Más de 3.000 millones de personas viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático
Esto señala el último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), titulado “Impactos, adaptación y vulnerabilidad”, que escribieron 270 científicos. Cerca del 85 % de especies y comunidades en Suramérica tendrán un impacto negativo y la región sufrirá aún más por escasez de agua. De hecho, el informe señala que los flujos de agua se degradarán especialmente en zonas altas, como páramos.
María Mónica Monsalve
Tras dos semanas de reunión, esta mañana el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) publicó el segundo capítulo de lo que será su sexto gran informe sobre este fenómeno en el mundo, un proceso que más de 200 científicos internacionales llevan actualizando periódicamente desde 1990. Este capítulo recién salido del horno, “Impactos, adaptación y vulnerabilidad”, se enfocó, por primera vez, más en las relaciones que existen entre el clima, los ecosistemas, la biodiversidad y las sociedades humanas, involucrando con mayor énfasis a las ciencias sociales y los saberes indígenas y locales, para no solo conocer los estragos que el cambio climático ha dejado y dejará, sino para entender si la forma como nos hemos venido preparando ante esto es suficiente. (Lea: Una breve guía para entender el reciente informe de cambio climático del IPCC)
En agosto de 2021 el IPCC ya había publicado un primer capítulo sobre la ciencia física del cambio climático y, a lo largo de 2022, se concluirá también el tercer capítulo sobre mitigación (o cómo reducir las emisiones que causa este fenómeno). Así, se espera que para finales del año se apruebe el resumen del informe entero, incluyendo las principales claves de los tres capítulos anteriores.
Vale aclarar que lo que hacen los líderes de estos informes del IPCC, que en “Impactos, adaptación y vulnerabilidad” incluyó a 270 autores de 67 países y 675 científicos que contribuyeron con sus comentarios, es revisar toda la nueva evidencia, los datos e investigaciones que se han ido generando sobre el tema, por lo que algunas de las conclusiones ya las conocíamos, solo que, ahora, tenemos mayor certeza sobre estas.
Por ejemplo, el nuevo capítulo del IPCC asegura, con un alto grado de confianza, que el cambio climático generado por los humanos, incluyendo eventos climáticos más extremos, frecuentes e intensos, ha causado impactos adversos generalizados en la naturaleza y las personas que van más allá de la variabilidad climática. Algunos de los datos claves que arroja es que, a escala mundial, aproximadamente de 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos que son altamente vulnerables a este fenómeno, al igual que una gran porción de las especies.
De hecho, señalan que si incluso logramos mantenernos en la meta de no superar un aumento de la temperatura por encima de 1,5 °C a corto plazo, no se eliminarán los riesgos que existen ante el cambio climático (con un grado muy alto de certeza), aunque sí se pueden reducir substancialmente algunas pérdidas en las poblaciones humanas y los ecosistemas. Estas, de alguna manera, son varias ideas generales sobre los impactos del cambio climático.
¿Pero qué encontró el IPCC sobre la adaptación o la forma en la que nos estamos preparando ante estos impactos? Las noticias pueden no ser muy buenas. Según los autores, aunque se identificó que en todos los sectores hay planes de adaptación, existe una brecha enorme frente a su implementación. En otras palabras, se podría decir que las ideas se están quedando en el papel. Además, advierten que, en muchos casos, tales iniciativas de adaptación aumentan la vulnerabilidad al cambio climático. (Puede leer: Los glaciares en el mundo contienen menos agua de lo que se creía)
Finalmente, en cuanto a vulnerabilidad, el IPCC da unos aspectos claves sobre las hojas de ruta a seguir para disminuirla. Recuerdan, como ya se ha dicho, que las iniciativas que busquen enfrentar el cambio climático se deben realizar en alianza con las mujeres, los jóvenes, comunidades indígenas y locales, y minorías étnicas. Igualmente, las ciudades y la conservación de la biodiversidad serán puntos importantes para reducir nuestra vulnerabilidad. “La tendencia mundial de urbanización también ofrece una oportunidad crítica a corto plazo para promover el desarrollo resiliente al clima, y mantener la resiliencia de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos a escala global depende de la conservación efectiva de aproximadamente del 30 % al 50 % de los suelos de la Tierra”, señalan para cada una.
La ventana para actuar, advierten los científicos, se hace cada vez más estrecha. “La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global concertada perderá la ventana para asegurar un futuro habitable”, dijo Hans-Otto Pörtner, presidente del Grupo II del IPCC, equipo encargado de escribir este capítulo.
¿Cómo impactará el cambio climático a Suramérica?
Con cada nuevo informe del IPCC, no solo hay más certeza sobre ciertos impactos del cambio climático, sino más y mayor énfasis en datos regionales. De hecho, el informe “Impactos, adaptación y vulnerabilidad” tiene capítulos dedicados a cada región, incluyendo uno para Suramérica y Centroamérica, en donde está ubicado Colombia.
La región es altamente vulnerable ante el cambio climático, una situación que se amplifica por “la inequidad, la pobreza, el aumento demográfico y el cambio del uso del suelo, en particular la deforestación, que tiene consecuencias en la pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo”. Los impactos que ya se han observado son: aumento de temperatura y sequías extremas, incremento del nivel del mar, erosión costera y acidificación del mar con blanqueamiento de corales, lo que, sumado, implica menos oferta de agua, problemas con la agricultura, afectación de la pesca artesanal e impactos negativos en la salud humana. (Le puede interesar: Paola Andrea Arias, la colombiana que participó en el informe del IPCC)
Estos son algunos de los impactos puntuales identificados en cada sector de la región:
- Ecosistemas: además de que se espera que los arrecifes de coral pierdan su hábitat en Sur y Centroamérica, el IPCC pronostica que alrededor del 85 % de especies de plantas, animales, hábitat y comunidades en la región tengan un impacto negativo, aunque esto último con un nivel de confianza medio. La selva amazónica, además, es altamente vulnerable a las sequías y, de hecho, parte de las altas temperaturas registradas en la Amazonia, como la de 1998, 2005, 2010, 2015 y 2016, se pueden atribuir al cambio climático.
- Ciudades: a la vulnerabilidad al cambio climático de las ciudades —espacios donde se repiten las inequidades de la región— se suma “la inestabilidad política y de las instituciones que sufren de corrupción, gobernanza débil y baja capacidad financiera para adaptarse”.
- Agua: la ciencia lo reafirma, la región sufrirá aún más por escasez de agua y habrá competencia por este recurso. Los flujos de agua se degradarán especialmente en zonas altas, como páramos, teniendo un impacto negativo en la agricultura, salud pública y producción de energía. Esto último con un alto grado de confianza.
- Alimentación y agricultura: desde mediados del siglo XX, el aumento de precipitación como consecuencia del cambio climático en algunas zonas de América del Sur ha resultado beneficioso para la agricultura. Sin embargo, la situación es contraria para Centroamérica y los Andes tropicales, donde las lluvias, en general, han menguado.
- Migración: este punto es uno en los que hay más incertidumbre. No obstante, el IPCC asegura que los Andes, el norte de Brasil y, en general, los países del norte de Centroamérica están entre las zonas más sensibles a vivir migraciones y desplazamientos relacionados con el clima, esto con un alto nivel de confianza. (Podría leer: Los días de calor extremo podrían generar mayores emergencias de salud mental)
- Salud: ya lo habían anunciado otros reportes como el de The Lancet Countdown: el cambio climático impactará nuestra salud de maneras sin precedentes. En el caso de Suramérica y Centroamérica, habrá un gran impacto en la transmisión de enfermedades infecciosas, como un aumento de casos de dengue, chikunguña y zika.
Tras dos semanas de reunión, esta mañana el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) publicó el segundo capítulo de lo que será su sexto gran informe sobre este fenómeno en el mundo, un proceso que más de 200 científicos internacionales llevan actualizando periódicamente desde 1990. Este capítulo recién salido del horno, “Impactos, adaptación y vulnerabilidad”, se enfocó, por primera vez, más en las relaciones que existen entre el clima, los ecosistemas, la biodiversidad y las sociedades humanas, involucrando con mayor énfasis a las ciencias sociales y los saberes indígenas y locales, para no solo conocer los estragos que el cambio climático ha dejado y dejará, sino para entender si la forma como nos hemos venido preparando ante esto es suficiente. (Lea: Una breve guía para entender el reciente informe de cambio climático del IPCC)
En agosto de 2021 el IPCC ya había publicado un primer capítulo sobre la ciencia física del cambio climático y, a lo largo de 2022, se concluirá también el tercer capítulo sobre mitigación (o cómo reducir las emisiones que causa este fenómeno). Así, se espera que para finales del año se apruebe el resumen del informe entero, incluyendo las principales claves de los tres capítulos anteriores.
Vale aclarar que lo que hacen los líderes de estos informes del IPCC, que en “Impactos, adaptación y vulnerabilidad” incluyó a 270 autores de 67 países y 675 científicos que contribuyeron con sus comentarios, es revisar toda la nueva evidencia, los datos e investigaciones que se han ido generando sobre el tema, por lo que algunas de las conclusiones ya las conocíamos, solo que, ahora, tenemos mayor certeza sobre estas.
Por ejemplo, el nuevo capítulo del IPCC asegura, con un alto grado de confianza, que el cambio climático generado por los humanos, incluyendo eventos climáticos más extremos, frecuentes e intensos, ha causado impactos adversos generalizados en la naturaleza y las personas que van más allá de la variabilidad climática. Algunos de los datos claves que arroja es que, a escala mundial, aproximadamente de 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos que son altamente vulnerables a este fenómeno, al igual que una gran porción de las especies.
De hecho, señalan que si incluso logramos mantenernos en la meta de no superar un aumento de la temperatura por encima de 1,5 °C a corto plazo, no se eliminarán los riesgos que existen ante el cambio climático (con un grado muy alto de certeza), aunque sí se pueden reducir substancialmente algunas pérdidas en las poblaciones humanas y los ecosistemas. Estas, de alguna manera, son varias ideas generales sobre los impactos del cambio climático.
¿Pero qué encontró el IPCC sobre la adaptación o la forma en la que nos estamos preparando ante estos impactos? Las noticias pueden no ser muy buenas. Según los autores, aunque se identificó que en todos los sectores hay planes de adaptación, existe una brecha enorme frente a su implementación. En otras palabras, se podría decir que las ideas se están quedando en el papel. Además, advierten que, en muchos casos, tales iniciativas de adaptación aumentan la vulnerabilidad al cambio climático. (Puede leer: Los glaciares en el mundo contienen menos agua de lo que se creía)
Finalmente, en cuanto a vulnerabilidad, el IPCC da unos aspectos claves sobre las hojas de ruta a seguir para disminuirla. Recuerdan, como ya se ha dicho, que las iniciativas que busquen enfrentar el cambio climático se deben realizar en alianza con las mujeres, los jóvenes, comunidades indígenas y locales, y minorías étnicas. Igualmente, las ciudades y la conservación de la biodiversidad serán puntos importantes para reducir nuestra vulnerabilidad. “La tendencia mundial de urbanización también ofrece una oportunidad crítica a corto plazo para promover el desarrollo resiliente al clima, y mantener la resiliencia de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos a escala global depende de la conservación efectiva de aproximadamente del 30 % al 50 % de los suelos de la Tierra”, señalan para cada una.
La ventana para actuar, advierten los científicos, se hace cada vez más estrecha. “La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global concertada perderá la ventana para asegurar un futuro habitable”, dijo Hans-Otto Pörtner, presidente del Grupo II del IPCC, equipo encargado de escribir este capítulo.
¿Cómo impactará el cambio climático a Suramérica?
Con cada nuevo informe del IPCC, no solo hay más certeza sobre ciertos impactos del cambio climático, sino más y mayor énfasis en datos regionales. De hecho, el informe “Impactos, adaptación y vulnerabilidad” tiene capítulos dedicados a cada región, incluyendo uno para Suramérica y Centroamérica, en donde está ubicado Colombia.
La región es altamente vulnerable ante el cambio climático, una situación que se amplifica por “la inequidad, la pobreza, el aumento demográfico y el cambio del uso del suelo, en particular la deforestación, que tiene consecuencias en la pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo”. Los impactos que ya se han observado son: aumento de temperatura y sequías extremas, incremento del nivel del mar, erosión costera y acidificación del mar con blanqueamiento de corales, lo que, sumado, implica menos oferta de agua, problemas con la agricultura, afectación de la pesca artesanal e impactos negativos en la salud humana. (Le puede interesar: Paola Andrea Arias, la colombiana que participó en el informe del IPCC)
Estos son algunos de los impactos puntuales identificados en cada sector de la región:
- Ecosistemas: además de que se espera que los arrecifes de coral pierdan su hábitat en Sur y Centroamérica, el IPCC pronostica que alrededor del 85 % de especies de plantas, animales, hábitat y comunidades en la región tengan un impacto negativo, aunque esto último con un nivel de confianza medio. La selva amazónica, además, es altamente vulnerable a las sequías y, de hecho, parte de las altas temperaturas registradas en la Amazonia, como la de 1998, 2005, 2010, 2015 y 2016, se pueden atribuir al cambio climático.
- Ciudades: a la vulnerabilidad al cambio climático de las ciudades —espacios donde se repiten las inequidades de la región— se suma “la inestabilidad política y de las instituciones que sufren de corrupción, gobernanza débil y baja capacidad financiera para adaptarse”.
- Agua: la ciencia lo reafirma, la región sufrirá aún más por escasez de agua y habrá competencia por este recurso. Los flujos de agua se degradarán especialmente en zonas altas, como páramos, teniendo un impacto negativo en la agricultura, salud pública y producción de energía. Esto último con un alto grado de confianza.
- Alimentación y agricultura: desde mediados del siglo XX, el aumento de precipitación como consecuencia del cambio climático en algunas zonas de América del Sur ha resultado beneficioso para la agricultura. Sin embargo, la situación es contraria para Centroamérica y los Andes tropicales, donde las lluvias, en general, han menguado.
- Migración: este punto es uno en los que hay más incertidumbre. No obstante, el IPCC asegura que los Andes, el norte de Brasil y, en general, los países del norte de Centroamérica están entre las zonas más sensibles a vivir migraciones y desplazamientos relacionados con el clima, esto con un alto nivel de confianza. (Podría leer: Los días de calor extremo podrían generar mayores emergencias de salud mental)
- Salud: ya lo habían anunciado otros reportes como el de The Lancet Countdown: el cambio climático impactará nuestra salud de maneras sin precedentes. En el caso de Suramérica y Centroamérica, habrá un gran impacto en la transmisión de enfermedades infecciosas, como un aumento de casos de dengue, chikunguña y zika.