Uno de cada cinco de los reptiles del mundo está en amenaza de extinción
La primera evaluación de la situación mundial de los reptiles concluyó que casi dos mil de las 10 mil especies existentes están amenazadas. Los reptiles que habitan los bosques están en mayor riesgo, indicó el estudio publicado en la revista Nature.
Un grupo de investigadores de NatureServe, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Conservation International desarrolló a primera evaluación extensiva sobre la situación de reptiles en el mundo. El estudio fue publicado en la revista Nature y advierte que el 21.1% de las especies de reptiles -entre las que están tortugas, cocodrilos, serpientes y lagartos-está en amenaza de extinción.
Esta amenaza se refiere a especies categorizadas como vulnerables, en peligro o en peligro crítico. La extinción de éstas supondría “la pérdida combinada de diversidad filogenética de reptiles será de aproximadamente 15.600 millones de años”, señaló el estudio. La filogenética, valga la aclaración, estudia la historia evolutiva y relaciones entre individuos entre un grupo de organismos.
Aunque las amenazas se presentan a nivel mundial, los investigadores indicaron que los reptiles amenazados se concentran en el sureste de Asia, África occidental, el norte de Madagascar y el norte de los Andes y el Caribe, lugares en donde otros tetrápodos (mamíferos, anfibios y aves) también enfrentan amenazas. A pesar de que muchos reptiles habitan zonas áridas como los desiertos del Sahara y el Karoo, las especies en peligro se encontraron en bosques, donde se concentran amenazas como la expansión agrícola, desarrollo urbano y explotación forestal.
Para todos los grupos de tetrápodos, la agricultura es la mayor amenaza, seguida por la explotación forestal, las especies invasoras y las enfermedades. El impacto del cambio climático en el futuro cercano aún no es tan claro, indicó el estudio, por la ausencia de estudios a largo plazo sobre la situación de estos animales. Sin embargo, los investigadores señalan que sí podría ser una amenaza inminente, al “reducir las ventanas térmicamente viables para la búsqueda de alimento y al sesgar la proporción de sexo de la descendencia en especies que tienen una determinación del sexo dependiente en la temperatura”.
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Los reptiles son el segundo grupo con más especies en peligro, superado por los anfibios. Las aves y mamíferos le siguen. El estudio determinó que la proporción de tortugas (57.9%) y cocodrilos (50%) en situación de amenaza es mucho mayor que la de los escamosos (19.6%)-como lagartos, camaleones e iguanas.
“Las implicaciones para la conservación de tetrápodos son que las priorizaciones geográficas hechas anteriormente para aves, mamíferos y anfibios se superponen ampliamente con las priorizaciones para todos los reptiles amenazados, excepto los de un rango (de movimiento) más restringido”, señalaron los investigadores del estudio. Más allá de que las estrategias para enfrentar estas amenazas se enfoquen en lugares en específico, la investigación hizo un llamado para que las políticas de conservación frenen la cosecha insostenible y la propagación de enfermedades invasivas.
En una rueda de prensa para medios estadounidenses, Neil Cox, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, dijo que la próxima cumbre de biodiversidad en Kunming, China, prevista para el tercer trimestre del año, será esencial para las negociaciones sobre la pérdida de biodiversidad. “La esperanza es que podamos empezar a hacer esfuerzos para revertir esta catástrofe de la extinción”, manifestó.
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Un grupo de investigadores de NatureServe, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Conservation International desarrolló a primera evaluación extensiva sobre la situación de reptiles en el mundo. El estudio fue publicado en la revista Nature y advierte que el 21.1% de las especies de reptiles -entre las que están tortugas, cocodrilos, serpientes y lagartos-está en amenaza de extinción.
Esta amenaza se refiere a especies categorizadas como vulnerables, en peligro o en peligro crítico. La extinción de éstas supondría “la pérdida combinada de diversidad filogenética de reptiles será de aproximadamente 15.600 millones de años”, señaló el estudio. La filogenética, valga la aclaración, estudia la historia evolutiva y relaciones entre individuos entre un grupo de organismos.
Aunque las amenazas se presentan a nivel mundial, los investigadores indicaron que los reptiles amenazados se concentran en el sureste de Asia, África occidental, el norte de Madagascar y el norte de los Andes y el Caribe, lugares en donde otros tetrápodos (mamíferos, anfibios y aves) también enfrentan amenazas. A pesar de que muchos reptiles habitan zonas áridas como los desiertos del Sahara y el Karoo, las especies en peligro se encontraron en bosques, donde se concentran amenazas como la expansión agrícola, desarrollo urbano y explotación forestal.
Para todos los grupos de tetrápodos, la agricultura es la mayor amenaza, seguida por la explotación forestal, las especies invasoras y las enfermedades. El impacto del cambio climático en el futuro cercano aún no es tan claro, indicó el estudio, por la ausencia de estudios a largo plazo sobre la situación de estos animales. Sin embargo, los investigadores señalan que sí podría ser una amenaza inminente, al “reducir las ventanas térmicamente viables para la búsqueda de alimento y al sesgar la proporción de sexo de la descendencia en especies que tienen una determinación del sexo dependiente en la temperatura”.
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Los reptiles son el segundo grupo con más especies en peligro, superado por los anfibios. Las aves y mamíferos le siguen. El estudio determinó que la proporción de tortugas (57.9%) y cocodrilos (50%) en situación de amenaza es mucho mayor que la de los escamosos (19.6%)-como lagartos, camaleones e iguanas.
“Las implicaciones para la conservación de tetrápodos son que las priorizaciones geográficas hechas anteriormente para aves, mamíferos y anfibios se superponen ampliamente con las priorizaciones para todos los reptiles amenazados, excepto los de un rango (de movimiento) más restringido”, señalaron los investigadores del estudio. Más allá de que las estrategias para enfrentar estas amenazas se enfoquen en lugares en específico, la investigación hizo un llamado para que las políticas de conservación frenen la cosecha insostenible y la propagación de enfermedades invasivas.
En una rueda de prensa para medios estadounidenses, Neil Cox, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, dijo que la próxima cumbre de biodiversidad en Kunming, China, prevista para el tercer trimestre del año, será esencial para las negociaciones sobre la pérdida de biodiversidad. “La esperanza es que podamos empezar a hacer esfuerzos para revertir esta catástrofe de la extinción”, manifestó.
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