Academias más profesionales
Confianza, experiencia y destreza del instructor son la clave.
Redacción Especiales
Escoger una escuela de automovilismo que tenga una excelente flota de carros, instructores capacitados con amplia experiencia y asistir a las clases teóricas son los pasos a seguir para aprender a conducir.
Desarrollar buenos hábitos en los conductores, adquirir conocimientos básicos de mecánica y asumir actitudes responsables a la hora de conducir son algunos de los objetivos que persiguen las academias de automovilismo que enseñan a los alumnos la manera correcta, cuidadosa y segura de manejar un automóvil.
O por lo menos así lo resalta un vocero de la Sociedad Colombiana de Escuelas de Automovilismo, quien asegura que cualquier persona tiene la capacidad para manejar un vehículo y que si bien el automóvil es un instrumento de comodidad, al mismo tiempo representa un arma en potencia si no se utiliza apropiadamente. En esa medida, las academias son justamente las responsables de disminuir este riesgo y fortalecer al máximo las habilidades y destrezas de los individuos para la conducción.
Las academias tienen todo un portafolio de servicios que se adaptan a las necesidades reales de los conductores de vehículos particulares y de servicio público. Por ejemplo, en el caso de personas particulares que toman por primera vez un curso de conducción, las clases prácticas pueden ser de 10, 15 ó 20 horas, en sesiones de 50 minutos cada una, acompañadas de las 20 horas reglamentarias de teoría donde se desarrollan temas de mecánica básica, normas y señales de tránsito, técnicas de conducción, manejo defensivo, primeros auxilios, control de incendios y ética del conductor.
Lo normal es que después de la cuarta sesión de práctica el alumno aprenda a controlar el coche; eso quiere decir encender y apagar el carro, acelerar, frenar, hacer los cambios apropiados y conocer las revoluciones del motor. Sin embargo, una de las tareas más difíciles al inicio es medir los espacios, cambiar de carril adecuadamente, manejar correctamente los espejos y las luces. En este caso la práctica es fundamental, razón por la cual, a diferencia de tiempos pasados, a partir de la primera clase las academias llevan al alumno por las principales calles y avenidas de la ciudad para que desde el inicio las personas estén en contacto con el tráfico, pierdan el miedo y tengan confianza en sí mismos.
Por tal motivo resulta fundamental contar con un instructor altamente calificado y experimentado que sepa maniobrar el automóvil en caso de emergencia. Pero también es clave tener una persona al lado que brinde seguridad, confianza y apoyo.
Para Liliana Ospina, una mujer de 45 años que cogió por primera vez un auto, la paciencia, confianza y conocimiento que le brindó el instructor desde el primer momento fueron relevantes para hacer realidad su deseo de manejar.
Pero si bien la práctica se aprende en la calle, el módulo del curso teórico es de total relevancia porque la mecánica, que puede parecer a simple vista compleja, como por ejemplo el funcionamiento del motor, es sencillo y los conceptos básicos se pueden analizar detalladamente por separado en un lenguaje común.
“Utilizamos un idioma común para su fácil comprensión; aunque algunos términos técnicos son imprescindibles, esperamos encuentren respuesta a muchas de las inquietudes que regularmente generan los grandes avances que se hacen en ingeniería automotriz”, señala Abel Rodríguez, instructor de una reconocida academia.
Otro de los temas que son bien importantes y que la gente descuida cuando tiene práctica y utiliza constantemente el vehículo es el mantenimiento básico.
Al respecto, las academias hacen especial énfasis a los propietarios para que realicen un mantenimiento preventivo y apropiado cada mes de acuerdo con el uso que se le dé al auto. Pero, adicionalmente, también se les recomienda a los principiantes no sacar el vehículo de su casa sin antes haber revisado el nivel del agua en el tanque, el aceite y los mandos inferiores del embrague, freno y acelerador.
Además de la experiencia del instructor y de las sesiones teóricas, la escuela debe contar con una moderna y actualizada flota de automóviles en perfecto estado, que garanticen seguridad y un mayor aprendizaje a los alumnos.
Antes de tomar el curso es necesario evaluar la seriedad de la academia, indagar por la experiencia de los instructores y la calidad de los automóviles que utilizan para las clases.
Escoger una escuela de automovilismo que tenga una excelente flota de carros, instructores capacitados con amplia experiencia y asistir a las clases teóricas son los pasos a seguir para aprender a conducir.
Desarrollar buenos hábitos en los conductores, adquirir conocimientos básicos de mecánica y asumir actitudes responsables a la hora de conducir son algunos de los objetivos que persiguen las academias de automovilismo que enseñan a los alumnos la manera correcta, cuidadosa y segura de manejar un automóvil.
O por lo menos así lo resalta un vocero de la Sociedad Colombiana de Escuelas de Automovilismo, quien asegura que cualquier persona tiene la capacidad para manejar un vehículo y que si bien el automóvil es un instrumento de comodidad, al mismo tiempo representa un arma en potencia si no se utiliza apropiadamente. En esa medida, las academias son justamente las responsables de disminuir este riesgo y fortalecer al máximo las habilidades y destrezas de los individuos para la conducción.
Las academias tienen todo un portafolio de servicios que se adaptan a las necesidades reales de los conductores de vehículos particulares y de servicio público. Por ejemplo, en el caso de personas particulares que toman por primera vez un curso de conducción, las clases prácticas pueden ser de 10, 15 ó 20 horas, en sesiones de 50 minutos cada una, acompañadas de las 20 horas reglamentarias de teoría donde se desarrollan temas de mecánica básica, normas y señales de tránsito, técnicas de conducción, manejo defensivo, primeros auxilios, control de incendios y ética del conductor.
Lo normal es que después de la cuarta sesión de práctica el alumno aprenda a controlar el coche; eso quiere decir encender y apagar el carro, acelerar, frenar, hacer los cambios apropiados y conocer las revoluciones del motor. Sin embargo, una de las tareas más difíciles al inicio es medir los espacios, cambiar de carril adecuadamente, manejar correctamente los espejos y las luces. En este caso la práctica es fundamental, razón por la cual, a diferencia de tiempos pasados, a partir de la primera clase las academias llevan al alumno por las principales calles y avenidas de la ciudad para que desde el inicio las personas estén en contacto con el tráfico, pierdan el miedo y tengan confianza en sí mismos.
Por tal motivo resulta fundamental contar con un instructor altamente calificado y experimentado que sepa maniobrar el automóvil en caso de emergencia. Pero también es clave tener una persona al lado que brinde seguridad, confianza y apoyo.
Para Liliana Ospina, una mujer de 45 años que cogió por primera vez un auto, la paciencia, confianza y conocimiento que le brindó el instructor desde el primer momento fueron relevantes para hacer realidad su deseo de manejar.
Pero si bien la práctica se aprende en la calle, el módulo del curso teórico es de total relevancia porque la mecánica, que puede parecer a simple vista compleja, como por ejemplo el funcionamiento del motor, es sencillo y los conceptos básicos se pueden analizar detalladamente por separado en un lenguaje común.
“Utilizamos un idioma común para su fácil comprensión; aunque algunos términos técnicos son imprescindibles, esperamos encuentren respuesta a muchas de las inquietudes que regularmente generan los grandes avances que se hacen en ingeniería automotriz”, señala Abel Rodríguez, instructor de una reconocida academia.
Otro de los temas que son bien importantes y que la gente descuida cuando tiene práctica y utiliza constantemente el vehículo es el mantenimiento básico.
Al respecto, las academias hacen especial énfasis a los propietarios para que realicen un mantenimiento preventivo y apropiado cada mes de acuerdo con el uso que se le dé al auto. Pero, adicionalmente, también se les recomienda a los principiantes no sacar el vehículo de su casa sin antes haber revisado el nivel del agua en el tanque, el aceite y los mandos inferiores del embrague, freno y acelerador.
Además de la experiencia del instructor y de las sesiones teóricas, la escuela debe contar con una moderna y actualizada flota de automóviles en perfecto estado, que garanticen seguridad y un mayor aprendizaje a los alumnos.
Antes de tomar el curso es necesario evaluar la seriedad de la academia, indagar por la experiencia de los instructores y la calidad de los automóviles que utilizan para las clases.