¿Qué tanto sabe de cambio climático? Una guía para que se prepare para la COP27
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático empezará este 6 en Sharm el-Sheik, Egipto. Se espera que más de 35.000 delegados y más de 100 jefes de estado participen de la edición de este año. Aquí hay una guía rápida para entender por qué es importante.
Por estos días, es probable que ya haya visto o escuchado algo del inicio de la COP27. Algunos no saben nada sobre qué se trata, mientras que otros tal vez intuyen que tiene que ver algo con el cambio climático. Lo cierto es que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático es un evento que se realiza una vez al año, en donde representantes de todo el mundo se reúnen para discutir cómo hemos— o no — avanzado en la lucha contra el cambio climático. (Lea Encuentran una nueva especie de búho en África)
En las últimas semanas, varias organizaciones internacionales han publicado informes que alertan que no vamos en buen camino para evitar eventos climáticos devastadores en el futuro. Solo este año, las olas de calor, inundaciones, períodos intensos de lluvias y huracanes frecuentes se han relacionado a los cambios climáticos, cada vez más frecuentes e intensos, que viviremos en los próximos años. (Lea Centroamérica, en alerta ante avance de Lisa convertida en huracán)
Pero, entonces, ¿qué tiene que ver una conferencia de las Naciones Unidas con todo esto? ¿Qué es lo esencial que debe saber antes de la reunión anual más importante sobre cambio climático?
Primero lo primero. ¿Qué es la COP27?
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se conoce popularmente bajo las siglas COP, que significan Conferencia de las Partes. Las “partes” son 197 países que acordaron un tratado ambiental internacional en 1992, durante Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Cada año, estos países se reúnen para discutir, negociar y pactar acciones para hacerle frente al cambio climático.
Este año, se realiza la edición #27 de la conferencia (por eso el nombre COP27) en Sharm el-Sheik, Egipto, entre el 6 y 18 de noviembre. En esta edición, se espera que se aborden algunos de los cabos sueltos que quedaron de la anterior COP, como la adaptación al cambio climático y la financiación para pérdidas y daños (no se preocupe, más adelante le explicaremos de qué tratan estos términos).
En general, como dijo el experimentado negociador de las COP, Jonathan Pershing en una entrevista con Carbon Brief, este año “ya no se trata sólo de lo que acuerda la comunidad mundial; se trata de cómo puede la comunidad mundial trabajar conjuntamente para promover los intereses y las agendas nacionales”.
En todo caso, el propósito principal de esta conferencia, y las que vendrán en próximos años, será llegar a acuerdos para evitar que la temperatura global se mantenga por debajo de 1.5°C para finales de siglo.
Ya se ha escuchado mucho sobre la meta de los 1.5° C. ¿Por qué esa temperatura y por qué es importante cumplir ese objetivo?
Desde la época preindustrial (1850 a 1900) la Tierra ha subido de temperatura, principalmente por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles. Los países y científicos del mundo acordaron oficialmente 2015, por medio del Acuerdo de París, que la temperatura media mundial no puede aumentar más de 2°C en comparación a los niveles preindustriales para 2100.
Sin embargo, en ese documento también quedó consignado algo importante. Aunque la meta seguía encaminada en el margen de 2°C, “se debían hacer todos los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5°C”.
A este número llegó la ciencia después de años y años de investigaciones, modelos y predicciones. Si queremos evitar impactos climáticos desastrosos, debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para evitar superar este umbral. Si la temperatura mundial aumenta más de 1.5°C, se espera que haya olas de calor mortales, escasez de agua e incluso colapsos de ecosistemas enteros.
Se calcula que el planeta ya se ha calentado alrededor de 1,1° C. Detener este proceso requiere que los países se comprometan a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) drásticamente. La hoja de ruta para realizarlo son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés).
¿Para qué sirven las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional?
Las negociaciones climáticas están llenas de términos técnicos. Las NDC hacen parte de este grupo, pero también son uno de los conceptos más importantes y son piezas fundamentales del Acuerdo de París. Desde 2020, y cada cinco años, los países del mundo deberán presentar las acciones concretas que realizan para reducir las emisiones de GEI y tomar otras medidas climáticas.
Por ejemplo, Colombia actualizó sus NDC en diciembre de 2020 e indicó que, para finales de esta década, espera reducir sus emisiones en un 51%, en comparación a 2020. Las NDC son importantes, porque son una especie de indicador para saber si las naciones están en camino a lograr grandes metas climáticas, como alcanzar cero emisiones netas para 2050. Y, tal vez más relevantemente, son una buena forma de saber si los países están a tiempo para frenar aumentos de temperatura preocupantes.
¿Qué quiere decir alcanzar cero emisiones netas?
Es probable que alguna vez haya escuchado el término carbono neutralidad o lograr cero emisiones netas. Esta es una de las grandes metas climáticas que varios países se propusieron para 2050. Básicamente, quiere decir que, para ese año, las naciones deben lograr balancear los gases que emiten con los que capturan. En otras palabras, si un país emite—por poner un ejemplo sencillo e hipotético—10 toneladas de CO2, debe también capturar o compensar 10 toneladas de CO2, para que sus emisiones netas sean igual a cero.
¿Cómo se captura dióxido de carbono? Hay varias formas. Una de las más populares es plantar árboles, ya que naturalmente capturan y almacenan carbono. Pero también se habla cada vez más de tecnologías diseñadas específicamente para eso. Expertos en transición energética, sin embargo, han resaltado que muchas de ellas todavía son muy caras de producir y están en etapas preliminares.
¿Qué son los Gases de Efecto Invernadero?
En palabras sencillas, son gases que están vinculados con el calentamiento de la Tierra. Los más conocidos—y contaminantes—son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N20). Hay otros que se mencionan menos, pero que igual son potentes, como los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6).
Al referirnos a estos gases, también se suele hablar mucho de emisiones antropogénicas. Estas son las emisiones de GEI relacionadas a las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural. Pero también ahí entran otras actividades, como la deforestación, el cambio del uso del suelo, la disposición de residuos y actividades industriales. Todas estas acciones han contribuido a emitir gases relacionados con el cambio climático a una velocidad que no se había presenciado antes en la historia.
¿Es cierto que las medidas de mitigación están relacionadas con la disminución de estos gases?
Las medidas de mitigación son una de las partes principales de la acción climática. Están relacionadas con las formas para reducir los GEI y, así, disminuir el ritmo del cambio climático. Algunos ejemplos de estas acciones incluyen utilizar más eficientemente combustibles fósiles o, en el mejor de los casos, hacer una transición hacia un mayor uso de energías renovables no convencionales.
Estas incluyen la energía solar o eólica y su ventaja es que no emiten ningún tipo de GEI a la atmósfera; la energía que producen viene de recursos naturales que no se agotan. Otra medida de mitigación es expandir los bosques, que sirven para capturar dióxido de carbono de la atmósfera.
¿Qué es la adaptación?
La adaptación hace referencia a otro conjunto de acciones importantes frente al cambio climático. A medida que este fenómeno afecta nuestras vidas diarias y la ocurrencia de desastres naturales, por ejemplo, es necesario que nos adaptemos para enfrentar esto. Se deben realizar ajustes en las ciudades, infraestructuras y sistemas de transporte para que el cambio climático no nos dé tan duro.
¿Qué son pérdidas y daños?
Se espera que la discusión sobre pérdidas y daños sea una de las principales en la COP27. Las pérdidas y daños hacen referencia a lo que sucede cuando las medidas de mitigación y adaptación no se dieron a tiempo y el cambio climático ya causó deterioros. La pregunta en las conferencias climáticas ha sido ¿quién pagará por esas pérdidas y daños? Los efectos del cambio climático han afectado más a los países “en desarrollo”, pues son los más vulnerables a la aparición de fenómenos climáticos extremos. Pero son los países “desarrollados”, como Estados Unidos y China, lo que son los mayores responsables de las emisiones de GEI y, asimismo, del cambio climático.
En ese sentido, sería lógico que los mayores responsables aportaran más plata para pagar pérdidas y daños. Durante la COP del año pasado, los países “en desarrollo” pusieron sobre la mesa, nuevamente, la propuesta para crear un fondo para reparar a los países víctimas del cambio climático. Sin embargo, esta propuesta no prosperó. Este año, se espera que se pueda abordar de mejor forma.
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Por estos días, es probable que ya haya visto o escuchado algo del inicio de la COP27. Algunos no saben nada sobre qué se trata, mientras que otros tal vez intuyen que tiene que ver algo con el cambio climático. Lo cierto es que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático es un evento que se realiza una vez al año, en donde representantes de todo el mundo se reúnen para discutir cómo hemos— o no — avanzado en la lucha contra el cambio climático. (Lea Encuentran una nueva especie de búho en África)
En las últimas semanas, varias organizaciones internacionales han publicado informes que alertan que no vamos en buen camino para evitar eventos climáticos devastadores en el futuro. Solo este año, las olas de calor, inundaciones, períodos intensos de lluvias y huracanes frecuentes se han relacionado a los cambios climáticos, cada vez más frecuentes e intensos, que viviremos en los próximos años. (Lea Centroamérica, en alerta ante avance de Lisa convertida en huracán)
Pero, entonces, ¿qué tiene que ver una conferencia de las Naciones Unidas con todo esto? ¿Qué es lo esencial que debe saber antes de la reunión anual más importante sobre cambio climático?
Primero lo primero. ¿Qué es la COP27?
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se conoce popularmente bajo las siglas COP, que significan Conferencia de las Partes. Las “partes” son 197 países que acordaron un tratado ambiental internacional en 1992, durante Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Cada año, estos países se reúnen para discutir, negociar y pactar acciones para hacerle frente al cambio climático.
Este año, se realiza la edición #27 de la conferencia (por eso el nombre COP27) en Sharm el-Sheik, Egipto, entre el 6 y 18 de noviembre. En esta edición, se espera que se aborden algunos de los cabos sueltos que quedaron de la anterior COP, como la adaptación al cambio climático y la financiación para pérdidas y daños (no se preocupe, más adelante le explicaremos de qué tratan estos términos).
En general, como dijo el experimentado negociador de las COP, Jonathan Pershing en una entrevista con Carbon Brief, este año “ya no se trata sólo de lo que acuerda la comunidad mundial; se trata de cómo puede la comunidad mundial trabajar conjuntamente para promover los intereses y las agendas nacionales”.
En todo caso, el propósito principal de esta conferencia, y las que vendrán en próximos años, será llegar a acuerdos para evitar que la temperatura global se mantenga por debajo de 1.5°C para finales de siglo.
Ya se ha escuchado mucho sobre la meta de los 1.5° C. ¿Por qué esa temperatura y por qué es importante cumplir ese objetivo?
Desde la época preindustrial (1850 a 1900) la Tierra ha subido de temperatura, principalmente por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles. Los países y científicos del mundo acordaron oficialmente 2015, por medio del Acuerdo de París, que la temperatura media mundial no puede aumentar más de 2°C en comparación a los niveles preindustriales para 2100.
Sin embargo, en ese documento también quedó consignado algo importante. Aunque la meta seguía encaminada en el margen de 2°C, “se debían hacer todos los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5°C”.
A este número llegó la ciencia después de años y años de investigaciones, modelos y predicciones. Si queremos evitar impactos climáticos desastrosos, debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para evitar superar este umbral. Si la temperatura mundial aumenta más de 1.5°C, se espera que haya olas de calor mortales, escasez de agua e incluso colapsos de ecosistemas enteros.
Se calcula que el planeta ya se ha calentado alrededor de 1,1° C. Detener este proceso requiere que los países se comprometan a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) drásticamente. La hoja de ruta para realizarlo son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés).
¿Para qué sirven las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional?
Las negociaciones climáticas están llenas de términos técnicos. Las NDC hacen parte de este grupo, pero también son uno de los conceptos más importantes y son piezas fundamentales del Acuerdo de París. Desde 2020, y cada cinco años, los países del mundo deberán presentar las acciones concretas que realizan para reducir las emisiones de GEI y tomar otras medidas climáticas.
Por ejemplo, Colombia actualizó sus NDC en diciembre de 2020 e indicó que, para finales de esta década, espera reducir sus emisiones en un 51%, en comparación a 2020. Las NDC son importantes, porque son una especie de indicador para saber si las naciones están en camino a lograr grandes metas climáticas, como alcanzar cero emisiones netas para 2050. Y, tal vez más relevantemente, son una buena forma de saber si los países están a tiempo para frenar aumentos de temperatura preocupantes.
¿Qué quiere decir alcanzar cero emisiones netas?
Es probable que alguna vez haya escuchado el término carbono neutralidad o lograr cero emisiones netas. Esta es una de las grandes metas climáticas que varios países se propusieron para 2050. Básicamente, quiere decir que, para ese año, las naciones deben lograr balancear los gases que emiten con los que capturan. En otras palabras, si un país emite—por poner un ejemplo sencillo e hipotético—10 toneladas de CO2, debe también capturar o compensar 10 toneladas de CO2, para que sus emisiones netas sean igual a cero.
¿Cómo se captura dióxido de carbono? Hay varias formas. Una de las más populares es plantar árboles, ya que naturalmente capturan y almacenan carbono. Pero también se habla cada vez más de tecnologías diseñadas específicamente para eso. Expertos en transición energética, sin embargo, han resaltado que muchas de ellas todavía son muy caras de producir y están en etapas preliminares.
¿Qué son los Gases de Efecto Invernadero?
En palabras sencillas, son gases que están vinculados con el calentamiento de la Tierra. Los más conocidos—y contaminantes—son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N20). Hay otros que se mencionan menos, pero que igual son potentes, como los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6).
Al referirnos a estos gases, también se suele hablar mucho de emisiones antropogénicas. Estas son las emisiones de GEI relacionadas a las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural. Pero también ahí entran otras actividades, como la deforestación, el cambio del uso del suelo, la disposición de residuos y actividades industriales. Todas estas acciones han contribuido a emitir gases relacionados con el cambio climático a una velocidad que no se había presenciado antes en la historia.
¿Es cierto que las medidas de mitigación están relacionadas con la disminución de estos gases?
Las medidas de mitigación son una de las partes principales de la acción climática. Están relacionadas con las formas para reducir los GEI y, así, disminuir el ritmo del cambio climático. Algunos ejemplos de estas acciones incluyen utilizar más eficientemente combustibles fósiles o, en el mejor de los casos, hacer una transición hacia un mayor uso de energías renovables no convencionales.
Estas incluyen la energía solar o eólica y su ventaja es que no emiten ningún tipo de GEI a la atmósfera; la energía que producen viene de recursos naturales que no se agotan. Otra medida de mitigación es expandir los bosques, que sirven para capturar dióxido de carbono de la atmósfera.
¿Qué es la adaptación?
La adaptación hace referencia a otro conjunto de acciones importantes frente al cambio climático. A medida que este fenómeno afecta nuestras vidas diarias y la ocurrencia de desastres naturales, por ejemplo, es necesario que nos adaptemos para enfrentar esto. Se deben realizar ajustes en las ciudades, infraestructuras y sistemas de transporte para que el cambio climático no nos dé tan duro.
¿Qué son pérdidas y daños?
Se espera que la discusión sobre pérdidas y daños sea una de las principales en la COP27. Las pérdidas y daños hacen referencia a lo que sucede cuando las medidas de mitigación y adaptación no se dieron a tiempo y el cambio climático ya causó deterioros. La pregunta en las conferencias climáticas ha sido ¿quién pagará por esas pérdidas y daños? Los efectos del cambio climático han afectado más a los países “en desarrollo”, pues son los más vulnerables a la aparición de fenómenos climáticos extremos. Pero son los países “desarrollados”, como Estados Unidos y China, lo que son los mayores responsables de las emisiones de GEI y, asimismo, del cambio climático.
En ese sentido, sería lógico que los mayores responsables aportaran más plata para pagar pérdidas y daños. Durante la COP del año pasado, los países “en desarrollo” pusieron sobre la mesa, nuevamente, la propuesta para crear un fondo para reparar a los países víctimas del cambio climático. Sin embargo, esta propuesta no prosperó. Este año, se espera que se pueda abordar de mejor forma.
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