ONU y FAO preocupadas por sequía en Centroamérica

La sequía en Centroamérica que provoca pérdida de cosechas e impactará en el precio de la comida preocupa a las organizaciones internacionales. El Fenómeno de El Niño podría empeorar todo.

EFE
26 de agosto de 2018 - 07:45 p. m.
FAO.
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Foto: WFP/Carlos Cader
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En un comunicado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP)  advirtieron que la posible llegada del fenómeno de El Niño a fines de 2018 podría agudizar la precaria seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades rurales vulnerables en esa zona.

La pérdida total o parcial de los cultivos significa que los agricultores de subsistencia y sus familias no podrán consumir ni almacenar suficientes alimentos en los próximos meses, advirtieron la FAO y el WFP.

El maíz y los fríjoles, los principales alimentos básicos, han sido los cultivos más afectados por la sequía, según los Gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras, que han reportado pérdidas de 281.000 hectáreas de estos cultivos, de los cuales depende la seguridad alimentaria y nutrición de 2,1 millones de personas.
Estas pérdidas impactarán también el costo de estos alimentos para toda la población, advirtieron ambas entidades.

or su parte, el Gobierno de Honduras declaró este mes la emergencia en el llamado ‘Corredor Seco’, en donde se estima que un 82 % de los cultivos de maíz y fríjol se han perdido, mientras que el Gobierno de El Salvador declaró la alerta roja en julio.

El Corredor Seco Centroamericano (CSC) es una zona de bosque tropical seco en la vertiente pacífica de Centroamérica que va desde la costa pacífica de Chiapas (México) hasta el oeste de Costa Rica y las provincias occidentales de Panamá. A efectos prácticos, los países más vulnerables y expuestos a la sequía o a las precipitaciones extremas suelen delimitarse a Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Según el Instituto de Investigación Internacional de Clima y Sociedad/Centro de Predicciones Climáticas (IRI/CPC), existe un 60 % de probabilidades de que se registre un nuevo fenómeno de El Niño entre septiembre y diciembre de este año.

El representante regional de la FAO, Julio Berdegué, señaló que “es urgente mejorar la resiliencia climática de los habitantes de Centroamérica, especialmente en zonas como el Corredor Seco”.

Anticipó que les preocupa especialmente el efecto de esta nueva sequía sobre la migración, en un contexto internacional que restringe el movimiento de miles de personas que, en sus localidades, tendrán una gran dificultad para asegurar el sustento de sus familias.

Precisamente, el director regional de WFP para América y el Caribe, Miguel Barreto, señaló que “justo cuando las comunidades rurales se recuperaban de la sequía de 2014 y del fenómeno de El Niño de 2015, los más fuertes registrados en la historia reciente, un nuevo evento climático vuelve a golpear a los más vulnerables”.

Tras lo ocurrido en 2014 y 2015, el WFP, con apoyo de la comunidad internacional, ha brindado asistencia alimentaria a miles de personas con el fin de mejorar la seguridad alimentaria y fortalecer la resiliencia a nivel de familias, comunidades y a nivel institucional.

La FAO, en tanto, ha desarrollado el programa de fortalecimiento de la resiliencia ante el riesgo de desastres en el Corredor Seco Centroamericano y ha trabajado con socios y contrapartes para incrementar la resiliencia de los hogares y comunidades para prevenir y hacer frente a las amenazas y los desastres que afectan a la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición.

Recomendaciones

Con la finalidad de mitigar los impactos potenciales provocados por esta nueva sequía entre la población rural, la FAO y el WFP, en estrecha colaboración con los gobiernos y socios, están proponiendo una serie de recomendaciones.

Entre ellas destaca la idea de realizar una evaluación de la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades en el Corredor Seco una vez que finalice la cosecha de primera e inicie la postrera, y se apoye a los gobiernos en establecer sistemas de seguimiento de situación de la producción agrícola y la seguridad alimentaria.

Por EFE

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