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Donald Trump, el presidente que ha negado una y otra vez la evidencia que durante más de tres décadas han recopilado científicos de todo el mundo respecto al cambio climático, acaba de hacer unas declaraciones que, según él, explican su escepticismo a la hora de aceptar la responsabilidad que tiene la quema de combustibles fósiles en el cambio climático.
Según él, todo se debe a que nació con un “instinto natural para ciencia”, según reportó la agencia Associated Press. El mandatario, que tuiteó que el cambio climático es un invento de los chinos para dominar la economía global, señaló que “yo tenía un tío que daba clases en MIT, el honorable dr. John Trump. Y aunque nunca hablé con él sobre este tema en específico, puedo decirte que tengo un instinto natural para la ciencia, y te diré que hay científicos que creen y que no creen en el cambio climático”.
A todas luces, el presidente Trump esta mintiendo. Entre 2004 y 2015, se han realizado siete investigaciones respecto a si los científicos están de acuerdo con que el cambio climático sea causado por seres humanos. En primero de estos estudio, realizado por Naomi Oreskes en 2004, demostró que el 100% de su muestra estaba de acuerdo con esta afirmación La seis investigaciones posteriores (Doran, 2009; Anderegg, 2010; Cook, 2013; Verheggen, 2014; Stenhouse, 21014 y Carlton, 2015) han demostrado, de forma consistente, que al menos el 97% de los científicos que hablan sobre variabilidad climática están de acuerdo con que somos los humanos los responsables del calentamiento global.
No solo eso: en 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, un organismo que hoy agrupa a 400 científicos de todo el planeta, de diferentes disciplina, que en todos sus informes sobre el tema ha sido claro y ha demostrado, con evidencia en mano, que esto no es una “simple teoría”: es una realidad.
Trump siguió su intervención diciendo que es un “comprometido ambientalista”. “Todo lo que tengo y quiero está limpio. Lo limpio es muy importante para mí, el agua, el aire. Quiero agua tan limpia como el cristal y quiero el aire más limpio de todo el planeta, y nuestro aire está más limpio de lo que ha estado alguna vez. Muy importante para mí”.
Una vez más, la evidencia demuestra que lo que dice Trump son mentiras. La OMS reveló en mayo de este año que el 92% de las personas del mundo respiran aire contaminado, y en 2017, un informe de la misma entidad señaló que una de cada seis muertes en el mundo son causadas por contaminación, bien sea del aire, la tierra o el agua.
De hecho, la exposición al aire contaminado provocó 6,1 millones de muertes por enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar crónica e infecciones respiratorias.
También es de conocimiento público que la principal fuente de emisiones de material particulado es la quema de combustibles fósiles. “”Las medidas para reducir la contaminación del aire deben abordar no solo la quema de carbón a gran escala por las plantas de energía y las industrias, sino también el uso de carbón o diferentes formas de biomasa para calefacción y cocinas en millones de hogares pequeños en todo el mundo”, concluyeron los autores del reporte.
Trump, no obstante, sigue en negación: “No voy a sacrificar el bienestar económico de nuestro país por algo de lo que nadie está seguro”, concluyó en sus declaraciones.