Bicicletas eléctricas: una tendencia que impulsa transportes más sostenibles

La movilidad en Colombia apunta a ser cada vez más sostenible. En los últimos años ha sido evidente el crecimiento en ventas de vehículos híbridos y eléctricos, en especial, los de dos ruedas Y aún más desde que comenzó la pandemia, que el transporte público supuso un riesgo para la salud. Por eso la movilidad en bicicletas ha crecido.

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Aunque en Colombia hay pocas cifras frente al tema, según un análisis de MarketsandMarkets, el mercado de las ‘e-bikes’ proyecta que a nivel mundial este segmento de movilidad crecerá a una tasa compuesta anual de 9 %, pasando de una facturación de 21.100 millones de dólares en 2018 a más de 38.000 millones para 2025.

Un ejemplo de ese crecimiento en ventas de bicicletas eléctricas es Ozono E Bikes, una empresa familiar que nació en Medellín gracias al ingenio y al sentido de oportunidad de negocio. En 2013, Estefanía López, mientras hacía sus prácticas en la Cámara Colombiana de Comercio de Colombia en China, se dio cuenta de que día tras día eran millones y millones de personas las que se movilizaban en bicicletas y patinetas eléctricas; tanto, que ella misma comenzó a usarlas.

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En ese año de pasantías, Estefanía, en sus labores para la Cámara, comenzó a relacionar compañías chinas que buscaban expandirse en otros mercados. Colombia, Medellín y Bogotá son ciudades referencia para la venta de motocicletas.

Esas cifras fueron las que usó Estefanía para convencerse ella misma y a su familia para reunir ideas y capital y así crear en 2014 lo que hoy es Ozono E Bikes, una compañía que importa y ensambla bicicletas y scooter eléctricas y que desde 2015 hasta la fecha ha vendido más de 2.000 unidades en Colombia.

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“Nosotros dividimos nuestras labores entre Medellín y Bogotá, en cada contenedor caben cerca de 400 unidades que se reparten entre ambas ciudades. Hoy la compañía genera cerca de 50 empleos directos e indirectos”, cuenta Estefanía López, fundadora de la marca.

De acuerdo con López, todos los años ha crecido el sector. “Desde que comenzamos no hemos tenido ningún año a la baja. Incluso, en 2016 se animaron a entrar marcas internacionales y eso dinamizó mucho el mercado: con más competencia y vehículos rodando, las personas se animaron más, y entre 2017 y 2018 empezó el boom por las patinetas eléctricas y en los últimos meses, con el COVID y la necesidad de transportarse individualmente, también ha crecido”, reconoce.

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Dentro del trabajo que hace Ozono E Bikes en el país, en sus dos plantas en Medellín y Bogotá, está el ensamblaje de rines, pedales, llantas, soldaduras y pintura. Esa labor en el país les ha otorgado el certificado de origen de Colombia, la prueba documental de origen mediante la cual se acredita a una empresa que sus productos fueron elaborados en Colombia.

Una de las facultades de este tipo de transporte es que no requieren de una mayor carga energética, ítem que extiende la vida útil de las baterías de litio y que además cuenta con un importante respaldo de posventa, casi que al nivel de un automotor o motocicleta.

“El segmento de bicicletas y patinetas eléctricas es un sector en crecimiento, es una tendencia que no solo ocurre en Colombia, sino que es mundial. Hay muchos planes para carros y buses eléctricos, pero el futuro también está en la movilidad personal”, afirma López.

Si bien hay bicicletas que pueden llegar a costar hasta los $30 millones, su costo de mantenimiento depende directamente del valor de la bicicleta, sin embargo, aún falta avanzar en seguridad y regulación.

“Deben ser las alcaldías las que fomenten el uso, poniendo a disposición el arriendo por trayecto, así como lo hacen muchas ciudades alrededor del mundo”, dice Oliverio García, presidente de Andemos, quien reconoce problemas en la regulación en cuanto a la seguridad.

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“Las bicicletas, sean eléctricas o no, deberían estar incluidas en el Código de Tránsito, al igual que las motos. Actualmente no figuran”, afirma García.

Otras compañías que ensamblan y venden motocicletas en el país, en los últimos cinco años se han dedicado ha incursionar en este mercado de bicicletas eléctricas. Firmas como AKT Electric y Auteco Mobility ya incluyen dentro de su catálogo más de seis referencias de varios presupuestos.

Una razón para creer en el crecimiento acelerado de este tipo de transporte no es solo lo que significa en términos económicos, sino ambientales. Desde 2019 el país reportó altos índices de contaminación en el aire, en especial en las grandes ciudades. Alternativas a la movilidad como Ozono E Bikes, Auteco y AKT enriquecen este mercado que sigue creciendo.

La movilidad en Colombia apunta a ser cada vez más sostenible. En los últimos años ha sido evidente el crecimiento en ventas de vehículos híbridos y eléctricos, en especial, los de dos ruedas Y aún más desde que comenzó la pandemia, que el transporte público supuso un riesgo para la salud. Por eso la movilidad en bicicletas ha crecido.

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Aunque en Colombia hay pocas cifras frente al tema, según un análisis de MarketsandMarkets, el mercado de las ‘e-bikes’ proyecta que a nivel mundial este segmento de movilidad crecerá a una tasa compuesta anual de 9 %, pasando de una facturación de 21.100 millones de dólares en 2018 a más de 38.000 millones para 2025.

Un ejemplo de ese crecimiento en ventas de bicicletas eléctricas es Ozono E Bikes, una empresa familiar que nació en Medellín gracias al ingenio y al sentido de oportunidad de negocio. En 2013, Estefanía López, mientras hacía sus prácticas en la Cámara Colombiana de Comercio de Colombia en China, se dio cuenta de que día tras día eran millones y millones de personas las que se movilizaban en bicicletas y patinetas eléctricas; tanto, que ella misma comenzó a usarlas.

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En ese año de pasantías, Estefanía, en sus labores para la Cámara, comenzó a relacionar compañías chinas que buscaban expandirse en otros mercados. Colombia, Medellín y Bogotá son ciudades referencia para la venta de motocicletas.

Esas cifras fueron las que usó Estefanía para convencerse ella misma y a su familia para reunir ideas y capital y así crear en 2014 lo que hoy es Ozono E Bikes, una compañía que importa y ensambla bicicletas y scooter eléctricas y que desde 2015 hasta la fecha ha vendido más de 2.000 unidades en Colombia.

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“Nosotros dividimos nuestras labores entre Medellín y Bogotá, en cada contenedor caben cerca de 400 unidades que se reparten entre ambas ciudades. Hoy la compañía genera cerca de 50 empleos directos e indirectos”, cuenta Estefanía López, fundadora de la marca.

De acuerdo con López, todos los años ha crecido el sector. “Desde que comenzamos no hemos tenido ningún año a la baja. Incluso, en 2016 se animaron a entrar marcas internacionales y eso dinamizó mucho el mercado: con más competencia y vehículos rodando, las personas se animaron más, y entre 2017 y 2018 empezó el boom por las patinetas eléctricas y en los últimos meses, con el COVID y la necesidad de transportarse individualmente, también ha crecido”, reconoce.

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Dentro del trabajo que hace Ozono E Bikes en el país, en sus dos plantas en Medellín y Bogotá, está el ensamblaje de rines, pedales, llantas, soldaduras y pintura. Esa labor en el país les ha otorgado el certificado de origen de Colombia, la prueba documental de origen mediante la cual se acredita a una empresa que sus productos fueron elaborados en Colombia.

Una de las facultades de este tipo de transporte es que no requieren de una mayor carga energética, ítem que extiende la vida útil de las baterías de litio y que además cuenta con un importante respaldo de posventa, casi que al nivel de un automotor o motocicleta.

“El segmento de bicicletas y patinetas eléctricas es un sector en crecimiento, es una tendencia que no solo ocurre en Colombia, sino que es mundial. Hay muchos planes para carros y buses eléctricos, pero el futuro también está en la movilidad personal”, afirma López.

Si bien hay bicicletas que pueden llegar a costar hasta los $30 millones, su costo de mantenimiento depende directamente del valor de la bicicleta, sin embargo, aún falta avanzar en seguridad y regulación.

“Deben ser las alcaldías las que fomenten el uso, poniendo a disposición el arriendo por trayecto, así como lo hacen muchas ciudades alrededor del mundo”, dice Oliverio García, presidente de Andemos, quien reconoce problemas en la regulación en cuanto a la seguridad.

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“Las bicicletas, sean eléctricas o no, deberían estar incluidas en el Código de Tránsito, al igual que las motos. Actualmente no figuran”, afirma García.

Otras compañías que ensamblan y venden motocicletas en el país, en los últimos cinco años se han dedicado ha incursionar en este mercado de bicicletas eléctricas. Firmas como AKT Electric y Auteco Mobility ya incluyen dentro de su catálogo más de seis referencias de varios presupuestos.

Una razón para creer en el crecimiento acelerado de este tipo de transporte no es solo lo que significa en términos económicos, sino ambientales. Desde 2019 el país reportó altos índices de contaminación en el aire, en especial en las grandes ciudades. Alternativas a la movilidad como Ozono E Bikes, Auteco y AKT enriquecen este mercado que sigue creciendo.