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Es la primera intervención de cataratas a un dragón de Komodo realizada en Europa y la tercera en el mundo, lo que ha mejorado la calidad de vida de este espécimen del que solo quedan 1.500 ejemplares y 220 en centros de conservación, según un comunicado de Bioparc Fuengirola.
El Bioparc de Fuengirola (España) organizó la intervención de Reo, un reptil de 45 kilos y 17 años procedente de un parque de conservación de Gran Canaria, que reaccionaba con poca agilidad y mantenía una actitud agresiva con sus cuidadores.
Tras conocer que estaba empeorando y que su cristalino tenía un aspecto blanquecino, el especialista en oftalmología animal, Fidel Causse aclaró al parque malagueño que el varano padecía de cataratas y que la única solución era la cirugía. (Lea: Récord en Europa: quitan más de 200 represas para recuperar conexiones biológicas)
«En el caso de Reo queríamos no sólo mejorar su bienestar, sino también garantizar que llegaba a su auge reproductivo en condiciones óptimas», ha señalado Rosa Martínez, quien también ha aclarado que necesitan verse ya que «hay mucho de expresión corporal» y «la hembra es más o menos la mitad de tamaño».
El dragón de Komodo
El dragón de Komodo, siendo el lagarto más grande y mortal del mundo, forma parte de la lista de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por ello, debe potenciarse el cuidado de esta especie para lograr su reproducción.
Reo es el tercer dragón de Komodo en ser intervenido por esta patología a nivel mundial, especie que en los últimos 15 años ha reducido su presencia en un 25 % por la caza furtiva, la acumulación de residuos y la quema del bosque Wae Wuul (Indonesia), uno de los lugares en donde vive. (Lea: Acuerdo de Escazú: mañana se realizará el segundo de cuatro debates en Congreso)
Esta especie puede llegar a vivir hasta los 30 años aunque los jóvenes «llegada cierta edad empiezan a competir» con los más ancianos, por lo que suele resistir menos tiempo.
«Hemos operado a un montón de animales distintos de la misma patología», como ejemplo Martínez ha destacado los casos de un puerco espín y un lemur blanco y negro, «salen del quirófano, y en cuanto se recuperan te ven», aunque «a veces se asustan un poco».
Aunque las operaciones no son frecuentes en el parque, no ha sido la primera intervención de Reo, cuando era más joven “se tragó una pelota de goma” que había caído en su piscina y tuvo que operarse porque no podía expulsarla. Según ha señalado Rosa Martínez, en España solo hay dragones de Komodo en Barcelona, en Madrid y en el bioparc de Fuengirola. (Lea: Reportan incendio en el área protegida Vía Parque Isla de Salamanca)