Estas son las actividades que más contaminan la atmósfera en Colombia
El Ideam publicó un informe que revela qué sectores son los que más emiten gases contaminantes en el país. La deforestación y el uso de combustibles tienen buena parte de la responsabilidad.
Sergio Silva Numa
Hace tan solo un par de días, el PNUMA, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, publicó el informe que muestra cómo le fue al planeta en la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global. Desde Cali, Inger Andersen, la directora, le envió un mensaje al mundo en la presentación: “Ha llegado el momento decisivo para el cambio climático”.
A lo que se refería es que, a pesar de las advertencias, el 2023 no había sido un buen año, en términos de emisiones de GEI. Contrario a lo esperado, en 2023 hubo un incremento fue 1,3% con respecto a 2022, mucho más alto que el promedio de la última década (0,8%). Si los países más ricos no se apretaban el cinturón y tomaban medidas más contundentes, la meta de no sobrepasar los 1,5 °C que pactó el planeta en 2015, se nos puede escapar pronto de las manos.
“Estamos jugando con fuego”, resumió António Guterres, Secretario General de la ONU. Si las cosas continúan como van, en este siglo el planeta puede llegar, incluso, a los 3,1 °C, recordaba el informe, al tiempo que le daba un jalón de orejas a los países más ricos —los del G20—, responsables del 77% de las emisiones globales.
Para decirlo en palabras de Johan Rockström, uno de los científicos más reputados en el estudio del cambio climático, aunque que queda un espacio para actuar, hay que ponerse el cinturón de seguridad para lo que se avecina.
En medio de la COP16, el Ideam también presentó un informe que muestra la cantidad de emisiones de GEI que ha habido en el país en las últimas dos décadas y cuáles sectores las han producido.
“Ha sido un gran esfuerzo de todos los sectores y de varias entidades. Es una herramienta fundamental que nos permite planear nuestra senda de descarbonización”, dijo en el lanzamiento, en la sede del Banco de la República en Cali, Sara Luz Valbuena, directora de cambio climático y Gestión del Riesgo del Ministerio de Ambiente.
En el Inventario nacional de emisiones y absorciones atmosféricas de Colombia, como se titula el documento, participaron investigadores del Ideam, de la Fundación Natura y del PNUD, entre otras entidades.
Si hubiese que elegir una gráfica para sintetizar los resultados de ese documento, podría ser la siguiente. En ella se muestra cuál ha sido la tendencia de emisiones de GEI entre 1990 y 2021 en Colombia.
Como se observa, el sector que más ha emitido es el que se resume en la sigla LULUCF (Land Use, Land Use Change and Forestry), es decir, el Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura. En las últimas dos décadas su participación promedio ha sido del 41,4%. Lo sigue el de la energía, cuya participación ha sido del 30,03%.
En tercer lugar está el de agricultura (19,57%), luego el de residuos (6,08%) y, finalmente, el de Procesos Industriales y Uso de Producto, que se refiere a la transformación de materias primas y a artículos usados en procesos industriales como disolventes. Es conocido con la sigla IPPU, y emitió, en promedio, 2,91 % de las GEI en el país.
Hay un par de cosas que vale la pena notar, como señaló Leonardo Pineda Pardo, Coordinador del Grupo de Cambio Global del Ideam, y uno de los autores del documento. La primera es que también hay una pequeña cantidad de “absorciones” CO2, uno de los principales gases contaminantes, por parte del LULUCF (se puede ver en la parte inferior de las barras). Eso obedece a actividades asociadas con cultivos permanentes como el café y el cacao, o las plantaciones forestales.
Lo otro que para Pineda Pardo vale la pena notar es que en los últimos tres años la emisión de GEI fue, más o menos, estable; algo muy diferente a lo que ocurrió entre 2015 y 2018, cuando tuvo un crecimiento sostenido.
La situación en el último año evaluado (2021) no es muy diferente en términos de participación por sectores. El de LULUCF y el de energía continúan siendo los mayores emisores. Esta imagen, que muestra las emisiones netas, ilustra mejor el escenario. Es un panorama en el que dióxido de carbono (CO2) continúa siendo el gas más emitido (representa el 66,5%), seguido por el metano (27,4%) y el óxido nitroso (4,8%).
¿Qué es lo que pasa con el LULUCF?
Si hiciéramos un “zoom” al principal sector que más emisiones han generado en el país, el del Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (LULUCF), hay varias cosas que vale la pena resaltar.
La principal es que la mayor parte de las emisiones generadas en este sector fueron ocasionadas por la deforestación. Una cifra basta para dimensionar el problema: entre 2001 y 2021 se deforestaron 3 millones de hectáreas. Es un área tan grande como 19 veces la ciudad de Bogotá.
En esa categoría, que el Ideam llama “tierras forestales” también están otros cambios en el uso del suelo como la degradación del bosque natural, la siembra, la cosecha de nuevas áreas de plantaciones forestales comerciales, las renovaciones de cultivos permanentes (sobresale el café, la palma de aceite y el cacao), y el uso de leña para cocinar. Sus emisiones equivalen al 55,7% del sector de LULUCF.
La otra categoría a la que vale la pena prestarle atención en ese sector es a la de “pastizales”, que se refiere a la conversión de bosques en pastos. En 2021 generó el 35,03 % de emisiones de GEI.
Tal vez, esta gráfica ayude a tener un mejor panorama del sector que más emisiones de gases de efecto invernadero está causando en Colombia:
Una mirada detalla al sector energía y lo que aporta el transporte
El sector energético es el segundo que más emisiones de GEI ha generado en las últimas dos décadas. Además, su cantidad de emisiones ha crecido año tras año. Dentro de él, como indica el documento del Ideam, hay un área que es la principal responsable: el transporte.
Para decirlo en términos más claros, el transporte representa el 39,1% de las emisiones que genera ese sector, lo cual refleja, dice la entidad, el incremento en la circulación de vehículos en el país.
Por otra parte, las industrias de la energía representan el 24,11 %, una “situación asociada principalmente a las actividades de producción de electricidad”; y las industrias manufactureras y de construcción, el 17,44 %. En este último grupo está el consumo de
combustibles en la industria de minerales no metálicos, la industria de alimentos, la de bebidas y de tabaco, la de fabricación de pulpa, la de papel y productos químicos.
Pero dicho de otra manera, en este sector tiene una gran responsabilidad la quema de combustibles. Para la muestra, un botón: en el 2021, el 92,06 % de las emisiones que se produjeron correspondían a esa actividad.
Aquí hay una imagen que muestra mejor ese panorama:
La agricultura, las vacas, el arroz y el metano
En la agricultura, el tercer sector que más aporta emisiones de gases efecto invernadero en Colombia, hay varios detalles que vale la pena destacar. El primero es que, a diferencia de otros sectores, emite más metano que CO2.
La actividad que más contribuye en emisiones (con el 76,79 %) es la fermentación entérica, es decir, el proceso digestivo de rumiantes como vacas y ovejas. Le sigue la categoría de los suelos agrícolas (16,61 %) y las actividades asociadas a la gestión del estiércol, tanto de ganado bovino, ovino, porcino o caprino. También de las aves de corral. Contribuyeron con el 5,24 % de las emisiones del sector agrícola.
Le siguen la “dinámica de inundación en el cultivo de arroz”, la aplicación de urea y el encalado (aplicación de compuestos químicos al suelo), con 0,90 %, 0,38 % y 0,09 %, respectivamente.
Solo una última cifra que ayuda a entender un poco mejor la situación: en 1990 había 18.817.804 de cabezas de ganado bovino en Colombia. En 2021, ese número creció a 27.973.390.
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Hace tan solo un par de días, el PNUMA, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, publicó el informe que muestra cómo le fue al planeta en la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global. Desde Cali, Inger Andersen, la directora, le envió un mensaje al mundo en la presentación: “Ha llegado el momento decisivo para el cambio climático”.
A lo que se refería es que, a pesar de las advertencias, el 2023 no había sido un buen año, en términos de emisiones de GEI. Contrario a lo esperado, en 2023 hubo un incremento fue 1,3% con respecto a 2022, mucho más alto que el promedio de la última década (0,8%). Si los países más ricos no se apretaban el cinturón y tomaban medidas más contundentes, la meta de no sobrepasar los 1,5 °C que pactó el planeta en 2015, se nos puede escapar pronto de las manos.
“Estamos jugando con fuego”, resumió António Guterres, Secretario General de la ONU. Si las cosas continúan como van, en este siglo el planeta puede llegar, incluso, a los 3,1 °C, recordaba el informe, al tiempo que le daba un jalón de orejas a los países más ricos —los del G20—, responsables del 77% de las emisiones globales.
Para decirlo en palabras de Johan Rockström, uno de los científicos más reputados en el estudio del cambio climático, aunque que queda un espacio para actuar, hay que ponerse el cinturón de seguridad para lo que se avecina.
En medio de la COP16, el Ideam también presentó un informe que muestra la cantidad de emisiones de GEI que ha habido en el país en las últimas dos décadas y cuáles sectores las han producido.
“Ha sido un gran esfuerzo de todos los sectores y de varias entidades. Es una herramienta fundamental que nos permite planear nuestra senda de descarbonización”, dijo en el lanzamiento, en la sede del Banco de la República en Cali, Sara Luz Valbuena, directora de cambio climático y Gestión del Riesgo del Ministerio de Ambiente.
En el Inventario nacional de emisiones y absorciones atmosféricas de Colombia, como se titula el documento, participaron investigadores del Ideam, de la Fundación Natura y del PNUD, entre otras entidades.
Si hubiese que elegir una gráfica para sintetizar los resultados de ese documento, podría ser la siguiente. En ella se muestra cuál ha sido la tendencia de emisiones de GEI entre 1990 y 2021 en Colombia.
Como se observa, el sector que más ha emitido es el que se resume en la sigla LULUCF (Land Use, Land Use Change and Forestry), es decir, el Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura. En las últimas dos décadas su participación promedio ha sido del 41,4%. Lo sigue el de la energía, cuya participación ha sido del 30,03%.
En tercer lugar está el de agricultura (19,57%), luego el de residuos (6,08%) y, finalmente, el de Procesos Industriales y Uso de Producto, que se refiere a la transformación de materias primas y a artículos usados en procesos industriales como disolventes. Es conocido con la sigla IPPU, y emitió, en promedio, 2,91 % de las GEI en el país.
Hay un par de cosas que vale la pena notar, como señaló Leonardo Pineda Pardo, Coordinador del Grupo de Cambio Global del Ideam, y uno de los autores del documento. La primera es que también hay una pequeña cantidad de “absorciones” CO2, uno de los principales gases contaminantes, por parte del LULUCF (se puede ver en la parte inferior de las barras). Eso obedece a actividades asociadas con cultivos permanentes como el café y el cacao, o las plantaciones forestales.
Lo otro que para Pineda Pardo vale la pena notar es que en los últimos tres años la emisión de GEI fue, más o menos, estable; algo muy diferente a lo que ocurrió entre 2015 y 2018, cuando tuvo un crecimiento sostenido.
La situación en el último año evaluado (2021) no es muy diferente en términos de participación por sectores. El de LULUCF y el de energía continúan siendo los mayores emisores. Esta imagen, que muestra las emisiones netas, ilustra mejor el escenario. Es un panorama en el que dióxido de carbono (CO2) continúa siendo el gas más emitido (representa el 66,5%), seguido por el metano (27,4%) y el óxido nitroso (4,8%).
¿Qué es lo que pasa con el LULUCF?
Si hiciéramos un “zoom” al principal sector que más emisiones han generado en el país, el del Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (LULUCF), hay varias cosas que vale la pena resaltar.
La principal es que la mayor parte de las emisiones generadas en este sector fueron ocasionadas por la deforestación. Una cifra basta para dimensionar el problema: entre 2001 y 2021 se deforestaron 3 millones de hectáreas. Es un área tan grande como 19 veces la ciudad de Bogotá.
En esa categoría, que el Ideam llama “tierras forestales” también están otros cambios en el uso del suelo como la degradación del bosque natural, la siembra, la cosecha de nuevas áreas de plantaciones forestales comerciales, las renovaciones de cultivos permanentes (sobresale el café, la palma de aceite y el cacao), y el uso de leña para cocinar. Sus emisiones equivalen al 55,7% del sector de LULUCF.
La otra categoría a la que vale la pena prestarle atención en ese sector es a la de “pastizales”, que se refiere a la conversión de bosques en pastos. En 2021 generó el 35,03 % de emisiones de GEI.
Tal vez, esta gráfica ayude a tener un mejor panorama del sector que más emisiones de gases de efecto invernadero está causando en Colombia:
Una mirada detalla al sector energía y lo que aporta el transporte
El sector energético es el segundo que más emisiones de GEI ha generado en las últimas dos décadas. Además, su cantidad de emisiones ha crecido año tras año. Dentro de él, como indica el documento del Ideam, hay un área que es la principal responsable: el transporte.
Para decirlo en términos más claros, el transporte representa el 39,1% de las emisiones que genera ese sector, lo cual refleja, dice la entidad, el incremento en la circulación de vehículos en el país.
Por otra parte, las industrias de la energía representan el 24,11 %, una “situación asociada principalmente a las actividades de producción de electricidad”; y las industrias manufactureras y de construcción, el 17,44 %. En este último grupo está el consumo de
combustibles en la industria de minerales no metálicos, la industria de alimentos, la de bebidas y de tabaco, la de fabricación de pulpa, la de papel y productos químicos.
Pero dicho de otra manera, en este sector tiene una gran responsabilidad la quema de combustibles. Para la muestra, un botón: en el 2021, el 92,06 % de las emisiones que se produjeron correspondían a esa actividad.
Aquí hay una imagen que muestra mejor ese panorama:
La agricultura, las vacas, el arroz y el metano
En la agricultura, el tercer sector que más aporta emisiones de gases efecto invernadero en Colombia, hay varios detalles que vale la pena destacar. El primero es que, a diferencia de otros sectores, emite más metano que CO2.
La actividad que más contribuye en emisiones (con el 76,79 %) es la fermentación entérica, es decir, el proceso digestivo de rumiantes como vacas y ovejas. Le sigue la categoría de los suelos agrícolas (16,61 %) y las actividades asociadas a la gestión del estiércol, tanto de ganado bovino, ovino, porcino o caprino. También de las aves de corral. Contribuyeron con el 5,24 % de las emisiones del sector agrícola.
Le siguen la “dinámica de inundación en el cultivo de arroz”, la aplicación de urea y el encalado (aplicación de compuestos químicos al suelo), con 0,90 %, 0,38 % y 0,09 %, respectivamente.
Solo una última cifra que ayuda a entender un poco mejor la situación: en 1990 había 18.817.804 de cabezas de ganado bovino en Colombia. En 2021, ese número creció a 27.973.390.
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