Aconauto propone 2025 como el año clave para la renovación del parque automotor
Aconauto propone una política integral para renovar el parque automotor, enfocada en sostenibilidad, recaudo fiscal y beneficios económicos.

David Vásquez Herrera
Los concesionarios afiliados a Aconauto manifestaron su preocupación ante el proyecto de decreto del Gobierno Nacional que propone un incremento en los aranceles para ciertos vehículos híbridos. Según el Gobierno, esta medida busca fomentar la sostenibilidad ambiental, proteger la industria nacional de vehículos y atraer inversión extranjera para la producción de vehículos eléctricos.
La transición energética de combustibles fósiles a sistemas eléctricos depende en gran medida de los vehículos híbridos. Estos desempeñan un papel crucial mientras los países desarrollan la infraestructura pública de carga eléctrica.
Durante este proceso, los consumidores tienden a desconfiar de la autonomía de los vehículos eléctricos y de la disponibilidad de puntos de recarga. Por ello, Aconauto advierte que aumentar los aranceles a los híbridos podría elevar sus costos, alejándolos del alcance de los consumidores y obstaculizando la modernización del parque automotor.
El Gobierno Nacional tiene lista una nueva regulación que aumentará el impuesto de importación para los vehículos híbridos provenientes de países con los que Colombia no tiene Tratado de Libre Comercio (TLC), como India, China, Tailandia y Japón, y próximamente Brasil. El decreto establecerá una nueva proporción para estos vehículos, basada en su tecnología.
Esta normativa reemplazará al Decreto 1116 de 2017, que otorgaba un arancel preferencial del 5% para un cupo anual de 3.000 unidades híbridas, lo que permitió a varias marcas vender estos vehículos a precios atractivos. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente ha justificado la eliminación de este beneficio al considerar que los vehículos híbridos no contribuyen significativamente a reducir las emisiones contaminantes ni el consumo de combustibles fósiles.
La nueva regulación busca alinearse con las políticas de reindustrialización del Gobierno, con el objetivo de incentivar la producción local de tecnologías limpias. Sin embargo, para consumidores y marcas, esta medida implicará un aumento en los precios de varios modelos, especialmente aquellos importados desde los países mencionados.
El Gobierno fundamenta el Decreto 1550 en un estudio realizado por el Ministerio de Ambiente en 2022, que concluyó que los vehículos híbridos tienen un menor impacto en la reducción de emisiones en comparación con otras tecnologías. Además, se identificó que muchos de los vehículos importados bajo el contingente no contribuyen significativamente a la reducción de emisiones, al consumo de combustibles fósiles ni a una mayor eficiencia energética. La medida también busca reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles, promover la producción local y fomentar la reindustrialización.
Según Pedro Nel Quijano, presidente ejecutivo de Aconauto, el incremento en los precios de los vehículos híbridos resultaría en una disminución de las ventas. “Esto va en contravía de los objetivos ambientales del Gobierno, dado que el parque automotor colombiano tiene una antigüedad promedio de 20 años, lo que evidencia un rezago frente a las normativas ambientales actuales. Impulsar la renovación del parque automotor es esencial para alcanzar las metas de sostenibilidad y reducir el impacto ambiental”, destaca.
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Aconauto considera que la protección a la industria nacional, planteada como objetivo del proyecto de decreto, es discutible, dado que la única planta automotriz en Colombia no fabrica vehículos híbridos ni eléctricos. Este enfoque podría priorizar la producción de vehículos de combustión interna, limitando el avance hacia una transición efectiva hacia tecnologías más sostenibles.
De acuerdo con Quijano, aunque es meritorio reconocer los esfuerzos de la última planta ensambladora en el país, esta carece de la capacidad tecnológica y logística para producir vehículos híbridos o eléctricos. Además, factores como la limitada disponibilidad de materias primas para la fabricación de baterías y el reducido tamaño del mercado interno dificultan la posibilidad de alcanzar una producción rentable a escala en Colombia.
“El mercado automotor en Colombia estaría entrando en un círculo virtuoso porque al venderse más vehículos nuevos se aumentaría el recaudo de impuestos, a la vez que se renovaría el parque, y con este, mejoraría el aire respirable dado el uso de tecnología moderna”, enfatiza Quijano.
La intención de atraer inversión extranjera para establecer fábricas de vehículos eléctricos en Colombia enfrenta serias limitaciones. Según el gremio, las multinacionales ya han definido a Brasil y México como los principales centros de desarrollo y producción automotriz en Latinoamérica. Estos países cuentan con más de 70 años de experiencia en la construcción de cadenas productivas y en el desarrollo de sus mercados internos. A pesar de disponer de capacidad instalada sin utilizar, sus plantas actualmente solo están equipadas para la fabricación de vehículos con motores de combustión interna.
En este contexto, Quijano considera improbable que nuevas plantas de ensamblaje o fabricación se instalen en Colombia. Por el contrario, señala una oportunidad estratégica para mejorar el recaudo fiscal y fomentar la renovación del parque automotor.
Esto podría lograrse manteniendo los aranceles actuales, reduciendo el IVA y eliminando el impuesto al consumo, medidas que además contribuirían a modernizar el parque automotor y promover un impacto positivo en términos ambientales y económicos.
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¿Cuál es la propuesta de Aconauto?
Los concesionarios agrupados en Aconauto solicitan a la Presidencia de la República reconsiderar el proyecto de decreto, proponiendo su archivo por considerarlo inconveniente. En su lugar, abogan por una alineación con el Plan Nacional de Desarrollo, impulsando un programa integral de renovación del parque automotor que involucre un esfuerzo conjunto entre los sectores público y privado.
La propuesta contempla compromisos específicos de los diferentes actores:
- El Ejecutivo, por medio de la reducción de los aranceles y del IVA, así como de la eliminación del impoconsumo. A cambio, el recaudo de impuestos se aumentaría gracias al incremento de las ventas y, de contera, se reducirían las emisiones y mejoraría la calidad del aire.
- El Banco de la República, mediante la reducción del DTF y del encaje bancario.
- El Ministerio de Minas y Energía, profundizando la legislación para el fomento de la inversión en redes de carga pública.
- El Ministerio de Transporte, emitiendo política pública para hacer atractiva la reposición de vehículos obsoletos.
- La banca comercial, con tasas preferenciales para la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos.
- Las marcas de carros presentes en el país, reduciendo los márgenes de ganancia en la venta a cambio de volumen.
Los concesionarios afiliados a Aconauto manifestaron su preocupación ante el proyecto de decreto del Gobierno Nacional que propone un incremento en los aranceles para ciertos vehículos híbridos. Según el Gobierno, esta medida busca fomentar la sostenibilidad ambiental, proteger la industria nacional de vehículos y atraer inversión extranjera para la producción de vehículos eléctricos.
La transición energética de combustibles fósiles a sistemas eléctricos depende en gran medida de los vehículos híbridos. Estos desempeñan un papel crucial mientras los países desarrollan la infraestructura pública de carga eléctrica.
Durante este proceso, los consumidores tienden a desconfiar de la autonomía de los vehículos eléctricos y de la disponibilidad de puntos de recarga. Por ello, Aconauto advierte que aumentar los aranceles a los híbridos podría elevar sus costos, alejándolos del alcance de los consumidores y obstaculizando la modernización del parque automotor.
El Gobierno Nacional tiene lista una nueva regulación que aumentará el impuesto de importación para los vehículos híbridos provenientes de países con los que Colombia no tiene Tratado de Libre Comercio (TLC), como India, China, Tailandia y Japón, y próximamente Brasil. El decreto establecerá una nueva proporción para estos vehículos, basada en su tecnología.
Esta normativa reemplazará al Decreto 1116 de 2017, que otorgaba un arancel preferencial del 5% para un cupo anual de 3.000 unidades híbridas, lo que permitió a varias marcas vender estos vehículos a precios atractivos. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente ha justificado la eliminación de este beneficio al considerar que los vehículos híbridos no contribuyen significativamente a reducir las emisiones contaminantes ni el consumo de combustibles fósiles.
La nueva regulación busca alinearse con las políticas de reindustrialización del Gobierno, con el objetivo de incentivar la producción local de tecnologías limpias. Sin embargo, para consumidores y marcas, esta medida implicará un aumento en los precios de varios modelos, especialmente aquellos importados desde los países mencionados.
El Gobierno fundamenta el Decreto 1550 en un estudio realizado por el Ministerio de Ambiente en 2022, que concluyó que los vehículos híbridos tienen un menor impacto en la reducción de emisiones en comparación con otras tecnologías. Además, se identificó que muchos de los vehículos importados bajo el contingente no contribuyen significativamente a la reducción de emisiones, al consumo de combustibles fósiles ni a una mayor eficiencia energética. La medida también busca reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles, promover la producción local y fomentar la reindustrialización.
Según Pedro Nel Quijano, presidente ejecutivo de Aconauto, el incremento en los precios de los vehículos híbridos resultaría en una disminución de las ventas. “Esto va en contravía de los objetivos ambientales del Gobierno, dado que el parque automotor colombiano tiene una antigüedad promedio de 20 años, lo que evidencia un rezago frente a las normativas ambientales actuales. Impulsar la renovación del parque automotor es esencial para alcanzar las metas de sostenibilidad y reducir el impacto ambiental”, destaca.
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Aconauto considera que la protección a la industria nacional, planteada como objetivo del proyecto de decreto, es discutible, dado que la única planta automotriz en Colombia no fabrica vehículos híbridos ni eléctricos. Este enfoque podría priorizar la producción de vehículos de combustión interna, limitando el avance hacia una transición efectiva hacia tecnologías más sostenibles.
De acuerdo con Quijano, aunque es meritorio reconocer los esfuerzos de la última planta ensambladora en el país, esta carece de la capacidad tecnológica y logística para producir vehículos híbridos o eléctricos. Además, factores como la limitada disponibilidad de materias primas para la fabricación de baterías y el reducido tamaño del mercado interno dificultan la posibilidad de alcanzar una producción rentable a escala en Colombia.
“El mercado automotor en Colombia estaría entrando en un círculo virtuoso porque al venderse más vehículos nuevos se aumentaría el recaudo de impuestos, a la vez que se renovaría el parque, y con este, mejoraría el aire respirable dado el uso de tecnología moderna”, enfatiza Quijano.
La intención de atraer inversión extranjera para establecer fábricas de vehículos eléctricos en Colombia enfrenta serias limitaciones. Según el gremio, las multinacionales ya han definido a Brasil y México como los principales centros de desarrollo y producción automotriz en Latinoamérica. Estos países cuentan con más de 70 años de experiencia en la construcción de cadenas productivas y en el desarrollo de sus mercados internos. A pesar de disponer de capacidad instalada sin utilizar, sus plantas actualmente solo están equipadas para la fabricación de vehículos con motores de combustión interna.
En este contexto, Quijano considera improbable que nuevas plantas de ensamblaje o fabricación se instalen en Colombia. Por el contrario, señala una oportunidad estratégica para mejorar el recaudo fiscal y fomentar la renovación del parque automotor.
Esto podría lograrse manteniendo los aranceles actuales, reduciendo el IVA y eliminando el impuesto al consumo, medidas que además contribuirían a modernizar el parque automotor y promover un impacto positivo en términos ambientales y económicos.
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¿Cuál es la propuesta de Aconauto?
Los concesionarios agrupados en Aconauto solicitan a la Presidencia de la República reconsiderar el proyecto de decreto, proponiendo su archivo por considerarlo inconveniente. En su lugar, abogan por una alineación con el Plan Nacional de Desarrollo, impulsando un programa integral de renovación del parque automotor que involucre un esfuerzo conjunto entre los sectores público y privado.
La propuesta contempla compromisos específicos de los diferentes actores:
- El Ejecutivo, por medio de la reducción de los aranceles y del IVA, así como de la eliminación del impoconsumo. A cambio, el recaudo de impuestos se aumentaría gracias al incremento de las ventas y, de contera, se reducirían las emisiones y mejoraría la calidad del aire.
- El Banco de la República, mediante la reducción del DTF y del encaje bancario.
- El Ministerio de Minas y Energía, profundizando la legislación para el fomento de la inversión en redes de carga pública.
- El Ministerio de Transporte, emitiendo política pública para hacer atractiva la reposición de vehículos obsoletos.
- La banca comercial, con tasas preferenciales para la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos.
- Las marcas de carros presentes en el país, reduciendo los márgenes de ganancia en la venta a cambio de volumen.