Sí, los glaciares en Colombia desaparecerán, pero no al mismo tiempo

Los glaciares en el mundo se están derritiendo y los que están en Colombia no se libran de esta situación. De acuerdo con un estudio publicado a inicios de este año por la revista Science, se espera que la mitad de estas montañas blancas alrededor del mundo desaparezcan a finales de este siglo debido al cambio climático. América del Sur, por ejemplo, ya ha perdido del 30 % al 50 % de su capa de hielo en los últimos 40 años, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los glaciares en el mundo se están derritiendo y los que están en Colombia no se libran de esta situación. De acuerdo con un estudio publicado a inicios de este año por la revista Science, se espera que la mitad de estas montañas blancas alrededor del mundo desaparezcan a finales de este siglo debido al cambio climático. América del Sur, por ejemplo, ya ha perdido del 30 % al 50 % de su capa de hielo en los últimos 40 años, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Colombia no es ajena a esa tendencia, de acuerdo con el más reciente estudio sobre el estado de los glaciares del país (2021), realizado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) publicado en las últimas horas. Según la investigación, los glaciares colombianos están disminuyendo a un ritmo tal que se espera que al final de esta década desaparezca uno de ellos, el de Santa Isabel, ubicado entre los departamentos de Risaralda, Tolima y Caldas. (Lea: El problema del que no se está hablando con el sacrificio de dos chimpancés en Pereira)

El estudio estima que en Colombia hay 34,20 km² de área glaciar, una cifra baja teniendo en cuenta que en los años 80 el área correspondía a 93,90 km². “Nuestros glaciares son bien particulares porque solo hay tres zonas en el mundo con glaciares cerca a la línea ecuatorial, y somos una de esas. Eso nos hace muy exclusivos”, explica Jorge Luis Ceballos, glaciólogo que lideró el estudio del IDEAM.

Pero esa exclusividad también representa un riesgo: los glaciares colombianos son particularmente sensibles a las condiciones climáticas actuales, especialmente por su tamaño. Y aunque todos tienen en común que se están derritiendo, según el IDEAM, las condiciones de cada uno son diferentes. Ceballos explica algunas de esas características diversas: unos son más altos que otros, algunos están más expuestos al sol, y además el clima de la región en la que están también incide o afecta en su comportamiento, como el caso de la Sierra Nevada de Santa Marta.

De hecho, según el estudio, el glaciar de la Sierra Nevada de Santa Marta es el que más área perdió durante 2021. Esta zona cuenta con 5,57 km² de hielo. Para hacer una comparación, en 2010, por ejemplo, tenía 8,2 km². Además, es el glaciar más fragmentado que hay en el país, con 48 pedazos de hielo, otra de las condiciones de los glaciares colombianos que los hace más vulnerables. El estudio explica que su ubicación en la costa colombiana es uno de los factores que más lo afecta. (Lea: ¿Por qué está haciendo tanto calor en Colombia?)

Aun así, los científicos no saben con certeza qué está pasando. “Ha sido difícil instalar equipos de monitoreo allí, por la postura de las comunidades indígenas que habitan el territorio. Para ellos esos lugares son sagrados. Por eso lo hemos venido observando vía satelital”, agrega Ceballos. Aunque la situación de esta sierra es complicada, hay otro glaciar que está en un estado más crítico. Se trata del volcán nevado Santa Isabel, ubicado en el Eje Cafetero, sobre la cordillera Central.

Se estima que al Santa Isabel solo le queda 0,35 km2 de área glaciar, y que en los próximos 10 o 15 años se extinguirá de manera inminente. “Este sería el primer glaciar en extinguirse en Colombia, no tenemos la menor duda”, afirma Ceballos. Las razones son varias, pero una de las que más influye es su altitud. Santa Isabel es uno de los glaciares que no alcanza los 5.000 metros de altura, lo que lo condena a un rápido derretimiento. Pero también la fina capa de ceniza volcánica que cubre su hielo, hace que absorba más radiación solar, lo que provoca que se derrita más rápido.

Pese a que el volcán Nevado del Ruiz (con 7,96 km2 de área glaciar) está ubicado cerca y tuvo una actividad volcánica que lo mantuvo en alerta naranja durante tres meses, este no se ha visto tan afectado como el Santa Isabel. “El volcán del Ruiz ha hecho varias emisiones de ceniza en los últimos años. Sin embargo, el grosor de la ceniza que ha caído ha sido mayor a 20 cm, esto protege el hielo de la energía del sol, porque se convierte como en una sombrilla”, explica el glaciólogo. (Lea: Importante corriente oceánica podría colapsar en cuestión de años)

¿Qué pasa cuando un glaciar se derrite?

Aunque hay algunos glaciares que aún conservan una buena área de hielo, todos tienen la misma tendencia a desaparecer y una misma causa: el cambio climático. A escala global, esta situación ha contribuido al incremento del nivel del mar, que amenaza con destruir grandes áreas costeras y provocar el desplazamiento de millones de personas.

Sin embargo, los efectos necesariamente no son los mismos en todos los países. En el caso de Colombia, el derretimiento de estos ecosistemas representa una pérdida cultural para diferentes comunidades que viven cerca y los consideran sitios sagrados. (Lea: Los países en los que muere más gente por falta de agua potable)

A diferencia de países como Perú, la pérdida de glaciares en Colombia no representaría desabastecimiento de agua, debido a que el líquido que consumen sus ciudadanos no depende de los glaciares sino de los páramos. Sin embargo, que un glaciar se derrita es una alarma para saber que el estado de la alta montaña, conformada también por los páramos y los bosques altoandinos, no está del todo bien.

Pese a esto, Ceballos explica que no todo es malo, pues “el páramo está colonizando esos espacios, la vida evoluciona. Los ecólogos y biólogos llaman a estos espacios nuevos ecosistemas o ecosistemas emergentes. El páramo se va extendiendo hacia arriba, muy despacio”.

Especies de hongos, líquenes y musgos están llegando a lo que antes era glaciar. “Ahí se empieza a formar suelo y, lentamente, se va ocupando ese terreno, que antes era blanco, por el verde”, agrega. Además, otro de los efectos que se han visto es la formación de fuentes hídricas. Entre 2017 y 2019, los investigadores del IDEAM descubrieron una laguna que tiene 800 metros de longitud en la Sierra Nevada de Santa Marta, que fue captada a través de imágenes satelitales.

Los efectos del fenómeno de La Niña y las proyecciones con El Niño

Durante 2021 se registraron varias nevadas que permitieron estabilizar un poco la situación de los glaciares en el país, pues la nieve es el “alimento” de estos ecosistemas. En los Parques Nacionales Naturales Los Nevados y en el Cocuy o Güicán estas nevadas alcanzaron a cubrir los páramos desde los 4.000 metros de altura, una situación favorable.

Sin embargo, el panorama que se avecina no es alentador. Hace unas semanas se anunció oficialmente la llegada del fenómeno de El Niño. En palabras del glaciólogo, esto significa que no llega suficiente humedad a esta parte del planeta, lo que genera que no caiga nieve.

Fue justamente en el anterior fenómeno de El Niño (2015-2016) cuando se aceleró el derretimiento del nevado Santa Isabel. Ceballos explica que resistirán los que hayan almacenado más nieve, como la sierra nevada del Cocuy o Güicán, el glaciar más extenso del país, con 13,17 km² de área, donde hace unos días volvió a caer nieve.

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