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Mucho se habla de la deforestación, de sus responsables. Se cuestiona quién estará talando bosques por doquier. Qué hombre o mujer o empresa o industria arrasa con millones de hectáreas, pela metros de tierra y deja un camposanto de árboles que revelan la cruda realidad desde el cielo, a través de satélites. Los informes señalan las grandes causas, pero nosotros, lejos de las selvas, ¿qué tan culpables somos de su pérdida?. (Lea: Construyen campo de fútbol de plástico con la basura del Mundial de Rusia)
Nadie parece estar absuelto. Esa incógnita fue lo que inspiró “El cuero daña el bosque”, una investigación hecha hace siete años en Francia, donde el mayor uso del cuero es aprovechado en zapatos. El estudio, que midió el impacto sufrido por el bosque para extraer este material, concluyó que uno de cada siete zapatos de este tipo proviene de la deforestación. Ese resultado impulsó algo más, una herramienta para que los franceses supieran qué podían mejorar, en cuanto a consumo.
Se trata de Huella Forestal, una herramienta para medir el impacto de los productos de consumo masivo con respecto a la destrucción de los bosques naturales. Tanto aquellos que son deforestados por una empresa, persona o país dentro o fuera de su territorio. Por ejemplo: la soja que compra un ciudadano francés dentro de su mercado sin saber que ésta materia prima es fruto de una tala en la Amazonía peruana.
Se trata de Huella Forestal, una herramienta para medir el impacto de los productos de consumo masivo con respecto a la destrucción de los bosques naturales. Tanto aquellos que son deforestados por una empresa, persona o país dentro o fuera de su territorio. Por ejemplo: un ciudadano francés puede resultar culpable de la tala que la empresa X lleva a cabo en la Amazonía peruana.
Esa herramienta, accesible al público a través de una prueba en línea, le muestra al usuario su aporte en la pérdida de bosque para sacar materias primas. Son nueve en total las que Huella Forestal analiza: soja, aceite de palma, caucho, carnes blancas y rojas, huevos, cuero, café y cacao. Porque representan las principales importaciones del estado francés provenientes de la región amazónica en Brazil, donde se ubica un núcleo de deforestación.
Esto se debe a que "alrededor del 25% de la deforestación ilegal en los trópicos tiene por objetivo a la producción de bienes exportables", afirma la organización Envol Vert, creadora de esta iniciativa que, en menos de dos semanas de lanzamiento, arrojó la huella forestal de 50.000 personas. En total, la Huella forestal mediada de un francés es de 352 metros cúbicos con mayor impacto debido a la soya como alimento de las producción animales.
Su éxito ha sido tal que esta organización decidió replicar la herramienta en Colombia. La semana pasada, viernes 5 de abril, se realizó un evento en Bogotá para empezar a diseñar esta herramienta en el país. La idea de la organización es acoplar su metodología a las necesidades de la región, teniendo en cuenta la alarmante cifra de deforestación que para 2017 fue de 219.973 hectáreas a nivel nacional.
Las materias primas que evaluará Huella Forestal tendrán que ser priorizadas en el país / Cortesía Envol Vert
La aplicación servirá para sensibilizar a los ciudadanos en cuanto a la compra y venta de productos que, de una u otra manera, impulsen la tala de bosque. Se pretende que, además, Huella forestal sea un aliado para las instituciones y las empresas en la lucha contra este problema que le saca más de un dolor de cabeza al planeta. La iniciativa, que se espera diseñar en los próximos meses, es liderada por Envol Vert y apoyada por la Agencia de Desarrollo Francesa, Minambiente, WWF y la Unión Europea.