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A pesar de que los osos polares están equipados para ser grandes nadadores, el cambio climático cada vez se las está poniendo más difícil. Según reveló un estudio realizado por biólogos de la Universidad de Alberta, Canadá, los osos están haciendo recorridos más largos en el agua debido a que el hielo se está fracturando y desvaneciendo.
Para llegar a esta conclusión el biólogo Andrew Derocher y su equipo monitorearon los trayectos de 100 osos polares. Después de analizar los datos encontraron que mientras en el 2004 solo 25% de los osos recorrían nadando más de 50 kilómetros - que se considera un viaje largo - para el 2012 está proporción aumentó a 69%.
Una relación que, según explicó Derocher al periódico The Washington Post, fue directamente proporcional a la pérdida del hielo marino en la zona.
“El hielo está cambiando tan rápidamente que estamos encontrando a osos que se quedan atrapados en lugares que no deberían”, agregó el biólogo. Además recordó que este nuevo reto al que se ven enfrentados los animales agravan su capacidad de sobrevivir en un entorno que, de por sí, ya tiene los recursos limitados.
Los nuevos trayectos que están recorriendo los osos a nado pueden ser perjudiciales. A pesar de que tiene la capacidad de nadar, los viajes de 50 kilómetros a los que se están enfrentando los polares resultan agobiantes si se tiene en cuenta que, en promedio, solo pueden remar dos kilómetros por hora. Es decir, llegar de una superficie de hielo a otra les puede tomar todo el día, sin comida y sin descanso. Una jornada en la que pueden perder demasiados peso o sufrir de hipotermia.
De hecho, según publicó otro estudio publicado en la Encuesta Estadunidense Geológica, en el 2009 una osa polar hembra nadó por nueve horas seguidas, desde la costa de Alaska, y perdió 22% de su masa corporal. Situación que si se repite en un cachorro, “sería una sentencia a muerte”.