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El Lincoln Children’s Zoo, ubicado en Nebraska, Estados Unidos, dio una triste noticia hace un par de días. Tres leopardos de las nieves (Panthera uncia) murieron de COVID-19, anunciaron en un comunicado publicado en su página de Facebook. (Lea Las mujeres indígenas también fueron protagonistas en la COP26)
Ranney, Everest y Makalu, como se llamaban los felinos, fallecieron en la noche del pasado viernes luego de que el 13 de octubre detectaran en ellos y en otros animales la presencia del coronavirus. Entonces, los trabajadores del zoológico habían recolectado muestras nasales y de heces fecales luego de que presentaran algunos síntomas.
“Los tigres de Sumatra y leopardos de las nieves del zoológico han dado positivo para el COVID-19″, explicaron en un boletín aquella vez. “Todos los leopardos y tigres de las nieves están siendo tratados con esteroides y antibióticos para prevenir la infección secundaria. Nuestro equipo del zoológico está trabajando para asegurar que los animales afectados reciban el más alto nivel de atención a medida que se recuperan. Permanecerán bajo estrecha observación por parte del personal veterinario del zoológico y los cuidadores del zoológico”.
Sin embargo, las medidas no fueron suficientes. “Es una pérdida totalmente desgarradora. Eran amados por nuestra comunidad tanto fuera como dentro del zoológico”, aseguró la entidad hace un par de días.
El Zoológico no aclaró si estos felinos habían recibido una vacuna contra el COVID-19 como sí ha sucedido con otros animales del lugar. En verano se les administró dosis de un biológico experimental fabricado por Zoetis, compañía farmacéutica veterinaria con sede en Nueva Jersey.
Por el momento, los tigres de Sumatra se encuentran fuera de peligro. Aparentemente, dijo el zoológico, ya se recuperaron de la enfermedad.
Como explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, CDC, el riesgo de que los animales transmitan el SARS-CoV-2 a las personas se considera bajo.
“En este momento, no hay evidencia de que los animales jueguen un papel significativo en la propagación del SARS-CoV-2 a las personas. Se necesitan más estudios para comprender si los diferentes animales podrían verse afectados por el coronavirus y cómo”, anotan.
“Todavía estamos aprendiendo sobre este virus, pero sabemos que puede transmitirse de personas a animales en algunas situaciones, especialmente durante el contacto cercano”, aclaran.