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Desde inicios de año se han presentado varios incendios en la cuenca de la Amazonia colombiana y en la región de la Orinoquía, algo que ha amenazado la biodiversidad de los ecosistemas, afectando especies de flora y fauna. La Reserva Bojonawi, en el departamento del Vichada, no ha sido ajena a las quemas, en donde, en el último mes, se han atendido por lo menos tres o cuatro frentes de incendios.
Esta reserva, que fue creada en 2004, alberga una gran biodiversidad de flora y fauna, con más de 1.450 especies, entre las cuales más de 300 son especies de aves. Se trata de una reserva de alrededor de 4.600 hectáreas de territorio. (Lea: Colombia está perdiendo un parque nacional natural)
Bojonawi es uno de los mejores ejemplos que hay en el país sobre cómo en las reservas naturales de la sociedad civil se puede hacer conservación e investigación.
Fernando Trujillo, biólogo y director de la Fundación Omacha, afirma que “siempre en verano estamos luchando con el tema de quemas e incendios. Se dice que muchos de estos son espontáneos, pero la realidad de las cosas es que la mayoría son provocados”. Según el investigador, estos incendios son provocados por comunidades indígenas con el fin de cazar animales, una acción que termina afectando a todo el ecosistema. (Lea: Se pierde la selva amazónica y con ella los murciélagos)
Aún no se tienen estimaciones de cuánto del bosque de la Reserva se ha perdido. Otro asunto que preocupa es que es las personas de la zona son quienes se están exponiendo con una o dos motobombas de agua para intentar contener kilómetros de fuego.