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Uno de los asuntos más espinosos en la última cumbre sobre cambio climático, la COP27, fue la creación de un fondo para financiar las “pérdidas y daños” causados por el calentamiento del planeta. En particular, suscitó debate la pregunta de quién debería pagar por estos perjuicios, pues son los países desarrollados (y más responsables de las emisiones de gases contaminantes) los que, técnicamente, deberían aportar al fondo.
Ahora, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad o COP15, se está viendo una discusión similar, frente a la financiación para prevenir la pérdida de biodiversidad. Una de las metas que más ha generado discusión es la de mobilización de recursos, es decir, de los mecanismos para conseguir recursos para realizar acciones por la biodiversidad.
En la noche del 13 de diciembre, un grupo de negociadores de 196 países se reunió para discutir este tema. Sin embargo, en la madrugada de este 14 de diciembre, un grupo de países, entre los que estaban Colombia, Brasil, México, Perú y naciones africanas, abandonó la mesa de negociación. (También puede leer: La petición de los pueblos indígenas amazónicos para conservar el 30 % del mundo)
Durante una rueda de prensa, Basile van Havre y Francis Sabino Ogwal, copresidentes del grupo que trabaja en la construcción del acuerdo, indicaron que esto sucedió por un conflicto en la discusión sobre la financiación. ¿Qué pasó?
Según una fuente que participó en la reunión, y que desea mantener su identidad bajo anonimato, la decisión de abandonar la reunión se tomó después de que un grupo de países desarrollados, entre los que estaban miembros de la Unión Europea, Reino Unido, Canadá, Suiza y Noruega, se negara a discutir la creación de un nuevo fondo para financiar las acciones por la biodiversidad. Brasil y el grupo de África fueron los que adelantaron esta propuesta, que se enfoca en abordar la movilización de recursos en el largo plazo.
Representantes de países desarrollados dijeron que estarían dispuestos a “explorar los paisajes de financiamiento” durante esta cumbre, pero que la discusión para crear un nuevo fondo deberá esperar hasta la siguiente COP de biodiversidad, en dos años. (Le puede interesar: Los indígenas de la Amazonia se toman la cumbre de biodiversidad en Canadá)
Tras escuchar esa posición, un grupo de países en desarrollo se paró de la mesa, para hablar entre ellos. Decidieron abandonar la sesión, esperando que la llegada de los ministros de Ambiente desde este 14 de diciembre sirva para flexibilizar las posiciones.
Antes de salir de la reunión, Brasil, en representación de los países que se fueron, leyó una breve declaración, explicando la posición de los países en desarrollo:
1. La ambición de los países desarrollados no está de acuerdo con lo que requiere la cumbre de biodiversidad.
2. No es justo parar la discusión sobre la creación de un nuevo fondo, pues los países en desarrollo dieron propuestas de acuerdo con lo exigido por los copresidentes del grupo que discute la financiación.
3. La implementación del acuerdo corre un riesgo si esta sigue siendo la posición de países desarrollados.
4. No tener una ambición en financiación implicaría no tener una ambición en los acuerdos.
Durante la jornada de este 14 de diciembre, este equipo de negociadores se reunirá nuevamente para continuar con la negociación, pero los delegados no saben cómo continúe el proceso hoy.
Colombia fue el líder en proponer un mecanismo de financiación para el corto plazo, para empezar a asignar recursos para la pérdida de biodiversidad desde 2023. Esta consiste en reformar el GEF, el fondo que ya existe para dar recursos para proteger la biodiversidad. México, Costa Rica, Perú y Chile son otros países que apoyaron la propuesta.
La idea sería que el GEF pueda canalizar recursos de todas las fuentes posibles (públicas y privadas) a través de los bancos de desarrollo regionales, como el CAF y BID, en el caso de América Latina y el Caribe. Esta alianza entre GEF y bancos de desarrollo, explicó Laura Bermúdez, del Ministerio de Ambiente y delegación colombiana, serviría para crear un fondo dentro del GEF destinado exclusivamente al nuevo marco de protección de la biodiversidad que resulte de esta COP.
De ser aceptada la propuesta, el GEF la discutiría durante la reunión de su consejo en junio de 2023. La idea sería que se empiecen a desembolsar recursos lo más pronto posible para dar cumplimiento a los nuevos acuerdos, pero todavía está por ver qué opinan los otros negociantes sobre la propuesta.
Esta historia fue producida como parte de la Beca COP15 de la CDB de 2022 organizada por Earth Journalism Network de Internews.
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