Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Llegar al Centro de Eventos Valle del Pacífico, el lugar donde tendrán lugar las negociaciones de la COP16, que se posiciona como la más masiva de las cumbres globales de biodiversidad, es una muestra del gran despliegue de seguridad para que el evento se realice sin contratiempos.
La vía que conduce de Cali a Yumbo, donde queda el espacio conocido como “Zona Azul”, está custodiada a lado y lado por Policía. Luego, hay al menos dos anillos de seguridad, uno a cargo de las autoridades colombianas, que incluye controles y perros antiexplosivos; y otro a cargo de las Naciones Unidas. En total, son más de 10 mil policías, 1.700 soldados y policías de Naciones Unidas encargados de la protección de las más de 15 mil personas, de 190 países, que se acreditaron para el evento.
A partir de este domingo, que se realizó la inauguración oficial, el espacio de 62.000 m² será recorrido por científicos, indígenas, afros, campesinos, activistas ambientales, periodistas y equipos de negociación. Colombia, como país anfitrión, espera que sea la cumbre sea “la más inclusiva de la historia”.
Como aseguró en la apertura la Ministra de Ambiente, Susana Muhamad, que también será la presidenta de las negociaciones, la cita con la biodiversidad tuvo una gran convocatoria. “Hemos logrado, en conjunto con la Secretaría del Convenio de Biodiversidad y los países partes, empezar a elevar el perfil político de la importancia de la naturaleza”. Por eso, también participarán más de 100 ministros de Ambiente y, al menos, 10 jefes de Estado.
El primer discurso de la inauguración estuvo a cargo del presidente Gustavo Petro. En el recinto también se encontraba, además de varios ministros y delegados del mundo, la vicepresidenta Francia Márquez; la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, Laura Sarabia; el Canciller Luis Gilberto Murillo; la Gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro; y el alcalde de Cali, Alejandro Eder.
“El país ha hecho un magnífico esfuerzo para generar un clima de posibilidad, de unidad a pesar de la diferencia, que nos lleve a decisiones que nos permitan alcanzar la paz con la naturaleza”, insistió Muhamad, quien tomó la palabra luego de la intervención de Gustavo Petro.
El presidente, en su discurso, además de referirse a la necesidad de regular la Inteligencia Artificial, presentó al país como el “corazón del mundo”, un término acuñado por las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Somos el corazón de la vida en el planeta y nuestra lucha es por la vida”, insistió. También se refirió a uno de los temas clave de las negociaciones: el financiamiento. “La riqueza del mundo se mide en dólares y CO₂ equivalente. Entre más rico es un ser humano o una sociedad, más CO₂ arroja a la atmósfera”, afirmó, y le dio impulso a una idea que viene promoviendo desde la cumbre de cambio climático del año pasado: que la conservación de la naturaleza en países como los nuestros sirva para saldar la deuda externa.
En su intervención, Petro, como era de esperarse, criticó la excesiva explotación de combustibles fósiles; señaló como responsables de la crisis climática a las grandes potencias como China, EE.UU. y Europa, y pidió cambiar las finanzas globales y el modelo neoliberal.
El evento de apertura
La ceremonia de inauguración tuvo lugar en el salón “Amazonia”, el espacio donde también se llevarán las negociaciones y plenarias que buscan definir el rumbo de la biodiversidad en el planeta. La apertura estuvo a cargo de dos autoridades indígenas de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en representación de los 115 pueblos que hacen parte del territorio colombiano.
“Reciban un caluroso saludo de los indígenas que venimos de las selvas, los llanos, las montañas, los mares y el desierto. Los que han mantenido con sus sistemas de conocimiento la vida y la naturaleza. Hacia allá tenemos que caminar”, aseguró Orlando Rayo, consejero mayor de la ONIC, tras un canto de armonización.
Allí también tuvo lugar un acto cultural llamado “Del agua a la tierra”, creación preparada por el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella, donde fue protagonista no solo la biodiversidad, sino también la diversidad cultural del país. Un líder arhuaco, un palabrero wayuu y las cantaoras del Pacífico estuvieron encargados de transmitir el mensaje para salvar la naturaleza.
Como han señalado los anfitriones, otro de los objetivos de la cumbre de biodiversidad hospedada por Colombia es que, además de las negociaciones técnicas, se pueda acercar la discusión a las personas. Por eso se realizaron más de 100 encuentros pre-COP y la agenda cultural en Cali incluye cientos de eventos artísticos y académicos que se realizarán a lo largo de la ciudad, principalmente en el espacio conocido como “Zona Verde”.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜