Muertes por desastres climáticos alcanzan máximo en una década en EE.UU.
Casi 700 personas murieron debido a una serie de desastres climáticos en Estados Unidos en 2021, la mayor cantidad registrada desde 2011, según un informe divulgado este lunes por una agencia meteorológica federal.
El año “estuvo marcado por extremos en Estados Unidos, incluido un calor excepcional, un devastador clima severo y el segundo número más alto de desastres meteorológicos y climáticos, con costo de miles de millones de dólares”, señaló la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El número de muertos por desastres relacionados con el clima en los 48 estados del territorio continental más el Distrito de Columbia ascendió a 688, más del doble de la cifra de 262 establecida en 2020, indicó la agencia.
La actividad humana ha causado un cambio climático que amenaza la vida y ha resultado en acontecimientos ambientales más severos en todo el mundo, según numerosos expertos del tema. (Le puede interesar: De una isla del Caribe al plato de sushi: el millonario negocio de pescar anguilas)
Veinte incidentes meteorológicos separados le costaron al país mil millones de dólares o más, la segunda mayor cantidad de desastres con ese costo registrados en un año calendario después de 2020, que tuvo 22, precisó la entidad. Los costosos desastres incluyeron cuatro huracanes, tres tornados, dos inundaciones, una ola de frío polar e incendios forestales, sequías y olas de calor extremo en el oeste.
Estadísticas “aleccionadoras”
Rachel Cleetus, directora de políticas y economista principal del Programa de Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados, calificó las estadísticas como “aleccionadoras”.
“El impacto devastador y el trauma impuesto por los desastres meteorológicos y climáticos extremos ha golpeado, y continúa golpeando, a algunas personas más que a otras, como a las comunidades de color, comunidades de bajos ingresos y comunidades que han soportado múltiples desastres”, dijo.
Por ejemplo, una fuerte ola de frío dejó a millones de estadounidenses sin electricidad en febrero, cuando un sistema de tormentas invernales mortales se apoderó de grandes extensiones de Estados Unidos, llegando incluso al sur de México. (Lea: Calentamiento del agua tiene en peligro a las anchoas)
Las temperaturas bajas récord sacudieron lugares mal preparados para tales condiciones, abrumando a las empresas de servicios públicos locales y enfureciendo a los residentes que se quedaron acurrucados bajo abrigos y mantas, defendiéndose por sí mismos. Se registraron más de 20 muertes relacionadas con la tormenta.
El huracán Ida, en tanto, golpeó la costa del Golfo como un ciclón de categoría 4 a finales de agosto, generando grandes inundaciones y dejando sin electricidad amplias áreas de esta región muy poblada.
El golpe final de esa tormenta mató al menos a 47 personas en el noreste de Estados Unidos, al convertir las calles en caudalosos ríos, inundando sótanos y cerrando el metro de Nueva York. (Lea: Usar los ingredientes de la selva para frenar la deforestación)
La NOAA informó también que 2021 se clasificó como el cuarto año más cálido en un período de registro de 127 años, con temperaturas promedio de 12,5 grados Celsius en Estados Unidos.
El año “estuvo marcado por extremos en Estados Unidos, incluido un calor excepcional, un devastador clima severo y el segundo número más alto de desastres meteorológicos y climáticos, con costo de miles de millones de dólares”, señaló la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El número de muertos por desastres relacionados con el clima en los 48 estados del territorio continental más el Distrito de Columbia ascendió a 688, más del doble de la cifra de 262 establecida en 2020, indicó la agencia.
La actividad humana ha causado un cambio climático que amenaza la vida y ha resultado en acontecimientos ambientales más severos en todo el mundo, según numerosos expertos del tema. (Le puede interesar: De una isla del Caribe al plato de sushi: el millonario negocio de pescar anguilas)
Veinte incidentes meteorológicos separados le costaron al país mil millones de dólares o más, la segunda mayor cantidad de desastres con ese costo registrados en un año calendario después de 2020, que tuvo 22, precisó la entidad. Los costosos desastres incluyeron cuatro huracanes, tres tornados, dos inundaciones, una ola de frío polar e incendios forestales, sequías y olas de calor extremo en el oeste.
Estadísticas “aleccionadoras”
Rachel Cleetus, directora de políticas y economista principal del Programa de Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados, calificó las estadísticas como “aleccionadoras”.
“El impacto devastador y el trauma impuesto por los desastres meteorológicos y climáticos extremos ha golpeado, y continúa golpeando, a algunas personas más que a otras, como a las comunidades de color, comunidades de bajos ingresos y comunidades que han soportado múltiples desastres”, dijo.
Por ejemplo, una fuerte ola de frío dejó a millones de estadounidenses sin electricidad en febrero, cuando un sistema de tormentas invernales mortales se apoderó de grandes extensiones de Estados Unidos, llegando incluso al sur de México. (Lea: Calentamiento del agua tiene en peligro a las anchoas)
Las temperaturas bajas récord sacudieron lugares mal preparados para tales condiciones, abrumando a las empresas de servicios públicos locales y enfureciendo a los residentes que se quedaron acurrucados bajo abrigos y mantas, defendiéndose por sí mismos. Se registraron más de 20 muertes relacionadas con la tormenta.
El huracán Ida, en tanto, golpeó la costa del Golfo como un ciclón de categoría 4 a finales de agosto, generando grandes inundaciones y dejando sin electricidad amplias áreas de esta región muy poblada.
El golpe final de esa tormenta mató al menos a 47 personas en el noreste de Estados Unidos, al convertir las calles en caudalosos ríos, inundando sótanos y cerrando el metro de Nueva York. (Lea: Usar los ingredientes de la selva para frenar la deforestación)
La NOAA informó también que 2021 se clasificó como el cuarto año más cálido en un período de registro de 127 años, con temperaturas promedio de 12,5 grados Celsius en Estados Unidos.