Colombia es el “país de la belleza”. Desde que asumí el cargo de embajadora hace unas semanas, yo misma he podido comprobar la impresionante diversidad de la naturaleza y la calidez de la gente de este país. Pero la crisis climática está amenazando esta belleza natural y poniendo cada vez a más personas en peligro existencial, no solo aquí en Colombia, sino en todo el mundo. (Le puede interesar: Encuentran aves en Colombia con alta concentración de mercurio)
Las señales de alarma no pueden ser más claras: según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, si los países no hacen más para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero perjudiciales para el clima, el mundo se encamina a un aumento de la temperatura de entre 2,5 y 2,9 grados centígrados este siglo en comparación con los niveles preindustriales, muy por encima de los 1,5 grados fijados como objetivo en el Acuerdo de París. Esto tendría consecuencias catastróficas para las personas y la naturaleza.
Solo podremos eficazmente hacer frente a esta crisis si trabajamos conjuntamente como comunidad mundial. Esto significa que todos los países deben hacer más y ser más ambiciosos para evitar efectos aún más dramáticos y costos más elevados de la crisis climática.
La Conferencia sobre el Cambio Climático COP28 de Dubái, que comienza la próxima semana, tiene que desempeñar un papel crucial en el futuro de nuestro planeta. La COP28 debe adoptar una hoja de ruta con medidas concretas para situar al mundo en la senda de los 1,5 grados. El balance mundial del Acuerdo de París, tema central de la COP28, sentará las bases para una corrección global del rumbo. (Le recomendamos: Un fondo para preservar la selva, la propuesta que Lula llevará a la cumbre de Dubai)
Los siguientes aspectos son de crucial importancia para Alemania:
La comunidad mundial debe decidir en la COP medidas concretas para impulsar la transición energética mundial.
Hasta el 2030 necesitamos una aceleración drástica del desarrollo de las energías renovables que deben llegar al triple de las capacidades instaladas; necesitamos duplicar los avances en la eficiencia energética y definir una salida gradual de las energías fósiles. También necesitamos avanzar en otros sectores, especialmente en la industria, la economía circular, la eficiencia de los recursos y el uso del suelo.
La transformación verde abre oportunidades de desarrollo, crecimiento y una distribución más justa de la prosperidad en todo el mundo.
Ningún país debería tener que elegir entre desarrollo y protección del clima. Por eso es importante que configuremos la transformación de forma justa e integradora. Alemania trabaja con sus socios de todo el mundo para aprovechar juntos estas oportunidades. El diálogo con la sociedad civil es de especial importancia para nosotros. (También puede leer: En video: reportan el nacimiento de dos elefantes gemelos)
Alemania se solidariza y está del lado de los más afectados
La crisis climática golpea con mayor dureza a las personas que menos han contribuido a ella. Es una cuestión de justicia que los países ricos y los grandes emisores presten un apoyo especial a estas personas. Alemania mantiene su responsabilidad: hemos aumentado nuestra financiación climática a más de 6.000 millones de euros tres años antes de lo prometido en 2022. Junto con nuestros socios, confiamos en alcanzar el objetivo de financiación de 100.000 millones de euros este año. Europa es el mayor donante de financiación para el clima.
La decisión de crear un fondo de “pérdidas y daños” es un paso histórico hacia una mayor justicia climática, que Alemania y Europa han defendido con firmeza. Este fondo debe activarse ahora en la COP28 para poder ayudar a los países más afectados. (Le puede interesar: Efectos del fenómeno de El Niño se sentirán hasta mayo de 2024: Ideam)
Alemania y Colombia: socios fuertes para la protección del clima
Reconocemos el papel pionero de Colombia en la región y la ambiciosa agenda climática que impulsa el actual Gobierno. Alemania sigue estando al lado de Colombia en este proceso. En el marco de nuestra recientemente lanzada Alianza por el Clima y una Transición Energética Justa, queremos ampliar aún más nuestra exitosa cooperación.
Por ejemplo, estamos discutiendo conjuntamente el potencial para establecer y ampliar la producción de hidrógeno verde en el país. El gran potencial de expansión de las energías renovables en Colombia ofrece oportunidades particulares tanto en el país como para la exportación. También estamos apoyando a las ciudades colombianas en el establecimiento de una economía circular y una movilidad sostenible. Y junto con nuestros socios de Noruega y el Reino Unido, seguiremos trabajando por la protección sostenible de la selva amazónica -el pulmón verde de nuestro planeta- como parte de la asociación GNU. El reciente descenso de la deforestación demuestra el éxito de este compromiso. (Le recomendamos: En pocos días empieza la COP28, pero activistas temen que haya represión en Emiratos)
Permitámonos llevar a las negociaciones de Dubái tanto el impulso de este momento como el espíritu de cooperación e intensifiquemos aún más nuestros esfuerzos conjuntos para que podamos seguir beneficiándonos de la belleza de este país y de este planeta.
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