Primeros pasos para ‘resucitar’ plantas extintas
Un equipo de científicos, con participación del Real Jardín Botánico de Madrid, ha identificado 160 especies desaparecidas como candidatas a ser recuperadas y señala otras 15 que se creían extintas cuando en realidad no lo están.
Vivimos en el Antropoceno, una época definida por una presión humana sin precedentes sobre la biodiversidad. En torno al 40 % de las especies vegetales están en peligro de extinción, lo que representa la pérdida de características y recursos únicos y valiosos desarrollados durante millones de años. Por tanto, existe una urgente necesidad de conservación para detener, o al menos retardar, esta tendencia basada en una investigación científica sólida.
Un grupo internacional de científicos ha realizado un complejo estudio sobre el potencial para resucitar más de 360 especies de plantas actualmente consideradas extintas. Aunque muchas de ellas se pierdan para siempre, algunas podrían recuperarse. Es la llamada ciencia de la “desextinción” que tiene como objetivo desarrollar el conocimiento y los métodos para devolver a la vida a las especies extintas. (Lea: Una desoladora Navidad: los Alpes suizos están sin nieve en pleno invierno)
Unas 32 instituciones han participado en la investigación, incluido el Real Jardín Botánico (RJB) del CSIC. El profesor Thomas Abeli y la doctora Giulia Albani Rocchetti, de la Universidad Roma Tres, han coordinado el estudio en colaboración con Angelino Carta y Andrea Mondoni, profesores de las universidades de Pisa y Pavía, respectivamente.
Muchas plantas se reproducen por semillas que mantienen el potencial para germinar durante décadas o incluso siglos. “Esto plantea la posibilidad de revivir plantas extintas cuyas semillas se conservan en colecciones de historia natural, particularmente en herbarios”, apuntan. (Lea: Los microplásticos de los fondos marinos se han triplicado en 20 años)
Si se descubre que existen semillas viables, ¿se puede decir que la especie se ha extinguido?, se pregunta el responsable del Herbario MA del RJB-CSIC, Leopoldo Medina, que ha participado en el estudio. El equipo ha identificado unas 160 especies extintas para las que todavía existen semillas en más de 60 herbarios en todo el mundo, “un avance clave”, según Medina.
Para configurar esa lista de plantas candidatas a ser ‘resucitadas’, los científicos han tenido en cuenta criterios como la resistencia de sus semillas al almacenamiento, la edad de los especímenes y la distinción evolutiva de la especie.
Entre las especies aspirantes, se encuentran varias plantas de la familia de las leguminosas (Fabaceae) que incluye Astragalus endopterus, planta endémica de Azores (Portugal). Sus semillas se caracterizan por tener una gran longevidad.
Los riesgos de la digitalización no actualizada
Esta investigación, publicada en la revista Nature Plants, también destaca los riesgos y beneficios de la reciente proliferación de bases y agregadores de datos. Si bien estas herramientas han acelerado el acceso a los datos de biodiversidad, “también pueden difundir información errónea al no actualizar el estado de conservación de las especies”, apunta Medina. De este modo, las acciones de conservación pueden ser engañosas, sobre todo con las plantas en peligro de extinción. (Lea: Estas son las nuevas especies identificadas por el Museo de Historia Natural)
El equipo ha identificado inconsistencias en el estado de conservación registrado entre las principales bases de datos internacionales. De esta forma han descubierto que 15 especies de plantas consideradas extintas en realidad no lo están, ya que se mantienen en jardines botánicos o en el propio medio natural.
“Los resultados de este estudio tienen un alcance importante para la conservación, al brindar herramientas para guiar la primera posible ‘resurrección’ de especies de plantas extintas y para planificar acciones de conservación, incluidas las reintroducciones de especies altamente amenazadas que han sido erróneamente declaradas extintas”, concluye Medina.
Vivimos en el Antropoceno, una época definida por una presión humana sin precedentes sobre la biodiversidad. En torno al 40 % de las especies vegetales están en peligro de extinción, lo que representa la pérdida de características y recursos únicos y valiosos desarrollados durante millones de años. Por tanto, existe una urgente necesidad de conservación para detener, o al menos retardar, esta tendencia basada en una investigación científica sólida.
Un grupo internacional de científicos ha realizado un complejo estudio sobre el potencial para resucitar más de 360 especies de plantas actualmente consideradas extintas. Aunque muchas de ellas se pierdan para siempre, algunas podrían recuperarse. Es la llamada ciencia de la “desextinción” que tiene como objetivo desarrollar el conocimiento y los métodos para devolver a la vida a las especies extintas. (Lea: Una desoladora Navidad: los Alpes suizos están sin nieve en pleno invierno)
Unas 32 instituciones han participado en la investigación, incluido el Real Jardín Botánico (RJB) del CSIC. El profesor Thomas Abeli y la doctora Giulia Albani Rocchetti, de la Universidad Roma Tres, han coordinado el estudio en colaboración con Angelino Carta y Andrea Mondoni, profesores de las universidades de Pisa y Pavía, respectivamente.
Muchas plantas se reproducen por semillas que mantienen el potencial para germinar durante décadas o incluso siglos. “Esto plantea la posibilidad de revivir plantas extintas cuyas semillas se conservan en colecciones de historia natural, particularmente en herbarios”, apuntan. (Lea: Los microplásticos de los fondos marinos se han triplicado en 20 años)
Si se descubre que existen semillas viables, ¿se puede decir que la especie se ha extinguido?, se pregunta el responsable del Herbario MA del RJB-CSIC, Leopoldo Medina, que ha participado en el estudio. El equipo ha identificado unas 160 especies extintas para las que todavía existen semillas en más de 60 herbarios en todo el mundo, “un avance clave”, según Medina.
Para configurar esa lista de plantas candidatas a ser ‘resucitadas’, los científicos han tenido en cuenta criterios como la resistencia de sus semillas al almacenamiento, la edad de los especímenes y la distinción evolutiva de la especie.
Entre las especies aspirantes, se encuentran varias plantas de la familia de las leguminosas (Fabaceae) que incluye Astragalus endopterus, planta endémica de Azores (Portugal). Sus semillas se caracterizan por tener una gran longevidad.
Los riesgos de la digitalización no actualizada
Esta investigación, publicada en la revista Nature Plants, también destaca los riesgos y beneficios de la reciente proliferación de bases y agregadores de datos. Si bien estas herramientas han acelerado el acceso a los datos de biodiversidad, “también pueden difundir información errónea al no actualizar el estado de conservación de las especies”, apunta Medina. De este modo, las acciones de conservación pueden ser engañosas, sobre todo con las plantas en peligro de extinción. (Lea: Estas son las nuevas especies identificadas por el Museo de Historia Natural)
El equipo ha identificado inconsistencias en el estado de conservación registrado entre las principales bases de datos internacionales. De esta forma han descubierto que 15 especies de plantas consideradas extintas en realidad no lo están, ya que se mantienen en jardines botánicos o en el propio medio natural.
“Los resultados de este estudio tienen un alcance importante para la conservación, al brindar herramientas para guiar la primera posible ‘resurrección’ de especies de plantas extintas y para planificar acciones de conservación, incluidas las reintroducciones de especies altamente amenazadas que han sido erróneamente declaradas extintas”, concluye Medina.