Sobrepasamos 7 de 8 umbrales que garantizan la vida en la Tierra

De acuerdo con un reciente informe del grupo de científicos de la Comisión de la Tierra, publicado en Nature, el planeta enfrenta crisis en siete de las ocho medidas establecidas para calcular su bienestar, por ejemplo, en términos de disponibilidad de agua y mantenimiento de ecosistemas.

El estudio toma unos puntos de base considerados “seguros y justos” para el bienestar de la vida en el planeta, por ejemplo, el flujo del agua, los usos de la tierra, entre otros. Y sus límites tienen en cuenta estudios como los del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático y la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas.

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Uno de los puntos claves es que, aunque se ha estipulado mantener el calentamiento de la tierra lo más bajo posible, entre 1,5 °C y 2 °C por encima de los niveles preindustriales, la Comisión de la Tierra dice que este nivel es peligroso porque ya hay personas expuestas a temperaturas extremas, acompañadas de sequías e inundaciones en el nivel actual de 1,2 °C, por lo que sugieren que un objetivo seguro y justo sería 1°C. Para esto, entre el 50 y el 60 % de los ecosistemas del mundo deberían permanecer intactos, sin embargo, solo alrededor del 45 % lo está.

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Por otro lado, establecen como base que las aguas superficiales no bloqueen más del 20 % del flujo de los ríos y arroyos, para garantizar su calidad y disponibilidad para especies, sin embargo, ese límite ya fue superado en un tercio del planeta por cuenta de sistemas de drenajes, represas hidroeléctricas, entre otros. Además, el informe señala que el 47 % de las cuencas fluviales se están agotando a ritmos significativos, lo que puede causar problemas en ciudades del tamaño de Ciudad de México y áreas de agricultura significativas como la Llanura Norte de China.

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Otro de los puntos que más preocupa a los expertos es el de los nutrientes, pues en los países ricos se está rociando más nitrógeno y fósforo para la agricultura de la que los suelos pueden absorber, algo que causa escorrentías y no es saludable para el agua que luego los humanos consumen. De acuerdo con el informe, mientras que los países ricos necesitan reducir los fertilizantes, los países pobres los necesitan más.

Johan Rockström, uno de los autores de la publicación en Nature, dijo, citado por The Guardian, que “hemos llegado a lo que yo llamo un punto de saturación en el que tocamos el techo de la capacidad biofísica del sistema terrestre para permanecer en su estado estable. Nos estamos acercando a puntos de inflexión, estamos viendo más y más daños permanentes en los sistemas de soporte vital a escala global”.

Por su parte, Joyeeta Gupta, profesora de la Universidad de Ámsterdam y copresidenta de la Comisión de la Tierra, añadió que “nuestro médico diría que la Tierra está realmente bastante enferma en este momento en muchas áreas. Y esto está afectando a las personas que viven en la Tierra. No solo debemos abordar los síntomas, sino también las causas”.

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De acuerdo con un reciente informe del grupo de científicos de la Comisión de la Tierra, publicado en Nature, el planeta enfrenta crisis en siete de las ocho medidas establecidas para calcular su bienestar, por ejemplo, en términos de disponibilidad de agua y mantenimiento de ecosistemas.

El estudio toma unos puntos de base considerados “seguros y justos” para el bienestar de la vida en el planeta, por ejemplo, el flujo del agua, los usos de la tierra, entre otros. Y sus límites tienen en cuenta estudios como los del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático y la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas.

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Uno de los puntos claves es que, aunque se ha estipulado mantener el calentamiento de la tierra lo más bajo posible, entre 1,5 °C y 2 °C por encima de los niveles preindustriales, la Comisión de la Tierra dice que este nivel es peligroso porque ya hay personas expuestas a temperaturas extremas, acompañadas de sequías e inundaciones en el nivel actual de 1,2 °C, por lo que sugieren que un objetivo seguro y justo sería 1°C. Para esto, entre el 50 y el 60 % de los ecosistemas del mundo deberían permanecer intactos, sin embargo, solo alrededor del 45 % lo está.

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Por otro lado, establecen como base que las aguas superficiales no bloqueen más del 20 % del flujo de los ríos y arroyos, para garantizar su calidad y disponibilidad para especies, sin embargo, ese límite ya fue superado en un tercio del planeta por cuenta de sistemas de drenajes, represas hidroeléctricas, entre otros. Además, el informe señala que el 47 % de las cuencas fluviales se están agotando a ritmos significativos, lo que puede causar problemas en ciudades del tamaño de Ciudad de México y áreas de agricultura significativas como la Llanura Norte de China.

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Otro de los puntos que más preocupa a los expertos es el de los nutrientes, pues en los países ricos se está rociando más nitrógeno y fósforo para la agricultura de la que los suelos pueden absorber, algo que causa escorrentías y no es saludable para el agua que luego los humanos consumen. De acuerdo con el informe, mientras que los países ricos necesitan reducir los fertilizantes, los países pobres los necesitan más.

Johan Rockström, uno de los autores de la publicación en Nature, dijo, citado por The Guardian, que “hemos llegado a lo que yo llamo un punto de saturación en el que tocamos el techo de la capacidad biofísica del sistema terrestre para permanecer en su estado estable. Nos estamos acercando a puntos de inflexión, estamos viendo más y más daños permanentes en los sistemas de soporte vital a escala global”.

Por su parte, Joyeeta Gupta, profesora de la Universidad de Ámsterdam y copresidenta de la Comisión de la Tierra, añadió que “nuestro médico diría que la Tierra está realmente bastante enferma en este momento en muchas áreas. Y esto está afectando a las personas que viven en la Tierra. No solo debemos abordar los síntomas, sino también las causas”.

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