Ola de calor: Canadá rompe récord al registrar una temperatura de 49,6ºC
En Lytton se registró este martes, 29 de junio, una temperatura de 49,6 ° C, superando el récord establecido el 5 de julio de 1937. Hasta el momento, se han registrado en este país más de 100 muertos por el calor.
Estados Unidos y Canadá están enfrentando una de las mayores olas de calor registradas en el último tiempo que, por las altas temperaturas, han provocado la muerte de más de cien personas. Además, han incrementado el número de hospitalizaciones y se han multiplicado los incendios forestales. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) las temperaturas han alcanzado más de 45,0 ° C en los últimos cinco días y se han presentado noches extremadamente cálidas. (Lea: ¿A qué se deben las olas de calor que golpean a Estados Unidos y Canadá?)
La OMM señaló por medio de un comunicado que todos los servicios meteorológicos nacionales y locales han emitido muchas advertencias y avisos de calor con alerta temprana para limitar el número de muertos por la ola de calor. También explicó que en estos últimos días se han registrado tantos récords del incremento de temperatura que ha sido difícil hacerle un seguimiento.
El primero de ellos fue registrado el domingo 27 de junio, cuando en Lytton se registró una temperatura de 46,6 ° C, siendo 1,6 ° C más alto que el récord anterior establecido el 5 de julio de 1937. Menos de 24 horas después, en esta misma zona se alcanzaron los 47,9 ° C. Pero, la temperatura más alta fue registrada el martes 29 de junio con 49,6 ° C. Lytton, en tres días seguidos, superó el récord histórico nacional.
Armel Castellan, meteorólogo de Environment and Climate Change Canadá, aseguró que “los Territorios del Noroeste han registrado sus temperaturas más altas de todos los tiempos no solo en junio, sino en cualquier momento del año. Estamos estableciendo récords que no tienen por qué establecerse tan temprano en la temporada”. (Le puede interesar: Ola de calor en Canadá: ¿Culpable de más de cien muertes?)
Para Castellan estos eventos son peligrosos porque “está afectando a las personas durante muchos días en los que están deshidratadas y hemos tenido muchos días en los que la temperatura es más alta que el día anterior”. Entre los otros impactos de estos eventos está el estrés por calor en las personas, los animales y la vegetación; la afectación de la calidad del aire; el riesgo de incendio forestal; la posibilidad de deslizamientos de tierra causados por el deshielo de los glaciares en las montañas; los daños y mal funcionamiento de la infraestructura y los sistemas de transporte no preparados para temperaturas tan altas.
Otra de las problemáticas que señala Castellan es que las temperaturas mínimas registradas en las noches, muchas veces, han sido más altos que los máximos diurnos que se presentaban antes de la ola de calor. “Nuestros cuerpos necesitan refrescarse y recuperarse antes de afrontar otro día de altas temperaturas y menos del 40% de los hogares tienen aire acondicionado en la costa, la gente tiene que ir a bibliotecas y centros comerciales para encontrar un par de horas de aire acondicionado. He estado durmiendo en una tienda de campaña para descansar un poco del calor”.
Estados Unidos también se ha visto afectado por esta ola de calor. Hasta el momento, más de 14 millones de estadounidenses permanecen bajo advertencias de calor excesivo. Según la OMM, “esta ola de calor se produce inmediatamente después de otra histórica ola de calor hace menos de dos semanas que arrasó el desierto del suroeste del país”. (Puede leer: Una ola de calor sin precedentes azota el noroeste de EE.UU.)
Para Omar Baddour, Jefe de la División de Políticas y Vigilancia del Clima de la OMM, una de las principales causas de estas olas de calor tan frecuentes e intensas podría ser “porque las concentraciones de gases de efecto invernadero provocan un aumento de las temperaturas globales. También estamos notando que comienzan antes y terminan más tarde y están cobrando un precio cada vez mayor en la salud humana”.
Nikos Christidis, científico climático de la Met Office del Reino Unido, por su parte señaló que “sin el cambio climático inducido por el hombre, hubiera sido casi imposible alcanzar temperaturas medias récord de junio en el oeste de los Estados Unidos, ya que las posibilidades de que ocurra de forma natural son una vez cada decenas de miles de años“.
Estados Unidos y Canadá están enfrentando una de las mayores olas de calor registradas en el último tiempo que, por las altas temperaturas, han provocado la muerte de más de cien personas. Además, han incrementado el número de hospitalizaciones y se han multiplicado los incendios forestales. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) las temperaturas han alcanzado más de 45,0 ° C en los últimos cinco días y se han presentado noches extremadamente cálidas. (Lea: ¿A qué se deben las olas de calor que golpean a Estados Unidos y Canadá?)
La OMM señaló por medio de un comunicado que todos los servicios meteorológicos nacionales y locales han emitido muchas advertencias y avisos de calor con alerta temprana para limitar el número de muertos por la ola de calor. También explicó que en estos últimos días se han registrado tantos récords del incremento de temperatura que ha sido difícil hacerle un seguimiento.
El primero de ellos fue registrado el domingo 27 de junio, cuando en Lytton se registró una temperatura de 46,6 ° C, siendo 1,6 ° C más alto que el récord anterior establecido el 5 de julio de 1937. Menos de 24 horas después, en esta misma zona se alcanzaron los 47,9 ° C. Pero, la temperatura más alta fue registrada el martes 29 de junio con 49,6 ° C. Lytton, en tres días seguidos, superó el récord histórico nacional.
Armel Castellan, meteorólogo de Environment and Climate Change Canadá, aseguró que “los Territorios del Noroeste han registrado sus temperaturas más altas de todos los tiempos no solo en junio, sino en cualquier momento del año. Estamos estableciendo récords que no tienen por qué establecerse tan temprano en la temporada”. (Le puede interesar: Ola de calor en Canadá: ¿Culpable de más de cien muertes?)
Para Castellan estos eventos son peligrosos porque “está afectando a las personas durante muchos días en los que están deshidratadas y hemos tenido muchos días en los que la temperatura es más alta que el día anterior”. Entre los otros impactos de estos eventos está el estrés por calor en las personas, los animales y la vegetación; la afectación de la calidad del aire; el riesgo de incendio forestal; la posibilidad de deslizamientos de tierra causados por el deshielo de los glaciares en las montañas; los daños y mal funcionamiento de la infraestructura y los sistemas de transporte no preparados para temperaturas tan altas.
Otra de las problemáticas que señala Castellan es que las temperaturas mínimas registradas en las noches, muchas veces, han sido más altos que los máximos diurnos que se presentaban antes de la ola de calor. “Nuestros cuerpos necesitan refrescarse y recuperarse antes de afrontar otro día de altas temperaturas y menos del 40% de los hogares tienen aire acondicionado en la costa, la gente tiene que ir a bibliotecas y centros comerciales para encontrar un par de horas de aire acondicionado. He estado durmiendo en una tienda de campaña para descansar un poco del calor”.
Estados Unidos también se ha visto afectado por esta ola de calor. Hasta el momento, más de 14 millones de estadounidenses permanecen bajo advertencias de calor excesivo. Según la OMM, “esta ola de calor se produce inmediatamente después de otra histórica ola de calor hace menos de dos semanas que arrasó el desierto del suroeste del país”. (Puede leer: Una ola de calor sin precedentes azota el noroeste de EE.UU.)
Para Omar Baddour, Jefe de la División de Políticas y Vigilancia del Clima de la OMM, una de las principales causas de estas olas de calor tan frecuentes e intensas podría ser “porque las concentraciones de gases de efecto invernadero provocan un aumento de las temperaturas globales. También estamos notando que comienzan antes y terminan más tarde y están cobrando un precio cada vez mayor en la salud humana”.
Nikos Christidis, científico climático de la Met Office del Reino Unido, por su parte señaló que “sin el cambio climático inducido por el hombre, hubiera sido casi imposible alcanzar temperaturas medias récord de junio en el oeste de los Estados Unidos, ya que las posibilidades de que ocurra de forma natural son una vez cada decenas de miles de años“.