¿Tiene perro o gato? Sepa cuál es el impacto ambiental de la dieta de sus animales
Una reciente investigación llevada a cabo en Brasil indagó por el impacto ambiental de la dieta que consumen los perros y gatos. Según sus resultados, la población canina de este país (la segunda más grande del mundo) representaría entre el 2,9% hasta el 24,6% de las emisiones totales de Brasil.
A mediados de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que la población mundial había superado los 8.000 millones de personas. En ese momento, el Secretario General de la ONU, António Guterres, señaló que era un recordatorio para pensar en nuestra responsabilidad de cuidar nuestro planeta, haciendo alusión a las presiones que el planeta experimentará ante el aumento de la población. (Puede leer: UE llega a acuerdo y prohíbe importación de productos desde zonas deforestadas)
Sin embargo, hay otra población que va en aumento, pero que, dice un grupo de científicos, no ha recibido la misma atención que la de los humanos. Se trata de los animales de compañía, como los perros y los gatos y que, en países como Brasil, superaban en número a los niños, según una encuesta que fue publicada en 2013.
En Estados Unidos hay cerca de 80 millones de perros y poco más de 58 millones de gatos, mientras que en Brasil son 52 millones de perros y 22 millones de gatos. En China, son 27,4 millones y 53,1 millones, respectivamente. (Le puede interesar: Incautaron fauna silvestre que iba a ser traficada, pero responsables quedaron libres)
Ahora, un grupo de académicos de la Escuela de Medicina Veterinaria y Ciencias Animales de la Universidad de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), le ha puesto la lupa al impacto de las dietas de estos animales sobre el medio ambiente. “La población de animales de compañía va en aumento y una parte importante de los alimentos para mascotas se compone de ingredientes que tienen un alto impacto ambiental”, apuntaron en un estudio publicado a mediados de noviembre en la revista académica Scientific Reports de Nature.
La hipótesis de los cuatro científicos a cargo de la investigación es que, como los alimentos para mascotas son ricos en ingredientes de origen animal, “y se sabe que este tipo de ingrediente es responsable de mayores emisiones de gases y uso de la tierra, es importante considerar su impacto en el medio ambiente”. (También puede leer: Erradicaron ratas de una isla de Chile y aves marinas pudieron regresar. ¿Cómo?)
Para estimar el impacto ambiental de las dietas de estos animales, los investigadores analizaron 938 dietas, de las cuales 618 eran para perros y las restantes 320 para gatos. Además, la dividieron considerando si eran dietas comerciales secas o húmedas, o caseras húmedas y secas. Tras analizar las dietas, encontraron 212 ingredientes, de los cuales el 46,2% eran de origen animal y el 53,8% de origen vegetal.
Luego estimaron el consumo anual de calorías de los animales para acercarse al impacto medioambiental anual de la dieta de estos. El ejercicio lo hicieron con un perro de 10 kilogramos, con una ingesta calórica media de 534 kilocalorías por día. “Este perro medio sería responsable de 828,37 kg de CO2 al año si consume dietas secas o de 6.541 kg de CO2 al año si consume dietas húmedas”, apuntan los cálculos del equipo.
Si este ejercicio se extrapolará a los más de 52 millones de perros que hay en Brasil, los investigadores estiman que las emisiones de la población canina representaría entre el 2,9% hasta el 24,6% de las emisiones totales del país. “Estos resultados ponen de manifiesto la importancia del papel de los alimentos para animales de compañía en el debate sobre la sostenibilidad, ya que su impacto puede ser amplio”. (Puede interesarle: Los suelos negros se están degradando y esto puede afectar la seguridad alimentaria)
Sin embargo, es importante aclarar que no todas las dietas tienen el mismo impacto ambiental. Otro de los hallazgos de este estudio, apuntó a que las dietas húmedas fueron las responsables del mayor impacto, y las dietas secas fueron el tipo de dieta que menos impactó en el medio ambiente.
Para ir contrarrestando los impactos ambientales de las dietas de perros y gatos, los autores del trabajo aportan una serie de ideas que deberían ser tenidas en cuenta por la industria que elabora estos alimentos, aunque aclararon que “no existe una estrategia única para mejorar la sostenibilidad”. La primera sugerencia apunta a que deberían considerarse fuentes distintas de proteína, así como ingredientes alternativos como los insectos.
A mediados de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que la población mundial había superado los 8.000 millones de personas. En ese momento, el Secretario General de la ONU, António Guterres, señaló que era un recordatorio para pensar en nuestra responsabilidad de cuidar nuestro planeta, haciendo alusión a las presiones que el planeta experimentará ante el aumento de la población. (Puede leer: UE llega a acuerdo y prohíbe importación de productos desde zonas deforestadas)
Sin embargo, hay otra población que va en aumento, pero que, dice un grupo de científicos, no ha recibido la misma atención que la de los humanos. Se trata de los animales de compañía, como los perros y los gatos y que, en países como Brasil, superaban en número a los niños, según una encuesta que fue publicada en 2013.
En Estados Unidos hay cerca de 80 millones de perros y poco más de 58 millones de gatos, mientras que en Brasil son 52 millones de perros y 22 millones de gatos. En China, son 27,4 millones y 53,1 millones, respectivamente. (Le puede interesar: Incautaron fauna silvestre que iba a ser traficada, pero responsables quedaron libres)
Ahora, un grupo de académicos de la Escuela de Medicina Veterinaria y Ciencias Animales de la Universidad de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), le ha puesto la lupa al impacto de las dietas de estos animales sobre el medio ambiente. “La población de animales de compañía va en aumento y una parte importante de los alimentos para mascotas se compone de ingredientes que tienen un alto impacto ambiental”, apuntaron en un estudio publicado a mediados de noviembre en la revista académica Scientific Reports de Nature.
La hipótesis de los cuatro científicos a cargo de la investigación es que, como los alimentos para mascotas son ricos en ingredientes de origen animal, “y se sabe que este tipo de ingrediente es responsable de mayores emisiones de gases y uso de la tierra, es importante considerar su impacto en el medio ambiente”. (También puede leer: Erradicaron ratas de una isla de Chile y aves marinas pudieron regresar. ¿Cómo?)
Para estimar el impacto ambiental de las dietas de estos animales, los investigadores analizaron 938 dietas, de las cuales 618 eran para perros y las restantes 320 para gatos. Además, la dividieron considerando si eran dietas comerciales secas o húmedas, o caseras húmedas y secas. Tras analizar las dietas, encontraron 212 ingredientes, de los cuales el 46,2% eran de origen animal y el 53,8% de origen vegetal.
Luego estimaron el consumo anual de calorías de los animales para acercarse al impacto medioambiental anual de la dieta de estos. El ejercicio lo hicieron con un perro de 10 kilogramos, con una ingesta calórica media de 534 kilocalorías por día. “Este perro medio sería responsable de 828,37 kg de CO2 al año si consume dietas secas o de 6.541 kg de CO2 al año si consume dietas húmedas”, apuntan los cálculos del equipo.
Si este ejercicio se extrapolará a los más de 52 millones de perros que hay en Brasil, los investigadores estiman que las emisiones de la población canina representaría entre el 2,9% hasta el 24,6% de las emisiones totales del país. “Estos resultados ponen de manifiesto la importancia del papel de los alimentos para animales de compañía en el debate sobre la sostenibilidad, ya que su impacto puede ser amplio”. (Puede interesarle: Los suelos negros se están degradando y esto puede afectar la seguridad alimentaria)
Sin embargo, es importante aclarar que no todas las dietas tienen el mismo impacto ambiental. Otro de los hallazgos de este estudio, apuntó a que las dietas húmedas fueron las responsables del mayor impacto, y las dietas secas fueron el tipo de dieta que menos impactó en el medio ambiente.
Para ir contrarrestando los impactos ambientales de las dietas de perros y gatos, los autores del trabajo aportan una serie de ideas que deberían ser tenidas en cuenta por la industria que elabora estos alimentos, aunque aclararon que “no existe una estrategia única para mejorar la sostenibilidad”. La primera sugerencia apunta a que deberían considerarse fuentes distintas de proteína, así como ingredientes alternativos como los insectos.