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Una de las primeras advertencias que hace Guillermo Eduardo Armenta es que los siguientes escenarios no deben ser tomados como pronósticos de lo que va a suceder en Colombia en las próximas décadas. Pide ser muy cuidadosos a la hora de leerlos y de usarlos para llevar a cabo investigaciones. Él prefiere llamarlos “supuestos” o proyecciones de lo que podría generar el cambio climático en Colombia en lo que resta del siglo.
Armenta es profesional de cambio climático del Ideam y este 25 de octubre estuvo en Cali, en la COP16, presentando un documento que no atrajo tanta atención como las negociaciones que se llevaban a cabo en la llamada Zona Azul o las declaraciones de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. Es, sin embargo, como dijo la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry, una gran herramienta para el país que muestra que Colombia “debe reflexionar sobre cómo adaptarse al cambo climático. Necesitamos medidas urgentes para la nueva realidad que tenemos”.
El documento lleva por nombre “Escenarios de cambio climático” y en 190 páginas muestra cómo podrían ser este siglo las lluvias en Colombia; las temperaturas promedio, máxima y mínima; la humedad relativa; la velocidad del viento y la radiación.
Para hacerlo, los investigadores del Ideam siguieron la línea que ha expuesto en sus informes el grupo de científicos más reputado en termas de cambio climático, el IPCC, y plantearon cuatro escenarios. Sin entrar en muchos detalles metodológicos, cada escenario está basado en unos supuestos. En el primero, por ejemplo, habrá bajo crecimiento de la población, pero alto crecimiento económico, además de gobernabilidad, desarrollo tecnológico y conciencia ambiental. A ese escenario, el Ideam lo llama “sustentabilidad”.
En el tercero, por el contrario, llamado “fragmentación”, ocurre todo lo contrario: alto crecimiento poblacional, bajo desarrollo económico y poca conciencia ambiental. El segundo es un escenario intermedio y el cuarto su nombre lo define: “desigualdad”.
Saltándonos las ecuaciones y los modelos que soportan la construcción de cada uno de los escenarios, vale la pena empezar por la siguiente gráfica: la que muestra cómo ha sido el comportamiento de la temperatura promedio en Colombia entre 1981 y 2020 (en negro) y cómo será entre el 2021 y 2100.
“De aquí a 2040, los escenarios muestran un ‘consenso’: la temperatura media en Colombia será un grado Celsius más alta”, explicó Armenta, en la presentación del informe en Cali.
A medida que pasan las décadas, esa tendencia cambiará, dependiendo el escenario en el que nos movamos en el país. En 2060, podrá ser entre 1,3 °C a 1,8 °C mayor que el período usado como referencia, y en el 2100 los aumentos de la temperatura estarían entre 1,2 y 5 °C. Si el comportamiento de la temperatura media en el país siguiera esa tendencia que señalan los datos históricos, se lee en el documento del Ideam, para finales del siglo XXI la proyección más cercana sería similar a la del escenario dos (en color verde).
En otras palabras, como aseguró Echeverry, “aun en el escenario más optimista, la temperatura aumentará entre 1 °C y 1,2 °C. La situación es crítica”.
Si hiciéramos un “zoom” a las temperaturas máximas que se pueden presentar en el país, las cosas no pintan nada bien. En todos los escenarios, entre el 2021 y 2040, podría incrementar entre 0,4 °C y 2 °C, a la hora de analizar “cambios anuales multianuales”, como los llama el Ideam. Los habitantes de Nariño y el Catatumbo, por poner un par de ejemplos, tendrían que vivir con un aumento de 1,5 °C.
Por supuesto, en el peor escenario, la situación será muy compleja al final del siglo XXI. Varios puntos del Amazonas, de Vichada, de Norte de Santander o de Nariño podrían experimentar un aumento de más de 5 °C. Los mapas en rojo que acompañan el texto, lo ilustran mucho mejor.
No solo las temperaturas máximas inquietan. En la otra cara de la moneda, están las precipitaciones. “En el periodo de corto plazo, entre 2021-2040, se presentarían cambios dentro del rango normal de variabilidad (alrededor del 10 %): se tendrían aumentos de lluvias en la mayor parte del país y serían superiores (entre el 10 % y el 20 %) en el centro de la región Andina”, se lee en el documento. Por el contrario, las lluvias, en promedio, se podrían reducir en la Orinoquia y en la región Caribe.
Si nos paráramos en el escenario más pesimista, para el 2100 puede haber puntos en Putumayo, Nariño y la región Andina en los que las lluvias aumenten más del 50%. Al otro extremo, en La Guajira, podría haber una reducción de entre el 40% y el 50%. Los pobladores de San Andrés y Providencia también tendrán que enfrentar un comportamiento similar.
A la hora de hablar de humedad relativa, dice el Ideam, también habrá cambios. Solo una muestra: haría “reducciones en la mayor parte del país en todos los escenarios y periodos analizados. En el primer periodo (2021-2040), aumentaría entre el 0,5 % y el 2 % en la región Pacífica y en parte de la región Caribe, y en el resto del país se reduciría”, señala el instituto.
La velocidad del viento y la radiación son otras variables que cambiarían. La primera se reduciría en gran parte del país, pero aumentaría en La Guajira. La radiación, especialmente inquietante por los daños en la salud de las personas, podría aumentar en la región Andina, Orinoquia y Amazonia, y reducirse en el Caribe.
Para Armenta, del Ideam, lo que puede suceder en el futuro, dependiendo del escenario en el que el país se pare, es que se exacerben los eventos extremos como sequías, lluvias torrenciales y lluvias intensas. “Estos datos”, dijo Echeverry, la directora, “son, también, un llamado de acción por el planeta”.
Un mensaje similar envió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Pnud, en la mañana del 24 de octubre. En su informe Emissions Gap Report, pidió medidas más contundentes para reducir las emisiones de gases efecto invernadero. Le dio un jalón de orejas, especialmente, a los que conforman el G20, pues son los responsables del 77% de las emisiones globales.
Aunque aún queda una pequeña rendija para actuar y evitar sobrepasar la meta de los 1,5 °C (respecto a los niveles preindustriales) que se trazó el planeta en 2015, si las cosas continúan como están, el rumbo será muy diferente. El planeta, advertía, puede llegar, incluso, a los 3,1 °C en este siglo.
¿Quiénes generan emisiones en Colombia?
El informe que muestra cuáles serán los escenarios de cambio climático en el país no fuel único que presentó el Ideam en la COP16. También publicó el Inventario Nacional de Emisiones y Absorciones Atmosféricas de Colombia, en el que reveló cuáles son los sectores que más emiten gases de efecto invernadero (GEI) en el país.
Es mejor otro artículo para entrar en detalle en sus resultados, pero se podrían resumir así: en las últimas dos décadas (1990 a 2021), el sector compuesto por los usos del suelo (LULUCF) es el que más aportes de GEI ha hecho (41,4%); seguido por el de energía (30,03%), el de agricultura, el de residuos, y el sector de procesos industriales:
El que más aportó en el último año analizado (2021) es el de usos del suelo es el de usos del suelo (34,9%) y el de energía (32,7%).
En la presentación, Sara Luz Valbuena, directora de Cambio Climático y Gestión del riesgo del Ministerio de Ambiente, recordó que ese esfuerzo, construido por varias organizaciones y sectores, sería también un instrumento clave para planear la descarbonización del país.
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