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La UICN calificó de buenas noticias el redescubrimiento de estas especies, a pesar de los altos niveles de amenaza a los que se enfrentan los anfibios a nivel global.
Se trata del jambato de Río pescado (Atelopus balios); el jambato negro (Atelopus ignescens), una rana nativa de Ecuador; y el atelopus nanay, una especie también endémica de Ecuador.
Todas ellas se creían desaparecidas a causa de una enfermedad mortal causada por un hongo llamado “chytrid” que afecta a los anfibios. (Lea: Una epidemia desvasta a las ranas)
El “rhaebo colomai”, otra especie de rana endémica de las laderas occidentales de los Andes en el norte de Ecuador y el sur de Colombia, también se creía extinta para siempre por la pérdida de su hábitat natural.
“Estos descubrimientos son alentadores, pero las especies siguen sufriendo el impacto negativo de amenazas inducidas por el ser humano”, dijo la coordinadora de la sección de anfibios de la lista, Jennifer Luedtke, citada en un comunicado.
La experta advirtió de que, a pesar de seguir vivas “estas especies deben lidiar con la destrucción y degradación severa de su hábitat, así como con la depredación por especies no nativas, el hongo “chytrid” y los efectos del cambio climático”.
Asimismo, Luedtke destacó la necesidad “urgente” de mejorar la conservación de estas especies para prevenir su extinción.
Lista de la UICN
Con la actualización de la lista, una especie vegetal común en las Islas Baleares (Carthamus balearicus) y procedente de la familia de las asteráceas que hasta ahora se consideraba vulnerable, salió de las categorías que implican amenaza y ahora se cataloga como una especie “casi amenazada”.
Esta planta se encuentra sobre todo en la isla de Menorca y su población presenta ahora signos de mejora después de varios proyectos de conservación.
La lista incluye un total de 93.577 especies de las que 26.197 están amenazadas de extinción.
En peligro de extinción
Entre ellas, la UICN subrayó el peligro que corren los reptiles en Australia, amenazados por especies invasoras y el cambio climático; las cucarachas en las Azores, en riesgo por una serie de plantas invasoras; y el zorro volador de Mauricio, perseguido por una campaña de sacrificio impulsada por el Gobierno.“La actualización de la lista roja publicada hoy revela los ataques constantes a los que se enfrenta la biodiversidad de nuestro planeta”, sostuvo en el comunicado el director general de la UICN, Inger Andersen.
“Las especies invasoras, los cambios en los patrones de los incendios, los ciclones y el conflicto entre el ser humano y la vida salvaje son solo algunas de las muchas amenazas que están rompiendo los ecosistemas de nuestro planeta”, agregó Andersen.
Además, el experto considera que la extinción de determinadas especies “pone en riesgo nuestra cultura e identidad así como los beneficios que aportan estos animales a través de la polinización o la preservación de los suelos”.
La lista también incluye tres especies de gusanos de tierra en Japón en peligro de extinción por la intensificación de la actividad agrícola, la expansión urbana y los residuos de lluvia radioactiva procedentes de la segunda Guerra Mundial y del accidente de la planta nuclear de Fukushima en 2011.
Asimismo, la industria del perfume ha causado que el árbol “aquilaria malaccensis” haya pasado de ser una especie vulnerable a una especie “en peligro crítico” después que su población se haya reducido en un 80 % en los últimos 150 años.
Esta especie vegetal es productora de la madera de agar que desprende una resina negra muy utilizada en perfumería.
Sin embargo, es difícil saber qué arboles contienen este tipo de madera por lo que la tala es masiva.
Otras de las especies que pasaron de ser vulnerables a ser catalogadas como “en peligro” son la “livistona carinensis”, una palma que tradicionalmente se ha usado para la construcción en Djibouti, Yemen y Somalia; y un roedor jamaicano (geocapromys brownii) amenazado por la caza y el deterioro de su hábitat natural. EFEverde