Perú: pescadores siguen sin poder trabajar tras tres meses del derrame de Repsol
Tres meses después del derrame de unos 12.000 barriles de crudo en aguas de Perú, cientos de pescadores siguen sin poder trabajar y el buque involucrado permanece impedido de zarpar. El gobierno peruano calcula que por el vertido de crudo resultaron afectados al menos 5.000 pescadores y comerciantes.
El episodio del 15 de enero, calificado como “desastre ecológico” por el gobierno peruano, ocurrió mientras el buque tanque ‘Mare Doricum’ descargaba crudo en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, 30 km al norte de Lima, propiedad de la petrolera española Repsol, que atribuyó el siniestro al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga.
Desde entonces, miles de pescadores vieron afectados sus ingresos y quedaron desempleados por la contaminación en la zona al no poder realizar sus faenas cotidianas de pesca. El impacto del derrame provocó también el cierre de restaurantes de pescados y mariscos, dejando a decenas de empleados de esta rama sin ingresos. Sin poder utilizar sus redes, los pescadores tuvieron que recurrir a la solidaridad y organizar ollas comunes para subsistir.
El gobierno peruano calcula que por el vertido de crudo resultaron afectados al menos 5.000 pescadores y comerciantes. La mancha de crudo se esparció por aguas y costas hasta 140 kilómetros al norte de la Refinería, provocando la muerte de una cantidad indeterminada de peces, aves y mamíferos marinos.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado encontró 539 aves y dos lobos marinos fallecidos hasta el 11 de abril. Entre los animales afectados figura el pingüino de Humboldt, una especie en peligro de extinción.
El episodio del 15 de enero, calificado como “desastre ecológico” por el gobierno peruano, ocurrió mientras el buque tanque ‘Mare Doricum’ descargaba crudo en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, 30 km al norte de Lima, propiedad de la petrolera española Repsol, que atribuyó el siniestro al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga.
Desde entonces, miles de pescadores vieron afectados sus ingresos y quedaron desempleados por la contaminación en la zona al no poder realizar sus faenas cotidianas de pesca. El impacto del derrame provocó también el cierre de restaurantes de pescados y mariscos, dejando a decenas de empleados de esta rama sin ingresos. Sin poder utilizar sus redes, los pescadores tuvieron que recurrir a la solidaridad y organizar ollas comunes para subsistir.
El gobierno peruano calcula que por el vertido de crudo resultaron afectados al menos 5.000 pescadores y comerciantes. La mancha de crudo se esparció por aguas y costas hasta 140 kilómetros al norte de la Refinería, provocando la muerte de una cantidad indeterminada de peces, aves y mamíferos marinos.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado encontró 539 aves y dos lobos marinos fallecidos hasta el 11 de abril. Entre los animales afectados figura el pingüino de Humboldt, una especie en peligro de extinción.