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Este pasado martes, los ministros de Energía de la Unión Europea dieron su aprobación final a una ley que prohibirá la venta de vehículos con motores de combustión interna a partir de 2035. La aprobación se dio después de cuatro semanas en que Alemania bloqueara el acuerdo.
La ley se aprobó con 23 votos a favor, entre ellos el de Alemania, con las abstenciones de Rumanía, Bulgaria e Italia y el voto en contra de Polonia. La Comisión Europea y Berlín llegaron a un acuerdo el pasado fin de semana para que ese país votara a favor de la ley.
Este acuerdo “no cambia el texto acordado con el Parlamento Europeo” sino que “aporta detalles sobre los pasos siguientes en la aplicación del reglamento” para incorporar los combustibles sintéticos o “efuels” a la normativa, explicó la comisaria europea de Energía, Kadri Simson. (También puede leer: Licencia ambiental de obras de la Armada en Gorgona está en firme: Procuraduría)
El bloqueo alemán justamente se había dado porque representantes de la industria automotriz de Alemania habían pedido que la ley eximiera a esos combustibles sintéticos. Ante este nuevo acuerdo, el ministro alemán de Transportes, Volker Wissin, celebró que “los vehículos con motores de combustión podrán matricularse después de 2035 únicamente si usan combustibles que sean neutrales en sus emisiones de CO2″.
Estos combustibles ya habían sido mencionados en el texto negociado, a petición de Alemania e Italia, pero la Comisión se daba como plazo hasta 2026 para volver a analizar el tema, teniendo en cuenta el progreso de la tecnología en ese período.
Además de la prohibición a 2035, los diputados habían acordado dos objetivos conjuntos. Primero, reducir el 55% de emisiones de CO2 para automóviles nuevos y el 50% para furgonetas nuevas para 2030, en comparación con los niveles de 2021. Segundo, reducir en un 100% las emisiones de carros y furgonetas nuevas para 2035. (Le puede interesar: Aumento de muertes y casos de dengue: así afectan las olas de calor a Sudamérica)
La prohibición hace parte del paquete de cambio climático de la UE denominado Fit for 55, que tiene como objetivo reducir las emisiones en un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, y alcanzar cero emisiones netas para 2050.
A través de un comunicado hace unos meses, aseguraron que el mecanismo de incentivos regulatorios para vehículos de cero y baja emisión se mantendrá hasta 2030. Este asegura, por ejemplo, que “si un fabricante cumple con ciertos puntos de referencia para la venta de vehículos de cero y baja emisión, puede ser recompensado con objetivos de emisión de CO2 menos estrictos”.
Incluso si los fabricantes no hacer la transición hacia vehículos de estos tipos, según la reglamentación europea, deben asegurarse que las emisiones promedio de CO2 de su flota de vehículos nuevos en un año no supere su objetivo específico de emisiones anuales.
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