Tormenta Eunice, ¿otra señal del cambio climático?
La Oficina Meteorológica de Reino Unido señaló que habría alcanzado provisionalmente los vientos más altos registrado en Inglaterra. Aunque hay poca evidencia de que los vientos de este tipo de tormentas estén relacionados con el cambio climático, sí hay otros factores que dan señales de que, en el futuro, nos enfrentaremos a tormentas más drásticas.
La tormenta Eunice, que llegó a registrar vientos de hasta 196 kilómetros por hora (100 millas por hora) en la Isla de Wright, hacia el sur de Inglaterra (Reino Unido), empieza a ser catalogada como una de las más fuertes que ha pasado por este país y su vecino, Irlanda. Aunque desde horas de la mañana la Oficina Meteorológica de Reino Unido había lanzado una alerta roja, especialmente para el sur de las islas, estimando que Eunice tendría vientos de 144 kilómetros por hora (90 millas por hora), las cifras fueron superadas. (Le puede interesar: En imágenes: Eunice, la feroz tormenta que paraliza Reino Unido y asusta a Europa)
De hecho, desde su cuenta de Twitter, la Oficina Meteorológica afirmó que los vientos registrados en la Isla de Wright son, “provisionalmente lo más altos jamás registrado en Inglaterra”. Desde una tormenta que pasó por Reino Unido en 1987, con una velocidad similar, no se registraban vientos tan fuertes, asegura el periódico The Guardian. En su paso por Europa, Eunice habría dejado nueve muertos: cuatro en Reino Unido y cinco más al pasar por el continente.
No se trató de vientos menores. Según explicó la profesora de meteorología de la Universidad de Reading, Hannah Cloke, a The Guardian, solo con vientos de 112 kilómetros por hora ya se pueden desprender las raíces de grandes árboles, soltar los techos o arruinar las conexiones eléctricas.
Pero como suele suceder cuando los fenómenos naturales o del tiempo superan limites registrados históricamente, muchos se empiezan a preguntar qué tan relacionada está la fuerza de Eunice con el cambio climático. La respuesta, como muchas que están relacionadas con la ciencia de atribución, no es fácil y, quizá, toca darla por partes. (Vea también: Tormenta Eunice: alerta en el norte de Europa por vientos que rompieron récords)
Una de las relaciones ligadas a los fenómenos de viento y precipitación en la que se tiene más certeza, indica que es probable que la proporción de ciclones tropicales entre la categoría 3 y 5 hayan incrementado durante las últimas décadas debido al cambio climático. Sin embargo, se trata de una conclusión que no se puede aplicar a todas las tormentas. Y, por ende, no se podría heredar a Eunice a la ligera. Como lo señaló también a The Guardian la climatóloga Friederike Otto, fundadora del portal World Weather Attribution, “hay muy poca evidencia de que los vientos en estas tormentas de invierno se hayan vuelto más fuertes con el cambio climático”.
Sin embargo, la experta también advierte que hay dos factores en los que se ha encontrado más relación con el cambio climático y que, en general, hacen a las tormentas, incluidas las de invierno en el norte global, más devastadoras: la precipitación y el aumento del nivel del mar. (Lea también: Las consecuencias del aumento del nivel del mar en los próximos 30 años)
Sobre la precipitación, a nivel general, el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) , por ejemplo, señala que es probable que haya incrementado desde 1950. Lo que de por sí puede hacer a las tormentas más intensas. Y con el aumento del nivel del mar, aspecto que la ciencia ha podido atribuir con más certeza al cambio climático generado por la actividad humana, las marejadas son más altas y, con esto, las tormentas se vuelven más dañinas.
En otras palabras, como también lo concluye el profesor Richard Allan de la Universidad de Reading en el medio inglés, aunque no hay evidencia fuerte y concluyente de que las tormentas como Eunice serán más potentes y frecuentes en términos de la velocidad del viento, si se suma que las precipitaciones de lluvia serán más intensas y que el aumento del nivel del mar será mayor por el cambio climático, sí es probable que veamos más diluvios e inundaciones en nuestro futuro.
La tormenta Eunice, que llegó a registrar vientos de hasta 196 kilómetros por hora (100 millas por hora) en la Isla de Wright, hacia el sur de Inglaterra (Reino Unido), empieza a ser catalogada como una de las más fuertes que ha pasado por este país y su vecino, Irlanda. Aunque desde horas de la mañana la Oficina Meteorológica de Reino Unido había lanzado una alerta roja, especialmente para el sur de las islas, estimando que Eunice tendría vientos de 144 kilómetros por hora (90 millas por hora), las cifras fueron superadas. (Le puede interesar: En imágenes: Eunice, la feroz tormenta que paraliza Reino Unido y asusta a Europa)
De hecho, desde su cuenta de Twitter, la Oficina Meteorológica afirmó que los vientos registrados en la Isla de Wright son, “provisionalmente lo más altos jamás registrado en Inglaterra”. Desde una tormenta que pasó por Reino Unido en 1987, con una velocidad similar, no se registraban vientos tan fuertes, asegura el periódico The Guardian. En su paso por Europa, Eunice habría dejado nueve muertos: cuatro en Reino Unido y cinco más al pasar por el continente.
No se trató de vientos menores. Según explicó la profesora de meteorología de la Universidad de Reading, Hannah Cloke, a The Guardian, solo con vientos de 112 kilómetros por hora ya se pueden desprender las raíces de grandes árboles, soltar los techos o arruinar las conexiones eléctricas.
Pero como suele suceder cuando los fenómenos naturales o del tiempo superan limites registrados históricamente, muchos se empiezan a preguntar qué tan relacionada está la fuerza de Eunice con el cambio climático. La respuesta, como muchas que están relacionadas con la ciencia de atribución, no es fácil y, quizá, toca darla por partes. (Vea también: Tormenta Eunice: alerta en el norte de Europa por vientos que rompieron récords)
Una de las relaciones ligadas a los fenómenos de viento y precipitación en la que se tiene más certeza, indica que es probable que la proporción de ciclones tropicales entre la categoría 3 y 5 hayan incrementado durante las últimas décadas debido al cambio climático. Sin embargo, se trata de una conclusión que no se puede aplicar a todas las tormentas. Y, por ende, no se podría heredar a Eunice a la ligera. Como lo señaló también a The Guardian la climatóloga Friederike Otto, fundadora del portal World Weather Attribution, “hay muy poca evidencia de que los vientos en estas tormentas de invierno se hayan vuelto más fuertes con el cambio climático”.
Sin embargo, la experta también advierte que hay dos factores en los que se ha encontrado más relación con el cambio climático y que, en general, hacen a las tormentas, incluidas las de invierno en el norte global, más devastadoras: la precipitación y el aumento del nivel del mar. (Lea también: Las consecuencias del aumento del nivel del mar en los próximos 30 años)
Sobre la precipitación, a nivel general, el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) , por ejemplo, señala que es probable que haya incrementado desde 1950. Lo que de por sí puede hacer a las tormentas más intensas. Y con el aumento del nivel del mar, aspecto que la ciencia ha podido atribuir con más certeza al cambio climático generado por la actividad humana, las marejadas son más altas y, con esto, las tormentas se vuelven más dañinas.
En otras palabras, como también lo concluye el profesor Richard Allan de la Universidad de Reading en el medio inglés, aunque no hay evidencia fuerte y concluyente de que las tormentas como Eunice serán más potentes y frecuentes en términos de la velocidad del viento, si se suma que las precipitaciones de lluvia serán más intensas y que el aumento del nivel del mar será mayor por el cambio climático, sí es probable que veamos más diluvios e inundaciones en nuestro futuro.