Desde julio, las ballenas jorobadas comienzan a llegar al Pacífico colombiano para aparearse y tener sus crías, lo que ha dado al municipio un potente atractivo turístico, pero no es lo único llamativo. Al fortalecimiento de zonas naturales se suma el rescate del legado cultural.
En Jurubirá hay aguas calientes que han sido adecuadas para que los turistas las puedan disfrutar.
Foto: Jose Vargas Esguerra
Dentro de las actividades culturales que buscan preservar están las músicas tradicionales del pacífico.
Foto: Jose Vargas Esguerra
Jurubirá existe un circuito que también se ha vuelto atractivo para turistas y expertos para ver especies endémicas.
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El municipio ha sido afectado por la violencia y el tráfico de drogas, pero en los últimos años ha tenido que reinventarse para fortalecer el turismo como una de sus principales fuentes de ingreso.
Foto: Jose Vargas Esguerra
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Foto: Jose Vargas Esguerra
Nuquí es un municipio costero de la parte media de Chocó y comparte, junto con Bahía, Bojayá y el Alto Baudó, un lugar especial: el Parque Nacional de Utría.
Foto: Jose Vargas Esguerra
Foto: Jose Vargas Esguerra
Han cambiado los paradigmas dentro de las comunidades para garantizar un turismo responsable, teniendo como base el cuidado de la vida y el ambiente.
Foto: Jose Vargas Esguerra
En el segundo semestre del año, el avistamiento de ballenas atrae a turistas, más extranjeros que colombianos, por lo que las dinámicas han variado.
Foto: Jose Vargas Esguerra
Además de fortalecer el turismo, los habitantes de Nuquí buscan preservar el legado cultural de las comunidades.
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En Jurubirá hay aguas calientes que han sido adecuadas para que los turistas las puedan disfrutar.