Al volante de: Audi Q3 Sportback 35 TFSI
La variante joven del SUV compacto alemán ya se encuentra en Colombia. Estilo por dentro y por fuera, en la versión 35 TFSI.
Nicolás Fernández
Es un rebelde dentro de una línea sobria y refinada. Un urbano que rompió la estética de su familia para hacerse a pronunciadas líneas, de esas que insinúan aerodinámica y carácter. De esas que, como en este caso, desembocan en una parrilla igual de irreverente, enorme y con una forma de panal, en cuyo centro reposan cuatro aros.
El mundo supo de su llegada en 2019 y en menos de un año llegó a Colombia. Su presentación nacional, como la de muchas otras referencias del mercado, estuvo marcada por el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus. Pero el Q3 Sportback no necesita bombos ni platillos para anunciar su llegada.
Lea también: Características y prueba de manejo de la Ford Escape híbrida.
Hablamos de un SUV compacto. Sus no más de cuatro metros y medio de longitud y el metro y medio de alto resaltan a simple vista. Hay que decirlo, este Sportback no roba miradas por su tamaño, ese no sería el propósito del fabricante con el hermano mayor del Q2, o por lo menos esa fue la impresión del equipo de Al volante del, el espacio dedicado a exponer las características y sensaciones que generan los vehículos que ruedan por el país.
Primer contacto
Las impresiones de su estética exterior, repetidamente mencionadas en el inicio de este texto, son el abrebocas de un interior que nunca deja de recordar que se trata de un auto prémium. Los asientos y su tapizado en alcántara son un lujo poco exuberante. Comparten con la carrocería un corte deportivo y, para esta versión, adoptan un ajuste manual.
Es imposible que la vista no se desvíe hacia la pantalla central. Allí, inclinada hacia la plaza del conductor, hay uno de los sistemas de infoentretenimiento más sutiles y armónicos (con la estética interior) de todo el segmento. El acabado es sobresaliente. Toda combina y nada sobra, en un sistema dispuesto a ambientar la experiencia de manejo con diez altavoces y un subwoofer.
Más de Al volante de: Así es la nueva Blazer RS.
Cuando llega la noche y el tacómetro digital, junto a la pantalla central, toma protagonismo dentro del habitáculo; unas luminosas líneas aparecen en las puertas y frente al copiloto. Es un auto con una personalidad definida y una conducción tan marcada como su diseño.
Pequeño y bondadoso
El corazón que Audi dispuso para este auto es de 1.4 litros turboalimentado; el más pequeño de esta referencia, pues en el país también se comercializa una versión de 2.0 l con tracción en las cuatro ruedas y un desempeño acorde a las características de un propulsor de ese tamaño.
En movimiento, el 35 TFSI es un coche nada pretencioso. El aire juvenil que genera su estética entra en armonía con los 150 caballos de poder y los 250 Nm de toque que entrega el motor. La tracción delantera y la transmisión S Tronic, de seis velocidades y doble embrague, agregan emociones dentro de una cabina realmente insonorizada.
La casa alemana no le encomendó a este producto ser el más veloz, pero las características del motor y el peso del vehículo (1.605 kg) generan sensaciones de manejo adecuadas dentro y fuera de la ciudad, brindando confianza al momento de hacer adelantos y confort en las características propias de los grandes centros urbanos.
Más de Autos: ¿Cómo ahorrar gasolina?
Vale la pena mencionar que su tracción es delantera e incluye tipos de manejo dinámico (interesante en carretera), off-road (llamativo, por las ruedas elegidas para generar el arrastre), confort (sutil y preciso en la ciudad) y otro personalizado, según las características de manejo del usuario.
Audi no arriesgó con este lanzamiento. La pronunciada caída del baúl al cual le debe su nombre y otros detalles “deportivos” mantienen el ADN de la marca y, aunque se encuentra en un segmento en donde el consumo no es prioridad, no mencionarlo sería un error, pues pondrá a pensar a quienes consideren adquirirlo. En una prueba que superó los 500 kilómetros de recorrido dentro y fuera de la ciudad, su desempeño fue de 34 kilómetros por galón. Punto a favor, para quien cuenta con los $148′900.000 (versión 35 TFSI) para adquirirlo y piensa en la economía de rodar con él.
Al volante sobresalen la respuesta de sus frenos (discos ventilados para los delanteros y sólidos en los posteriores), sutiles aún en altas velocidades; sus estilizadas luces LED (tanto frontales como traseras), la conectividad del Audi Music y el Smartphone Interface, y, ante la ausencia de una cámara de 360 grados, unos sensores de proximidad reactivos al estacionarse o atravesar espacios estrechos.
El Q3 Sportback es nueva sangre para el portafolio SUV de Audi. Es una pieza juvenil y, tanto su diseño como sus herramientas tecnológicas, apuntan a ese público que cada vez se inclina más una estética deportiva y unas prestaciones vanguardistas.
Es un rebelde dentro de una línea sobria y refinada. Un urbano que rompió la estética de su familia para hacerse a pronunciadas líneas, de esas que insinúan aerodinámica y carácter. De esas que, como en este caso, desembocan en una parrilla igual de irreverente, enorme y con una forma de panal, en cuyo centro reposan cuatro aros.
El mundo supo de su llegada en 2019 y en menos de un año llegó a Colombia. Su presentación nacional, como la de muchas otras referencias del mercado, estuvo marcada por el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus. Pero el Q3 Sportback no necesita bombos ni platillos para anunciar su llegada.
Lea también: Características y prueba de manejo de la Ford Escape híbrida.
Hablamos de un SUV compacto. Sus no más de cuatro metros y medio de longitud y el metro y medio de alto resaltan a simple vista. Hay que decirlo, este Sportback no roba miradas por su tamaño, ese no sería el propósito del fabricante con el hermano mayor del Q2, o por lo menos esa fue la impresión del equipo de Al volante del, el espacio dedicado a exponer las características y sensaciones que generan los vehículos que ruedan por el país.
Primer contacto
Las impresiones de su estética exterior, repetidamente mencionadas en el inicio de este texto, son el abrebocas de un interior que nunca deja de recordar que se trata de un auto prémium. Los asientos y su tapizado en alcántara son un lujo poco exuberante. Comparten con la carrocería un corte deportivo y, para esta versión, adoptan un ajuste manual.
Es imposible que la vista no se desvíe hacia la pantalla central. Allí, inclinada hacia la plaza del conductor, hay uno de los sistemas de infoentretenimiento más sutiles y armónicos (con la estética interior) de todo el segmento. El acabado es sobresaliente. Toda combina y nada sobra, en un sistema dispuesto a ambientar la experiencia de manejo con diez altavoces y un subwoofer.
Más de Al volante de: Así es la nueva Blazer RS.
Cuando llega la noche y el tacómetro digital, junto a la pantalla central, toma protagonismo dentro del habitáculo; unas luminosas líneas aparecen en las puertas y frente al copiloto. Es un auto con una personalidad definida y una conducción tan marcada como su diseño.
Pequeño y bondadoso
El corazón que Audi dispuso para este auto es de 1.4 litros turboalimentado; el más pequeño de esta referencia, pues en el país también se comercializa una versión de 2.0 l con tracción en las cuatro ruedas y un desempeño acorde a las características de un propulsor de ese tamaño.
En movimiento, el 35 TFSI es un coche nada pretencioso. El aire juvenil que genera su estética entra en armonía con los 150 caballos de poder y los 250 Nm de toque que entrega el motor. La tracción delantera y la transmisión S Tronic, de seis velocidades y doble embrague, agregan emociones dentro de una cabina realmente insonorizada.
La casa alemana no le encomendó a este producto ser el más veloz, pero las características del motor y el peso del vehículo (1.605 kg) generan sensaciones de manejo adecuadas dentro y fuera de la ciudad, brindando confianza al momento de hacer adelantos y confort en las características propias de los grandes centros urbanos.
Más de Autos: ¿Cómo ahorrar gasolina?
Vale la pena mencionar que su tracción es delantera e incluye tipos de manejo dinámico (interesante en carretera), off-road (llamativo, por las ruedas elegidas para generar el arrastre), confort (sutil y preciso en la ciudad) y otro personalizado, según las características de manejo del usuario.
Audi no arriesgó con este lanzamiento. La pronunciada caída del baúl al cual le debe su nombre y otros detalles “deportivos” mantienen el ADN de la marca y, aunque se encuentra en un segmento en donde el consumo no es prioridad, no mencionarlo sería un error, pues pondrá a pensar a quienes consideren adquirirlo. En una prueba que superó los 500 kilómetros de recorrido dentro y fuera de la ciudad, su desempeño fue de 34 kilómetros por galón. Punto a favor, para quien cuenta con los $148′900.000 (versión 35 TFSI) para adquirirlo y piensa en la economía de rodar con él.
Al volante sobresalen la respuesta de sus frenos (discos ventilados para los delanteros y sólidos en los posteriores), sutiles aún en altas velocidades; sus estilizadas luces LED (tanto frontales como traseras), la conectividad del Audi Music y el Smartphone Interface, y, ante la ausencia de una cámara de 360 grados, unos sensores de proximidad reactivos al estacionarse o atravesar espacios estrechos.
El Q3 Sportback es nueva sangre para el portafolio SUV de Audi. Es una pieza juvenil y, tanto su diseño como sus herramientas tecnológicas, apuntan a ese público que cada vez se inclina más una estética deportiva y unas prestaciones vanguardistas.