn frastructure Advantaged Fund, Master Water Equity Fund, WaterPartnersFund, etc. A ellos debemos añadir también fondos soberanos que están invirtiendo en el control del agua por todo el mundo.
“El agua es y seguirá siendo indispensable para nuestra vida y es por esa razón que las élites económicas que controlan el mundo confluyen sus esfuerzos en el control de este vital insumo. Hace centenares de miles de años, el agua fluía libremente por valles y llanuras y todos los animales podían disfrutar libremente de ella, pues no era propiedad de nadie. Ahora, gracias al desarrollo de la civilización y a la ignorancia, inacción y falta de dignidad de la sociedad, el agua ya es propiedad de unos pocos y pronto deberemos suplicar por ella, como si fuéramos tristes esclavos. Sin duda, éste es el precio que debemos pagar por no haber actuado contundentemente cuando debíamos y tuvimos la oportunidad de hacerlo”, concluye el informe.
Insumo estratégico
Desde 2008, los bancos empezaron su cruzada, al identificar al agua como un bien fundamental, más crucial que el petróleo. Ya lo había dicho el grupo de inversión Goldman Sachs, que declaró en 2008 que el agua será “el petróleo del próximo siglo”. En una conferencia sobre los cinco riesgos del siglo XXI, una “escasez de agua calamitosa”, fue calificada como la amenaza más grave para la humanidad, que la de alimentos y de energía.
Goldman Group
Su carrera por el agua inició en 2003, cuando se asoció con una de las firmas de capital privado más grandes del mundo “Blackstone Group y Apollo Management” para adquirir Ondeo Nalco, empresa líder en el suministro de productos químicos y servicios de procesamiento de agua, que opera en 130 países. En 2008 adquirió “China Water and Drinks inc”, que suministra agua purificada a proveedores como Coca-Cola y es un importante productor y distribuidor de agua embotellada en China (debido a la escases del líquido, el sector de agua embotellada es el de mayor crecimiento). En 2012 compró Veolia Water, que suministra agua a 3.5 millones de personas en el sureste de Inglaterra.
Citigroup
Afirma que el agua como activo se convertirá en el más importante entre los productos básicos. Una oportunidad lucrativa en el agua reside, en la fracturación hidráulica (fracking), ya que genera una demanda masiva de agua (Cada pozo de petróleo basado en el fracking, requiere de 11 a 18 millones de litros de agua) y por eso este grupo le recomienda a los propietarios de derechos de agua que vendan su agua a empresas de fracking en lugar de a los agricultores, ya que el agua de la fractura hidráulica se puede vender a un precio 60 veces superior.
Citigroup ha invertido agresivamente en la compra de infraestructuras de suministro de agua por todo el mundo. Sin embargo, no ha incursionado solo. Por ejemplo, entró en el inmenso mercado de las infraestructuras del agua de la India, mediante la asociación con el Blackstone Group y dos compañías de financiamiento privado de la India
UBS Investment Research
Una división de la sede en Suiza del UBS AG, el mayor banco de Europa por activos, en 2006 tituló un informe de investigación como “La escasez de agua: ¿La crisis definitoria del siglo XXI?”. En 2007, junto con JP Morgan y el Fondo Challenger de Australia, compraron Southern Water en el Reino Unido por 4.200 millones de libras esterlinas.
Credit Suisse
Publicó un informe en 2008 el que aconsejaba a sus inversores que una forma de tomar ventaja era invertir en empresas orientadas a la generación de agua, conservación, tratamiento, infraestructura y desalinización. Según su informe, la tendencia es al agotamiento de las reservas de agua dulce atribuible a la contaminación, la desaparición de los glaciares (la principal fuente de reservas de agua dulce) y el crecimiento de la población. Y agregaba: dos tercios de la población mundial es probable que vivan bajo condiciones de estrés hídrico para 2025.En vista al enorme negocio, el banco se ha asociado con gigantes industriales de las infraestructuras como General Electric Infraestructure, Cleantech Group y Consensus Business Group.
JP Morgan Chase
Se ha dedicado a comprar infraestructuras de agua por todo el mundo. Ve el financiamiento de la infraestructura del agua como un fenómeno global y sus analistas estiman que la inversión en infraestructuras en los mercados emergentes será de aproximadamente 21.7 billones de dólares durante la próxima década. Ha centrado grandes esfuerzos en la India, uniéndose a Citigroup, Blackstone Group, 3i Group y el Banco ICICI (el segundo banco más grande de la India). Global Equity Research de JPMorgan publicó un informe de 60 páginas llamado “reloj de agua: una guía para la evaluación de riesgos corporativos en un mundo sediento”, el 1 de abril de 2008.