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Hace dos años, 196 países se reunieron en Montreal, Canadá, para cerrar un acuerdo histórico que ayudaría a orientar las acciones mundiales en favor de la naturaleza: el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, un documento que contiene 23 metas y cuatro objetivos que buscan, en términos generales, que en 2030 se detenga y revierta la pérdida de biodiversidad. (Puede leer: Ruta a la COP16 en Colombia)
Desde 2022, los países han estado trabajando en el cumplimiento de estas metas, que están distribuidas en tres grupos: las primeras, hacen referencia a acciones para reducir las amenazas a la biodiversidad; las segundas, en cubrir las necesidades de las personas mediante la utilización sostenible de la biodiversidad: y las terceras, hacen referencia a herramientas y soluciones para implementar el marco.
En octubre, los países se volverán a reunir, esta vez en Cali, para revisar sus Estrategias Nacionales y Planes de Acción en Biodiversidad (NBSAPs, por sus siglas en inglés), los instrumentos que se desarrollan para cumplir con las metas del Marco. Durante este tiempo, los países han estado ajustando estos planes, para que estén alineados con los objetivos globales.
Evaluar estas acciones será importante para saber si los planes de los países son suficientes o no para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, una crisis que se refleja, entre otras cosas, en el millón de especies - en su mayoría de plantas y animales- que hay en peligro de extinción, según el informe de Evaluación Global sobre la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas del IPBES.