Llegó el último día de la COP16: ¿qué se espera para hoy en Cali?
Se acaban las horas para tomar decisiones y se prevé que las negociaciones se alarguen hasta la madrugada del sábado. Han sido jornadas largas e intensas en los salones de debate y aún faltan varios puntos por acordar. Una de las principales noticias para empezar el día es que Armenia fue elegido para hospedar la siguiente cumbre de biodiversidad, COP17, en 2026.
Daniela Quintero Díaz
Se acaban las horas para tomar decisiones. Este viernes es el último día oficial de las negociaciones de la COP16 de biodiversidad y las jornadas han estado largas y agitadas en el centro de eventos Valle del Pacífico, en Cali, donde se encuentra la Zona Azul.
La presidenta de las negociaciones, Susana Muhamad, espera que los delegados trabajen con el acelerador a fondo para cumplir con la agenda propuesta y, aunque se han logrado avances, algunos de los temas claves (como los del financiamiento) aún se mueven a paso lento. Las estimaciones dicen que, aunque el cierre estaba planeado para hoy, podría llegar una “avalancha” de nuevos documentos por aprobar, por lo que las decisiones seguirían tomándose hasta la madrugada del sábado.
Sin embargo, ya hay algunos temas que empezaron a aprobarse. Luego de ocho años de negociaciones, y cuatro COP de biodiversidad, se logró un acuerdo global para identificar y conservar áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales y darle un impulso a la meta de proteger el 30 % del océano a 2030. “La producción de este documento constituyó un logro histórico, se trata del fruto de una labor de ocho años. Nos merecemos una ovación, es un texto limpio”, dijo el presidente de ese grupo de trabajo cuando lo presentó ante la plenaria.
También se dio un primer paso en otro de los temas claves para la “COP de la gente”: se aprobó el Plan de Trabajo para Pueblos Indígenas y Comunidades Locales, una especie de hoja de ruta para que la implementación del Marco Global de Kunming-Montreal tenga en cuenta el rol de estos grupos, sus conocimientos tradicionales y sus territorios. No obstante, aún hace falta algo importante: la aprobación de un “órgano subsidiario” que, en palabras sencillas, busca darles a las comunidades y pueblos indígenas un poder institucional permanente (y no temporal, como lo tienen ahora) reconociendo su papel en la protección de la biodiversidad.
En cuanto a la inclusión específica de los afrodescendientes (otro de los temas impulsados por Colombia), explicó la ministra Muhamad que “aún no hay un consenso sólido y hay países que todavía tienen algunas dudas”. Pero aseguró que tratará de llegar a ese acuerdo para alcanzar una “decisión histórica”. El balón está ahora en la cancha de ella que, como presidenta, tendrá que trabajar con astucia y habilidad durante las próximas para poner de acuerdo a las partes en este y otros temas que aún están pendientes.
Las organizaciones de la sociedad civil hicieron un balance de los avances hasta ahora, señalando varios aspectos que les preocupan. Uno de ellos tiene que ver con el objetivo del Marco de establecer vínculos entre biodiversidad y cambio climático para impulsar acciones que puedan hacer frente a ambas crisis.
Después de largas deliberaciones enfocadas, principalmente, en que el lenguaje reflejara la urgencia de vincularlos y tomar acciones, las partes acordaron una propuesta de Reino Unido enmendada por Nueva Zelanda: eliminar las referencias a la reducción de emisiones, pero “reconociendo” que los riesgos e impactos del cambio climático en la biodiversidad serían mucho menores si la temperatura del planeta no aumenta más de 1,5° C.
“Es lamentable que algunos países hayan presionado categóricamente para eliminar las referencias a los combustibles fósiles, la principal fuente de emisiones de gases que calientan la atmósfera”, aseguraron desde las organizaciones sociales latinoamericanas. Asimismo, se borraron referencias a temas como adaptación y mitigación (muy establecidos ya en las discusiones de cambio climático). Las discusiones continuarán hoy.
Entre los temas que siguen estancados están dos grandes alrededor del financiamiento: cómo aumentar los recursos necesarios para proteger la biodiversidad y con qué mecanismo se van a repartir esos recursos, a quiénes y desde qué fondo. Los debates se están dando en asuntos como recursos nuevos y adicionales; la eliminación, salida o reforma de flujos financieros que sean dañinos para la biodiversidad, y el acceso en la provisión.
En cambio, se movieron varios asuntos en temas marinos (que continuarán definiéndose hoy). Luego de que India pidiera que se excluyera la referencia explícita a los “subsidios a la pesca”, Rusia puso sobre la mesa una propuesta (con un lenguaje mucho menos específico) que los países aceptaron. Parafraseando, el texto ahora habla de identificar, entender y evitar los impactos negativos de “iniciativas”, en sectores dañinos para la biodiversidad, en ecosistemas marinos y costeros.
Entre los temas que han quedado más “limpios”, o con mayores acuerdos, se encuentran los de especies exóticas invasoras y la relación entre diversidad biológica y salud.
Ayer, a altas horas de la noche, mientras muchos en Cali aprovechaban para celebrar Halloween bailando salsa, los negociadores definían en el salón Amazonia, donde se realizan las plenarias, el país que hospedaría la próxima COP17 de biodiversidad.
Armenia y Azerbaiyán se postularon y, tras no llegar a un acuerdo entre ellas, esperaron a que fuera la votación del resto de las partes la que tomara la decisión. Con 65 votos a favor, Armenia quedó elegido como el próximo país que hospedará la conferencia. Azerbaiyán recibió 58 votos.
Se acaban las horas para tomar decisiones. Este viernes es el último día oficial de las negociaciones de la COP16 de biodiversidad y las jornadas han estado largas y agitadas en el centro de eventos Valle del Pacífico, en Cali, donde se encuentra la Zona Azul.
La presidenta de las negociaciones, Susana Muhamad, espera que los delegados trabajen con el acelerador a fondo para cumplir con la agenda propuesta y, aunque se han logrado avances, algunos de los temas claves (como los del financiamiento) aún se mueven a paso lento. Las estimaciones dicen que, aunque el cierre estaba planeado para hoy, podría llegar una “avalancha” de nuevos documentos por aprobar, por lo que las decisiones seguirían tomándose hasta la madrugada del sábado.
Sin embargo, ya hay algunos temas que empezaron a aprobarse. Luego de ocho años de negociaciones, y cuatro COP de biodiversidad, se logró un acuerdo global para identificar y conservar áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales y darle un impulso a la meta de proteger el 30 % del océano a 2030. “La producción de este documento constituyó un logro histórico, se trata del fruto de una labor de ocho años. Nos merecemos una ovación, es un texto limpio”, dijo el presidente de ese grupo de trabajo cuando lo presentó ante la plenaria.
También se dio un primer paso en otro de los temas claves para la “COP de la gente”: se aprobó el Plan de Trabajo para Pueblos Indígenas y Comunidades Locales, una especie de hoja de ruta para que la implementación del Marco Global de Kunming-Montreal tenga en cuenta el rol de estos grupos, sus conocimientos tradicionales y sus territorios. No obstante, aún hace falta algo importante: la aprobación de un “órgano subsidiario” que, en palabras sencillas, busca darles a las comunidades y pueblos indígenas un poder institucional permanente (y no temporal, como lo tienen ahora) reconociendo su papel en la protección de la biodiversidad.
En cuanto a la inclusión específica de los afrodescendientes (otro de los temas impulsados por Colombia), explicó la ministra Muhamad que “aún no hay un consenso sólido y hay países que todavía tienen algunas dudas”. Pero aseguró que tratará de llegar a ese acuerdo para alcanzar una “decisión histórica”. El balón está ahora en la cancha de ella que, como presidenta, tendrá que trabajar con astucia y habilidad durante las próximas para poner de acuerdo a las partes en este y otros temas que aún están pendientes.
Las organizaciones de la sociedad civil hicieron un balance de los avances hasta ahora, señalando varios aspectos que les preocupan. Uno de ellos tiene que ver con el objetivo del Marco de establecer vínculos entre biodiversidad y cambio climático para impulsar acciones que puedan hacer frente a ambas crisis.
Después de largas deliberaciones enfocadas, principalmente, en que el lenguaje reflejara la urgencia de vincularlos y tomar acciones, las partes acordaron una propuesta de Reino Unido enmendada por Nueva Zelanda: eliminar las referencias a la reducción de emisiones, pero “reconociendo” que los riesgos e impactos del cambio climático en la biodiversidad serían mucho menores si la temperatura del planeta no aumenta más de 1,5° C.
“Es lamentable que algunos países hayan presionado categóricamente para eliminar las referencias a los combustibles fósiles, la principal fuente de emisiones de gases que calientan la atmósfera”, aseguraron desde las organizaciones sociales latinoamericanas. Asimismo, se borraron referencias a temas como adaptación y mitigación (muy establecidos ya en las discusiones de cambio climático). Las discusiones continuarán hoy.
Entre los temas que siguen estancados están dos grandes alrededor del financiamiento: cómo aumentar los recursos necesarios para proteger la biodiversidad y con qué mecanismo se van a repartir esos recursos, a quiénes y desde qué fondo. Los debates se están dando en asuntos como recursos nuevos y adicionales; la eliminación, salida o reforma de flujos financieros que sean dañinos para la biodiversidad, y el acceso en la provisión.
En cambio, se movieron varios asuntos en temas marinos (que continuarán definiéndose hoy). Luego de que India pidiera que se excluyera la referencia explícita a los “subsidios a la pesca”, Rusia puso sobre la mesa una propuesta (con un lenguaje mucho menos específico) que los países aceptaron. Parafraseando, el texto ahora habla de identificar, entender y evitar los impactos negativos de “iniciativas”, en sectores dañinos para la biodiversidad, en ecosistemas marinos y costeros.
Entre los temas que han quedado más “limpios”, o con mayores acuerdos, se encuentran los de especies exóticas invasoras y la relación entre diversidad biológica y salud.
Ayer, a altas horas de la noche, mientras muchos en Cali aprovechaban para celebrar Halloween bailando salsa, los negociadores definían en el salón Amazonia, donde se realizan las plenarias, el país que hospedaría la próxima COP17 de biodiversidad.
Armenia y Azerbaiyán se postularon y, tras no llegar a un acuerdo entre ellas, esperaron a que fuera la votación del resto de las partes la que tomara la decisión. Con 65 votos a favor, Armenia quedó elegido como el próximo país que hospedará la conferencia. Azerbaiyán recibió 58 votos.