Nueva especie de rana descrita en Colombia, hallada a solo 37 km de Bogotá
Se trata de la Andinobates supata, encontrada a tan solo 37 kilómetros de Bogotá, en el municipio de Supatá (Cundinamarca), por el que recibió su nombre. Colombia cuenta con la mayor diversidad de ranas conocidas de este género.
Una nueva especie de rana fue descrita para los Andes Orientales Colombianos. Se trata de la Andinobates supata, encontrada a tan solo 37 kilómetros de Bogotá, en el municipio de Supatá (Cundinamarca), por el que recibió su nombre. (Le recomendamos: Una hora para salvar los corales del caribe colombiano)
La diminuta rana venenosa de color amarillo dorado fue encontrada hace más de 15 años, mientras se realizaban unos “censos de anfibios” en la zona para investigar nuevas poblaciones de sapos arlequín (Atelopus spp), altamente amenazados en los Andes orientales de Colombia. Pero solo hasta este año fue oficialmente descrita.
Ahora, esta nueva rana hace parte de las 16 especies de Andinobates que se han descrito en Suramérica. En Colombia, incluso, pueden encontrarse 15 de estas, ocho en la región de los Andes colombianos. Además, es una de las dos únicas especies conocidas de Andinobates amarillos. La otra es la Andinobates tolimensis, de la que se diferencia por una combinación única de patrones de colores en el vientre y el dorso. (Puede leer más noticias de ambiente aquí)
Según los investigadores Giovanni Chaves, Erika N. Salazar, José Gil, Adriana Dorado, Roberto Márquez, José Vicente Rueda y Adolfo Amézquita, autores de la publicación, esta nueva especie parece estar restringida a un puñado de pequeños fragmentos de bosque, distribuidos en no más de 5 kilómetros cuadrados, entre los 1800 y los 2000 metros de altitud donde la actividad humana es alta. “Más del 90% del bosque original se ha talado en la localidad tipo, y sus cuencas hidrográficas reciben considerables descargas de agroquímicos. En conjunto, la evidencia sugiere que esta nueva especie debería incluirse como En Peligro Crítico y debería recibir atención inmediata con respecto a la investigación básica y las medidas de conservación urgentes”, aseguran los científicos en la publicación. (Le puede interesar: Premio Nobel a la física detrás del clima de la Tierra y el calentamiento global)
Los Andes tropicales, la región en la que fue encontrada, alberga una biodiversidad y una endemicidad excepcionales. En total, dentro de esta región, se han identificado más de 30.000 especies de plantas (más de 15.000 endémicas) y 1.155 especies de anfibios (664 endémicas). Sin embargo, estas montañas también se consideran unas de las más amenazadas, debido a que allí se encuentra gran parte de las actividades agrícolas intensivas y de los asentamientos humanos.
Particularmente en Colombia, agregan los autores, se presume que al menos 44 especies de ranas se encuentran amenazadas debido a la destrucción de su hábitat en los bosques andinos. Además, en los Andes tropicales de altura media, donde se encontraron estos animales, existen condiciones casi perfectas para el crecimiento de infección de un hongo patógeno de las ranas, denominado Batrachochytrium dendrobatidis. Su presencia se ha catalogado como una de las principales causas de la disminución de la población de ranas y, en algunos casos, ha provocado la extinción de poblaciones locales de anfibios.
Una riqueza excepcional de ranas
De la gran diversidad de anfibios en esta zona se destaca la riqueza de las ranas venenosas neotropicales (Dendrobatidae), que son conocidas por su diversidad de defensas químicas, sus colores brillantes y sus estrategias reproductivas.
Dentro de la familia de las Dendrobatidae se encuentra el género Andinobates, al que pertenece la nueva rana descrita, y en el que existen actualmente 16 especies. La mayoría (8) se encuentran entre los 1.300 y los 2.300 metros de altitud en los Andes colombianos, una en Ecuador y siete en la región del Pacífico de Colombia y las tierras bajas de Panamá.
Tan solo en los últimos 15 años se han descrito cinco nuevas especies (sin contar la nueva A. supata), en los Andes de Colombia.
Una nueva especie de rana fue descrita para los Andes Orientales Colombianos. Se trata de la Andinobates supata, encontrada a tan solo 37 kilómetros de Bogotá, en el municipio de Supatá (Cundinamarca), por el que recibió su nombre. (Le recomendamos: Una hora para salvar los corales del caribe colombiano)
La diminuta rana venenosa de color amarillo dorado fue encontrada hace más de 15 años, mientras se realizaban unos “censos de anfibios” en la zona para investigar nuevas poblaciones de sapos arlequín (Atelopus spp), altamente amenazados en los Andes orientales de Colombia. Pero solo hasta este año fue oficialmente descrita.
Ahora, esta nueva rana hace parte de las 16 especies de Andinobates que se han descrito en Suramérica. En Colombia, incluso, pueden encontrarse 15 de estas, ocho en la región de los Andes colombianos. Además, es una de las dos únicas especies conocidas de Andinobates amarillos. La otra es la Andinobates tolimensis, de la que se diferencia por una combinación única de patrones de colores en el vientre y el dorso. (Puede leer más noticias de ambiente aquí)
Según los investigadores Giovanni Chaves, Erika N. Salazar, José Gil, Adriana Dorado, Roberto Márquez, José Vicente Rueda y Adolfo Amézquita, autores de la publicación, esta nueva especie parece estar restringida a un puñado de pequeños fragmentos de bosque, distribuidos en no más de 5 kilómetros cuadrados, entre los 1800 y los 2000 metros de altitud donde la actividad humana es alta. “Más del 90% del bosque original se ha talado en la localidad tipo, y sus cuencas hidrográficas reciben considerables descargas de agroquímicos. En conjunto, la evidencia sugiere que esta nueva especie debería incluirse como En Peligro Crítico y debería recibir atención inmediata con respecto a la investigación básica y las medidas de conservación urgentes”, aseguran los científicos en la publicación. (Le puede interesar: Premio Nobel a la física detrás del clima de la Tierra y el calentamiento global)
Los Andes tropicales, la región en la que fue encontrada, alberga una biodiversidad y una endemicidad excepcionales. En total, dentro de esta región, se han identificado más de 30.000 especies de plantas (más de 15.000 endémicas) y 1.155 especies de anfibios (664 endémicas). Sin embargo, estas montañas también se consideran unas de las más amenazadas, debido a que allí se encuentra gran parte de las actividades agrícolas intensivas y de los asentamientos humanos.
Particularmente en Colombia, agregan los autores, se presume que al menos 44 especies de ranas se encuentran amenazadas debido a la destrucción de su hábitat en los bosques andinos. Además, en los Andes tropicales de altura media, donde se encontraron estos animales, existen condiciones casi perfectas para el crecimiento de infección de un hongo patógeno de las ranas, denominado Batrachochytrium dendrobatidis. Su presencia se ha catalogado como una de las principales causas de la disminución de la población de ranas y, en algunos casos, ha provocado la extinción de poblaciones locales de anfibios.
Una riqueza excepcional de ranas
De la gran diversidad de anfibios en esta zona se destaca la riqueza de las ranas venenosas neotropicales (Dendrobatidae), que son conocidas por su diversidad de defensas químicas, sus colores brillantes y sus estrategias reproductivas.
Dentro de la familia de las Dendrobatidae se encuentra el género Andinobates, al que pertenece la nueva rana descrita, y en el que existen actualmente 16 especies. La mayoría (8) se encuentran entre los 1.300 y los 2.300 metros de altitud en los Andes colombianos, una en Ecuador y siete en la región del Pacífico de Colombia y las tierras bajas de Panamá.
Tan solo en los últimos 15 años se han descrito cinco nuevas especies (sin contar la nueva A. supata), en los Andes de Colombia.