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Científicos del Imperial College London se propusieron investigar el estrés que ha provocado el cambio climático en los abejorros. Lo hicieron a partir de la morfología (formas del cuerpo), en específico, la asimetría en las alas. Los investigadores estudiaron especímenes de cuatro especies de abejorros de cinco museos recolectados en Gran Bretaña durante el siglo XX, y las compararon con el tamaño de las alas de animales actuales que vuelan en varias regiones del país.
Sus hallazgos, publicados en en el Journal of Animal Ecology, muestran que la asimetría de las alas creció durante el siglo XX y bajo condiciones climáticas que probablemente aumentarán en frecuencia con el cambio climático, con años más cálidos y húmedos.
“Nuestro objetivo es comprender mejor las respuestas a factores ambientales específicos y aprender del pasado para predecir el futuro. Esperamos poder pronosticar dónde y cuándo estarán los abejorros”. más en riesgo y apuntar a una acción de conservación efectiva” dijo, citado por el medio especializado Phys, el autor del artículo, el Dr. Andrés Arce, ahora en la Universidad de Suffolk.
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Los abejorros son polinizadores. Entender cómo están respondiendo a los cambios climáticos se ha vuelto un objetivo de la ciencia. Si los polinizadores como ellos desaparecieran, los investigadores estiman que 350.000 especies de plantas con flores perderían el 80% de su producción de semilla y que un tercio de las plantas con flores no producirían ninguna. El problema es que todavía no está del todo claro cómo cuantificar el grado de estrés que ha ejercido el cambio climático.
Los científicos utilizaron los especímenes de museo para llenar parte de ese vacío. Esas muestras, dicen los autores, representan un depósito de datos biológicos infrautilizados para investigar cómo las poblaciones históricas han respondido a los factores estresantes. Los abejorros son polinizadores de importancia mundial y se consideran sensibles al cambio ambiental, lo que los convierte en un importante grupo funcional para estudiar. Se tuvieron en cuenta 3.300 especímenes de museo, recolectados entre los años 1900 y 2000.
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Las colecciones de abejorros procedían del Museo de Historia Natural (Londres), los Museos Nacionales de Escocia (Edimburgo), el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, el Museo Tullie House y Art Gallery Trust (Carlisle) y el Museo Mundial (Liverpool). Eso lo compararon con las fotografías de poco más de seis mil abejorros que vuelan en toda Gran Bretaña.
El autor principal, el Dr. Richard Gill, del Departamento de Ciencias de la Vida (Silwood Park) en Imperial College London, le dijo a Phys que “dado que se pronostica que las condiciones más cálidas y húmedas someterán a los abejorros a un mayor estrés, el hecho de que estas condiciones se vuelvan más frecuentes con el cambio climático significa que los abejorros pueden estar en un momento difícil durante el siglo XXI”.