Perú: ¿qué ha pasado tras el derrame de cerca de 12.000 barriles de petróleo?
Los cerca de 12.000 barriles de petróleo derramados el pasado 15 de enero por un buque de la empresa Repsol, ya han dejando innumerables pérdidas en el ecosistema y afectaciones a pescadores y comerciantes. Mientras que el gobierno peruano anunció una multa y la paralización de la carga y descarga de hidrocarburos en buques de la empresa española, esta informó que trabaja en la limpieza de las playas y resaltó que la Refinería La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles.
Nicolás Díaz Roldán
Playas negras, espuma densa, cadáveres de peces, aves y plásticos impregnados de crudo hacen parte del escenario que se vive tras el derrame de una refinería operada por Repsol, cerca de Lima, en Perú. Lo que el gobierno peruano catalogó como el “peor desastre ecológico” en los últimos tiempos, se dio el pasado 15 de enero, según la empresa, como consecuencia del tsunami producido tras la explosión volcánica cerca de la isla de Tonga, que generó la subida de la marea y afectó la descarga de un barco que contenía petróleo.
El derrame no fue mínimo. Aunque en un principio se habló de 6.000 barriles, el ministro de Ambiente, Rubén Ramírez, indicó que el problema era mucho más grave, pues serían 11.900 barriles de petróleo los que se derramaron y han sido arrastrados por las corrientes marinas unos 140 kilómetros. La mancha negra ha impregnado más de 118 hectáreas de superficie en el mar y 174 hectáreas de playa, equivalentes a unos 270 campos de fútbol.
¿Qué impacto tiene el derrame de crudo en el mar? De manera inmediata, este crea una película sobre la superficie marina que impide la entrada de la luz en el agua. Dentro del ecosistema marino hay diferentes especies, como es el caso de las algas, que necesitan la llegada de la luz para poder realizar la fotosíntesis. Si esto no ocurre, muchas de ellas pueden morir.
Luego viene la grave contaminación que genera en el ecosistema debido a los componentes tóxicos que contiene el petróleo, los cuales no solo pueden generar la muerte de muchos organismos, sino que incluso a largo plazo, puede afectar la reproducción y alimentación de los mismos.
El daño ha sido evidente, pues en la zona ya se ha provocado la muerte de una cantidad indeterminada de peces, aves y mamíferos marinos. Sin contar que generó una parálisis en el trabajo de pescadores y comerciantes que trabajaban en esas playas.
Por su parte, Repsol destacó este lunes que “usa la tecnología satelital más avanzada y herramientas de inteligencia artificial para monitorear el progreso de las labores de limpieza” y resaltó que la Refinería La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles.
Playas negras, espuma densa, cadáveres de peces, aves y plásticos impregnados de crudo hacen parte del escenario que se vive tras el derrame de una refinería operada por Repsol, cerca de Lima, en Perú. Lo que el gobierno peruano catalogó como el “peor desastre ecológico” en los últimos tiempos, se dio el pasado 15 de enero, según la empresa, como consecuencia del tsunami producido tras la explosión volcánica cerca de la isla de Tonga, que generó la subida de la marea y afectó la descarga de un barco que contenía petróleo.
El derrame no fue mínimo. Aunque en un principio se habló de 6.000 barriles, el ministro de Ambiente, Rubén Ramírez, indicó que el problema era mucho más grave, pues serían 11.900 barriles de petróleo los que se derramaron y han sido arrastrados por las corrientes marinas unos 140 kilómetros. La mancha negra ha impregnado más de 118 hectáreas de superficie en el mar y 174 hectáreas de playa, equivalentes a unos 270 campos de fútbol.
¿Qué impacto tiene el derrame de crudo en el mar? De manera inmediata, este crea una película sobre la superficie marina que impide la entrada de la luz en el agua. Dentro del ecosistema marino hay diferentes especies, como es el caso de las algas, que necesitan la llegada de la luz para poder realizar la fotosíntesis. Si esto no ocurre, muchas de ellas pueden morir.
Luego viene la grave contaminación que genera en el ecosistema debido a los componentes tóxicos que contiene el petróleo, los cuales no solo pueden generar la muerte de muchos organismos, sino que incluso a largo plazo, puede afectar la reproducción y alimentación de los mismos.
El daño ha sido evidente, pues en la zona ya se ha provocado la muerte de una cantidad indeterminada de peces, aves y mamíferos marinos. Sin contar que generó una parálisis en el trabajo de pescadores y comerciantes que trabajaban en esas playas.
Por su parte, Repsol destacó este lunes que “usa la tecnología satelital más avanzada y herramientas de inteligencia artificial para monitorear el progreso de las labores de limpieza” y resaltó que la Refinería La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles.