Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La organización WWF lanzó una campaña navideña con el fin de fortalecer los programas de conservación para el jaguar, el delfín de río, la tortuga marina y el oso de anteojo; cuatro especies que habitan en Colombia y que están gravemente amenazadas debido a las actividades humanas. (Le puede interesar: Estas son las 10 especies de tortuga más amenazadas en Colombia)
“Regala futuro”, como se bautizo la campaña, invita a las personas a que, en esta Navidad, le regalen a sus familiares y amigos una adopción simbólica de estos animales. “A través de un aporte monetario (de mínimo 40.000 pesos mensuales o 100.000 pesos si es de única vez), los colombianos podrán regalarles a sus seres queridos la adopción simbólica de un jaguar, un delfín de río, una tortuga marina o un oso de anteojos, para apoyar los esfuerzos de conservación que la organización realiza en el país y hacer posible un mejor futuro para el planeta”, señala WWF. (Lea también: Galería: los ganadores del premio a la fotografía de mascotas más graciosas)
Además, explica que quienes adopten estas especies en realidad estarán financiando “programas como el monitoreo con cámaras trampa y capacitaciones a comunidades locales para mejorar los índices de conservación de las cuatro especies”. A la persona que le entregue este regalo, también recibirá un kit de bienvenida que contiene un certificado digital y un peluche panda, que será enviado sin costo.
¿Por qué estás cuatro especies? Las razones de WWF:
El jaguar, por ejemplo, es el máximo depredador terrestre de los bosques colombianos. Si desaparece, sus presas, que son generalmente herbívoras, quedarían dominando y consumirían especies vegetales sin control. Esto altera la composición y estructura de los suelos, afectando los cauces de los ríos y, por tanto, tiene un efecto en cadena sobre otros seres vivos y el ecosistema.
La tortuga marina, por su parte, ayuda a mantener la salud de los pastos marinos y los arrecifes coralinos, que benefician a especies con importancia comercial como el camarón, la langosta y el atún. Además, con sus hábitos alimenticios regula los ciclos de vida de otras especies, equilibrando las poblaciones.
Lo mismo pasa con el delfín en los ríos de nuestra Amazonia y Orinoquia, y con el oso de anteojos en los páramos y bosques andinos. Sin embargo, cada año, miles de tortugas marinas mueren o quedan malheridas por las redes o anzuelos de pesca; la cacería y los conflictos entre humanos y osos de anteojos siguen incrementándose; el jaguar es acechado por la deforestación que destruye su hogar; y la construcción de represas hidroeléctricas divide el hábitat de los delfines de río e impide que migren, se reproduzcan y se alimenten. (Lea también: Residuos de tapabocas aumentaron un 9.000 % entre marzo y octubre de 2020)
Si alguna de estas cuatro especies desaparece, el futuro de ellas, el de sus ecosistemas, y el nuestro está en riesgo, pues la salud humana y la de la naturaleza están totalmente interconectadas.