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El cambio adecuado de marchas en una moto es un aspecto necesario para garantizar un manejo seguro y eficiente, además de contribuir al buen estado del motor y la prolongación de su vida útil. El momento preciso para realizar un cambio de marcha depende de varios factores, como la velocidad, las revoluciones del motor y las condiciones del terreno. Conocer cómo y cuándo cambiar de marcha mejora la experiencia de conducción y optimiza el rendimiento del vehículo, reduciendo el consumo de combustible y el desgaste innecesario de sus componentes.
Pablo Sáenz, piloto experto de la marca Michelin, destaca que al cambiar de marcha en una motocicleta, dos factores clave deben ser considerados: la velocidad y las revoluciones por minuto (RPM) del motor. Cada motocicleta tiene un rango óptimo de revoluciones en el que funciona eficientemente, y este varía según el tipo y propósito del vehículo. En general, la relación ideal maximiza el rendimiento sin forzar el motor.
Las motos deportivas, por ejemplo, suelen cambiar de marcha en un rango de 8.000 a 12.000 RPM, mientras que las naked tienen un rango moderado, y las cruiser operan a un rango más bajo, entre 3.000 y 6.000 RPM, debido al enfoque en ofrecer torque a bajas revoluciones.
“La clave para un cambio de marcha eficiente es hacerlo en el momento adecuado, cuando las revoluciones están dentro del rango óptimo. Cambiar demasiado temprano, con RPM bajas, puede generar aceleración insuficiente, mientras que hacerlo demasiado tarde, con RPM altas, puede forzar el motor, aumentando el desgaste y reduciendo la eficiencia del combustible”, enfatiza Sáenz.
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Una de las preguntas más frecuentes entre los motociclistas es si deben cambiar de marcha según la velocidad o las revoluciones del motor. Aunque ambos factores están relacionados, la recomendación general es basar el cambio de marcha principalmente en las revoluciones del motor, ya que este debe estar dentro de su rango óptimo de RPM para funcionar eficientemente. Sin embargo, la velocidad también juega un papel importante, especialmente en condiciones de tráfico o cambios en la carretera.
Por ejemplo, al mantener una velocidad constante en una carretera plana, las revoluciones del motor son el mejor indicador para cambiar de marcha. En cambio, en situaciones de tráfico o al frenar y acelerar bruscamente, el motociclista debe ser más flexible y considerar tanto las revoluciones como la velocidad para determinar el momento adecuado para cambiar de marcha.
Las condiciones del terreno, como las subidas y los descensos, requieren un enfoque distinto al cambiar de marcha. En una subida, es fundamental realizar el cambio antes de que las revoluciones caigan demasiado, ya que el motor podría perder potencia y la moto podría quedarse atascada. En estos casos, lo ideal es cambiar a una marcha inferior antes de que las RPM alcancen su nivel más bajo.
En un descenso, por otro lado, el motociclista debe cambiar de marcha antes de que las RPM lleguen a su nivel más alto, ya que el motor podría sobrecargarse debido a la mayor velocidad. Esto también ayuda a prevenir el sobrecalentamiento del motor y el desgaste prematuro de los frenos, ya que el motor puede asistir en el frenado al mantener un régimen de revoluciones adecuado.
Consecuencias al realizar cambios de marcha incorrectos
Realizar cambios de marcha a una velocidad o revoluciones incorrectas puede generar diversas consecuencias negativas para el motor y otros componentes de la moto. El motor se ve forzado a trabajar más de lo necesario, lo que provoca un mayor consumo de combustible y reduce la eficiencia en la aceleración. Además, el desgaste prematuro tanto del motor como de la transmisión es inevitable si no se realiza el cambio de marcha de forma adecuada.
Entretanto, es igualmente importante tener en cuenta el estado de las llantas, ya que su adherencia a la carretera influye directamente en la capacidad de la moto para acelerar, frenar y cambiar de marcha de manera eficiente. “Las llantas desgastadas o mal infladas pueden dificultar el cambio de marchas, ya que la moto puede no responder como se espera. Mantener una presión adecuada y revisar regularmente las llantas es importante para asegurar un rendimiento óptimo y una mayor seguridad en la conducción”, señala Sáenz.
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Por su parte, el embrague es uno de los componentes más cruciales al realizar un cambio de marcha, ya que un uso adecuado de este garantiza que el cambio se realice de manera suave y eficiente, sin forzar el motor ni los elementos de la transmisión. Según Sáenz, durante el proceso de cambio, el motociclista debe desacoplar momentáneamente el embrague, permitiendo que las revoluciones del motor se ajusten a las necesarias para la marcha seleccionada, para luego acoplarlo suavemente.
Si el embrague no se utiliza correctamente o si el cambio de marcha se realiza a una velocidad inadecuada, las revoluciones del motor pueden no coincidir con las de la transmisión. “Esto puede generar cambios bruscos, lo que incrementa el desgaste de los componentes de la moto. Un uso incorrecto del embrague o de las marchas no sólo afecta el rendimiento de la moto, sino que también puede acortar la vida útil tanto del motor como de la transmisión, empeorando su eficiencia a largo plazo”, añade el piloto experto.