¿Quién es Luis Gilberto Murillo, el nuevo ministro de Ambiente?
El exgobernador del Chocó y actual coordinador del Plan Pacífico estudió becado en Rusia, fue secuestrado por paramilitares en el 2000 y se desempeñó como revisor del Banco Mundial.
Redacción Medioambiente
Luis Gilberto Murillo fue nombrado hoy por el presidente Juan Manuel Santos como nuevo Ministro de Ambiente, en reemplazo de Gabriel Vallejo, quien estuvo a cargo de esa cartera desde 2014. El anuncio fue hecho junto con el nombramiento de cinco nuevos líderes ministeriales que se pondrán al frente de la paz y el posconflicto. (Le puede interesar: "Este es el gabinete del presidente Santos para el posconflicto")
Murillo nació en San Juan, un pequeño municipio de Chocó cuya cabecera municipal es Andagoya. Cuando se graduó del colegio tuvo un puntaje inusitadamente alto en el Icfes y obtuvo una beca del Icetex para estudiar en Rusia. Entre 1984 y 1990 estudió en la Universidad de Moscú y se graduó como ingeniero de Minas con maestría en Ciencias de la Ingeniería.
A su devuelta al país, en 1993 cuando el presidente de turno era César Gaviria, Murillo, de sólo 27 años, fue el director de la Corporación para el Desarrollo del Chocó (Codechocó). Después viajó a Bogotá y trabajó codo a codo con Antanas Mockus, durante su alcaldía, en la que estuvo a cargo de la planeación y presupuesto del Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Bogotá (DAMA) entre 1995 y 1997.
En 1998 fue elegido como gobernador del Chocó a sus 31 años y es considerado como uno de los más jóvenes para ocupar este cargo en la historia de Colombia. Durante su gobierno propuso una reorganización estatal, fue pionero en la creación de una Secretaría de Asuntos Étnicos y abrió la Oficina de Desarrollo Ambiental de la región.
En el 2000 fue víctima de un secuestro por parte de grupos paramilitares que lo forzaron a abandonar el país y a refugiarse con su familia e Washington, Estados Unidos. Allí se vinculó a la Agencia de Cooperación Internacional Lutheran World Relief donde trabajó como analista de política internacional.
Luego, ocupó el cargo de vicepresidente de Operaciones de Phelps Stokes, una fundación para el desarrollo de las comunidades latinoamericanas y africanas. Allí diseñó programas de liderazgo y desarrollo económico y social para la región.
Por esa época, cuando vivió en Estados Unidos, prestó sus servicios como revisor del Banco Mundial y consultor externo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). También, hizo parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el 2011, con el aval del partido Cambio Radical y después de varios años de trabajo en Washington, Murillo ganó por segunda vez las elecciones para gobernador del Chocó cuando se lanzó en alianza con la alcaldesa de Quibdó, Zulia Mena. Ambos ganaron con una votación histórica de 52.000 votos, aun cuando ninguno pertenecía a la clase política dominante la región.
Sin embargo, tras un año y medio en el cargo, se retiró después de una supuesta sanción disciplinaria cuando se convirtió en gobernador por los años noventa. A través de un decreto, la presidencia confirmó la destitución de Murillo elegido como gobernador del Chocó para el periodo 2012-2015. Así, en junio de 2013 el Consejo de Estado declaró nula su elección debido a que en 1997 ya había sido condenado por el Tribunal Superior de Quibdó (Chocó) por haber destinado una supuesta suma millonaria, como director de Codechocó, para arreglar una escuela.
En el 2012, Murillo abandonó la Gobernación y a pesar de que el Consejo Nacional Electoral falló a su favor, no le sirvió para zanjar el limbo jurídico porque el Consejo de Estado lo suspendió hasta que el Tribunal resuelva su caso.
Mientras tanto, Santos lo nombró director del Programa Presidencial para la Población Afrocolombiana. Dos años después, en 2014, el presidente nombró a Murillo como coordinador del “Todos Somos Pacífico”, un plan ambicioso para redimir a los pueblos de la región Pacífica colombiana, con énfasis en Buenaventura, Tumaco, Guapi y Quibdó, ciudades históricamente agobiadas por el abandono estatal, la corrupción de sus gobernantes y el conflicto armado, no solo en lo que tiene que ver con el accionar de las guerrillas, sino también con el de las bandas criminales y el narcotráfico.
Hoy está casado con Barno Khojibaeva y tiene 3 hijos: Luis Gilberto, Julio David y Timur.
Luis Gilberto Murillo fue nombrado hoy por el presidente Juan Manuel Santos como nuevo Ministro de Ambiente, en reemplazo de Gabriel Vallejo, quien estuvo a cargo de esa cartera desde 2014. El anuncio fue hecho junto con el nombramiento de cinco nuevos líderes ministeriales que se pondrán al frente de la paz y el posconflicto. (Le puede interesar: "Este es el gabinete del presidente Santos para el posconflicto")
Murillo nació en San Juan, un pequeño municipio de Chocó cuya cabecera municipal es Andagoya. Cuando se graduó del colegio tuvo un puntaje inusitadamente alto en el Icfes y obtuvo una beca del Icetex para estudiar en Rusia. Entre 1984 y 1990 estudió en la Universidad de Moscú y se graduó como ingeniero de Minas con maestría en Ciencias de la Ingeniería.
A su devuelta al país, en 1993 cuando el presidente de turno era César Gaviria, Murillo, de sólo 27 años, fue el director de la Corporación para el Desarrollo del Chocó (Codechocó). Después viajó a Bogotá y trabajó codo a codo con Antanas Mockus, durante su alcaldía, en la que estuvo a cargo de la planeación y presupuesto del Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Bogotá (DAMA) entre 1995 y 1997.
En 1998 fue elegido como gobernador del Chocó a sus 31 años y es considerado como uno de los más jóvenes para ocupar este cargo en la historia de Colombia. Durante su gobierno propuso una reorganización estatal, fue pionero en la creación de una Secretaría de Asuntos Étnicos y abrió la Oficina de Desarrollo Ambiental de la región.
En el 2000 fue víctima de un secuestro por parte de grupos paramilitares que lo forzaron a abandonar el país y a refugiarse con su familia e Washington, Estados Unidos. Allí se vinculó a la Agencia de Cooperación Internacional Lutheran World Relief donde trabajó como analista de política internacional.
Luego, ocupó el cargo de vicepresidente de Operaciones de Phelps Stokes, una fundación para el desarrollo de las comunidades latinoamericanas y africanas. Allí diseñó programas de liderazgo y desarrollo económico y social para la región.
Por esa época, cuando vivió en Estados Unidos, prestó sus servicios como revisor del Banco Mundial y consultor externo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). También, hizo parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el 2011, con el aval del partido Cambio Radical y después de varios años de trabajo en Washington, Murillo ganó por segunda vez las elecciones para gobernador del Chocó cuando se lanzó en alianza con la alcaldesa de Quibdó, Zulia Mena. Ambos ganaron con una votación histórica de 52.000 votos, aun cuando ninguno pertenecía a la clase política dominante la región.
Sin embargo, tras un año y medio en el cargo, se retiró después de una supuesta sanción disciplinaria cuando se convirtió en gobernador por los años noventa. A través de un decreto, la presidencia confirmó la destitución de Murillo elegido como gobernador del Chocó para el periodo 2012-2015. Así, en junio de 2013 el Consejo de Estado declaró nula su elección debido a que en 1997 ya había sido condenado por el Tribunal Superior de Quibdó (Chocó) por haber destinado una supuesta suma millonaria, como director de Codechocó, para arreglar una escuela.
En el 2012, Murillo abandonó la Gobernación y a pesar de que el Consejo Nacional Electoral falló a su favor, no le sirvió para zanjar el limbo jurídico porque el Consejo de Estado lo suspendió hasta que el Tribunal resuelva su caso.
Mientras tanto, Santos lo nombró director del Programa Presidencial para la Población Afrocolombiana. Dos años después, en 2014, el presidente nombró a Murillo como coordinador del “Todos Somos Pacífico”, un plan ambicioso para redimir a los pueblos de la región Pacífica colombiana, con énfasis en Buenaventura, Tumaco, Guapi y Quibdó, ciudades históricamente agobiadas por el abandono estatal, la corrupción de sus gobernantes y el conflicto armado, no solo en lo que tiene que ver con el accionar de las guerrillas, sino también con el de las bandas criminales y el narcotráfico.
Hoy está casado con Barno Khojibaeva y tiene 3 hijos: Luis Gilberto, Julio David y Timur.