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¿Qué lo motivó a narrar una historia familiar?
Esta historia tiene que ver con la vida y la muerte. El cáncer de mi madre me transformó: me dieron ganas de vivir con más energía y de tener un hijo, en parte porque si ella no estaba no quería quedarme sin familia, y en parte porque quería que ella conociera a mi hijo antes de que se muriera. La enfermedad de mi madre me transformó la vida y me pareció evidente contar una historia de transmisión: cómo pasamos de la generación de arriba, mi madre, a la de abajo, mi hijo.
Justamente la cinta muestra cómo una familia enfrenta la enfermedad y la muerte...
Es muy importante, es que a mí me pasó. Mi madre decidió no tratarse, finalmente cambió de opinión y en la película hago una ficcionalización de todo eso. Creo que uno tiene el derecho de decidir cuándo se muere y la película me sirvió para entender eso. Creo que todo el mundo le tiene miedo a la muerte, pero hay quien la enfrenta con más dignidad y el personaje de Leticia lo hace así.
¿Cuál es su relación con la muerte?
Le tengo miedo. Es como el mar: me interesa, me quiero meter, pero le tengo respeto. Sé que la muerte está presente en cada momento de la vida, y justamente los momentos de la vida están asociados a la muerte. Creo que uno tiene hijos para no morir.
¿Cómo una historia tan personal se vuelve universal?
Si uno habla de su pueblo, de su casa y de sí mismo, por definición va a ser universal porque todos los humanos nos enfrentamos a la muerte, tenemos familia, todos tenemos una historia de amor o la queremos tener. Esos son los temas de la película. ¿Cómo no van a tocar a una persona en cualquier parte del mundo? En realidad, me impresiona más que la gente se logre identificar con historias de gángsters o de astronautas.
¿Recomienda que una familia vea “Litigante” si tiene un ser querido enfermo?
La gente que la ha visto y que está pasando esta situación me agradece y me dice que la película le hizo bien, porque no mostramos una historia patética o dura, no retratamos la enfermedad con violencia. Al contrario, toma el momento y pregunta qué hacer con eso en nuestras vidas, cómo cambiar la vida gracias a los problemas. Las crisis son lo momentos en que se replantean las cosas.
Carolina Sanín, una de las protagonistas, tiene una relación compleja con sus seguidores. ¿No le preocupó eso?
No creo que haya gente que deje de ver la película porque está Carolina Sanín, creo que no iban a ver la película de todas maneras. Y tampoco creo que los que la quieren vayan a verla… vamos a ver, pero siento que la película es mucho más que Carolina Sanín. La verdad, no me pregunté eso cuando la escogí… Si uno calcula no sale bien la ecuación. Ojalá la gente vaya a ver Litigante. Es una película de la que estoy orgulloso y poder decirlo en voz alta es una cosa muy bonita.
“Litigante” tiene muchos actores no profesionales que actúan natural. ¿Cómo lo logró?
Busco acercarme lo más posible a una verdad dramática y todo comienza con el casting. Leticia Gómez, Carolina Sanín y Alejandra Sarria funcionan como una familia, pueden ser perfectamente Leticia, Silvia y María José (los personajes), y a partir de ahí son horas y horas de ensayos, con improvisación, pero con muchas repeticiones de escena. No tengo una escena que, como mínimo, dure cuatro horas de rodaje.