Sin el cambio climático el Cuerno de África no estaría pasando por su peor sequía
Así lo concluyó un estudio realizado por el grupo World Weather Attribution, que reúne a científicos de varios países. Desde 2020, el Cuerno de África vive su peor sequía en 40 años.
Sin el impacto humano en la crisis climática, el Cuerno de África no estaría viviendo su peor sequía en 40 años desde octubre de 2020. Una sequía que ha afectado a 50 millones de personas en esta región y a 100 millones en los alrededores, además de que pone en riesgo de inseguridad alimentaria aguda y, potencialmente, de hambruna a unos 20 millones de personas.
Actualmente, 180.000 refugiados han salido de Somalia y Sudán hacia Kenia y Etiopía, y más de cuatro millones de personas requieren asistencia humanitaria. (Lea: Primer león visto en Chad tras 20 años de ausencia)
Desde 2020 ha habido condiciones secas con lluvias breves por ciertos periodos de tiempo. La falta de lluvias y el aumento de temperaturas por el calentamiento global han incidido en que el suelo de la región esté más seco de lo normal.
Un reciente estudio, realizado por el grupo World Weather Attribution, que reúne a científicos de varios países, muestra que las condiciones de lluvia recientes no habrían causado una sequía cuando el planeta era 1,2 °C más frío. (Lea: Países de la UE respaldan reforma que establece “impuesto al carbono” para importaciones)
Friederike Otto, profesora del Instituto Grantham para el cambio climático y el medio ambiente en el Imperial College de Londres, dijo para The Guardian que “este estudio muestra con mucha fuerza que la sequía es mucho más que la falta de lluvia, y que los impactos del cambio climático dependen en gran medida de lo vulnerables que seamos. Uno de los principales hallazgos del informe de síntesis del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático publicado recientemente es que somos mucho más vulnerables de lo que pensábamos”.
Normalmente, las lluvias en el Cuerno de África se concentran en dos periodos: de marzo a mayo, cuando se da la mayoría de las precipitaciones, y de octubre a diciembre. La investigación también da cuenta de que las precipitaciones están aumentando en ciertas épocas del año por el cambio climático: ahora las lluvias largas se están secando y la temporada de lluvias cortas se está volviendo más húmeda. (Lea: Agroecología sostenible: el futuro de los territorios a través de la innovación)
Joyce Kimutai, meteoróloga y climatóloga del Departamento Meteorológico de Kenia, agregó para The Guardian que “los hallazgos de este estudio muestran que las frecuentes sequías de varios años, combinadas con extremos de calor en la principal temporada de lluvias, afectarán severamente la seguridad alimentaria y la salud humana en el Cuerno de África a medida que el clima continúa calentándose”.
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Sin el impacto humano en la crisis climática, el Cuerno de África no estaría viviendo su peor sequía en 40 años desde octubre de 2020. Una sequía que ha afectado a 50 millones de personas en esta región y a 100 millones en los alrededores, además de que pone en riesgo de inseguridad alimentaria aguda y, potencialmente, de hambruna a unos 20 millones de personas.
Actualmente, 180.000 refugiados han salido de Somalia y Sudán hacia Kenia y Etiopía, y más de cuatro millones de personas requieren asistencia humanitaria. (Lea: Primer león visto en Chad tras 20 años de ausencia)
Desde 2020 ha habido condiciones secas con lluvias breves por ciertos periodos de tiempo. La falta de lluvias y el aumento de temperaturas por el calentamiento global han incidido en que el suelo de la región esté más seco de lo normal.
Un reciente estudio, realizado por el grupo World Weather Attribution, que reúne a científicos de varios países, muestra que las condiciones de lluvia recientes no habrían causado una sequía cuando el planeta era 1,2 °C más frío. (Lea: Países de la UE respaldan reforma que establece “impuesto al carbono” para importaciones)
Friederike Otto, profesora del Instituto Grantham para el cambio climático y el medio ambiente en el Imperial College de Londres, dijo para The Guardian que “este estudio muestra con mucha fuerza que la sequía es mucho más que la falta de lluvia, y que los impactos del cambio climático dependen en gran medida de lo vulnerables que seamos. Uno de los principales hallazgos del informe de síntesis del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático publicado recientemente es que somos mucho más vulnerables de lo que pensábamos”.
Normalmente, las lluvias en el Cuerno de África se concentran en dos periodos: de marzo a mayo, cuando se da la mayoría de las precipitaciones, y de octubre a diciembre. La investigación también da cuenta de que las precipitaciones están aumentando en ciertas épocas del año por el cambio climático: ahora las lluvias largas se están secando y la temporada de lluvias cortas se está volviendo más húmeda. (Lea: Agroecología sostenible: el futuro de los territorios a través de la innovación)
Joyce Kimutai, meteoróloga y climatóloga del Departamento Meteorológico de Kenia, agregó para The Guardian que “los hallazgos de este estudio muestran que las frecuentes sequías de varios años, combinadas con extremos de calor en la principal temporada de lluvias, afectarán severamente la seguridad alimentaria y la salud humana en el Cuerno de África a medida que el clima continúa calentándose”.
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