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En el imaginario tenemos la idea de que los pandas son animales perezosos que llevan una vida casi que en solitario. Pero, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan encontró que son mucho más sociables de lo que pensábamos. Los resultados fueron publicados en la revista Ursus. (Lea: Las actividades humanas han llevado a la extinción a cerca de 1.400 especies de aves)
Para este nuevo estudio, los investigadores analizaron el estilo de vida de los ejemplares que habitan en la Reserva Natural Wolong, en China. El equipo liderado por Thomas Connor pasó meses en los bosques donde hay ejemplares para rastrear sus señales.
“Una vez que le echas ojo, puedes ver en las cimas de las colinas y en diferentes senderos que marcan el olor, que están teñidos con una sustancia cerosa. Los pandas parecen estar haciendo esto con frecuencia”, anotó Connor.
De acuerdo con el investigador, era muy notorio que los pandas intercambiaban información a través de un comportamiento de marcado olfativo. (Puede leer: Chimpancés y bonobos podrían recordar a conocidos que no han visto en décadas)
Con el propósito de vincular este comportamiento de los pandas con una estructura social, los investigadores comenzaron a documentar las comunidades de pandas cercanas. Luego, los rastrearon por medio de sus “redes sociales” que, en este caso, son los árboles aromáticos.
“Al igual que Facebook es asíncrono, lo que significa que no es necesario estar en el mismo lugar al mismo tiempo. Permite transmitir a muchos y es un récord. Un panda marcando un árbol no es tan diferente de una publicación en Facebook”, explica el investigador.
Estos datos fueron complementados con unas muestras de excremento de panda y luego los científicos extrajeron su ADN. “Esta información permitió identificar pandas específicos en las proximidades de los árboles que marcaban el olor y mostró si estos estaban relacionados entre sí. Combinamos con la información del método de comunicación elegido para explorar su red social”, anota el investigador. (Lea también: Aletas de este delfín llaman la atención: son ganchudas y dan la apariencia de pulgares)
Para los investigadores, así los pandas no se comuniquen directamente ni se encuentren físicamente, pueden intercambiar información por la química de su olor. “Los árboles que marcan el olor están llenos de información, que le dice al rastreador quién es el animal o si lo ha encontrado antes. También indica el sexo del marcador, una idea de cuán dominante y grande es el oso, y si está listo para aparearse”, añade.
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