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Durante la mañana de este jueves 17 de agosto se sintió un fuerte movimiento de tierra en varias ciudades de Colombia. Según el reporte inicial del Servicio Geológico Colombiano, el epicentro fue en Meta, específicamente en El Calvario, a una profundidad menor de 30 kilómetros, con una magnitud de 6,1 (Lea también: Fuerte temblor en Colombia de 6,1 de magnitud se sintió en Bogotá y la zona andina).
Desde eso, según el SGC, se han reportado más de 40 réplicas de magnitudes entre 2 y 5,6, todas ellas menores al sismo principal. La última ocurrió en Restrepo, Meta, y su magnitud fue de 5,1.
“Esto quiere decir que el sistema de los bloques de roca que se partieron están tratando de volver a acomodarse y recuperar su equilibrio. Eso ocasiona las réplicas”, explica John Makario Londoño, director de Geoamenazas del SGC.
Una de esas réplicas se sintió cerca a la ciudad de Villavicencio, con 5,6 de magnitud (No se pierda: Video: Así sintieron el temblor en distintas partes de Colombia).
El SGC advirtió que es posible que ocurran más de ellas, pero que son igual de impredecibles como los temblores.
Para ser más exactos, el Servicio Geológico explicó que las réplicas son movimientos sísmicos, de magnitud menor, que suceden en la misma región donde se dio un movimiento de tierra de mayor magnitud.
Generalmente, tienen profundidades menores a 30 kilómetros y pueden suceder minutos, horas, días, meses e incluso años después del evento sísmico principal. El SGC dice que eso depende de las condiciones del medio y de las características geológicas donde se producen los movimientos de tierra.
La frecuencia de ocurrencia de las réplicas es grande, pero decae con el tiempo (Le podría interesar: Casas destruidas y carreteras cerradas: el balance del temblor en Colombia).
Cuando tiembla en un lugar, ¿volverá a temblar ahí en el futuro?
Por la misma línea, el SGC explica que los sismos tienen orígenes definidos: el movimiento de placas tectónicas, las fallas geológicas, la actividad volcánica o la actividad humana.
Es posible que haya recurrencia sísmica en una misma zona y, por lo tanto, una elevada probabilidad de que se presenten movimientos de tierra donde ya han ocurrido antes.
El Nido Sísmico de Bucaramanga, por ejemplo, es un área con alta tasa de ocurrencia de sismos, aunque la gran mayoría de estos no son sentidos por las personas. Adicionalmente, donde ya ha ocurrido un sismo de gran magnitud, es muy probable que en el futuro vuelva a ocurrir.
“Por eso es tan clave que tengamos presente la historia sísmica de nuestro país y de nuestras regiones”, explica el SGC a través de un boletín.
Debido a su configuración geológica y tectónica, Colombia es un país sísmicamente activo. Incluso, se estima que, en promedio, en el país ocurran 2.500 sismos al mes.
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